Llevo escuchando desde que era niño la afirmación relativa a la escasez de crítica en el panorama arquitectónico español. No sé hasta qué punto es cierta o ya se ha convertido en una muletilla recurrente. Pero lo cierto es que, aun hoy en día, con la enorme proliferación de blogs y demás sitios de la red dedicados a la arquitectura, la queja se sigue repitiendo con más y más frecuencia en todos los foros.
Supongo que la dificultad está en la propia palabra: crítica. Implica una capacidad de discernir, de separar, de ordenar y valorar, que no va muy de acuerdo con los tiempos actuales. La relativización de toda forma de conocimiento, asociada al irracional miedo al error que nos rodea, no es el caldo de cultivo idóneo para la aparición de la crítica en su sentido estricto (habría que poner en cuarentena incluso la veracidad del deseo de la misma que se manifiesta con tanta frecuencia).
Como europea de a pie, he crecido dando por sentado que la arquitectura constituye el principal reclamo turístico de las ciudades.
Termina la semana de la arquitectura de Madrid organizada por el COAM. Una de las actividades que se ha puesto en marcha es la visita a 15 edificios de la capital entre los que estaban el del BBVA, de Sáenz de Oiza, la iglesia de Santa Ana, de Fisac, la Plaza Mayor o la Caja Mágica. Con este motivo pedimos a nuestros arquitectos que nos hicieran una ruta alternativa. Edificios que vemos todos los días pero nos pasan desapercibidos y otros que no encontramos a menudo en el camino.
Trabajo del arquitecto en Brasilia.
Es curioso comprobar como hay arquitectos con "buena prensa" y otros con "mala prensa". Pasa con los futbolistas, con los actores, con los cantantes, etc. Con casi todo el mundo, la verdad. El célebre Oscar Niemeyer pertenece sin duda al grupo de arquitectos que podríamos denominar como "muy querido tanto por el público general como por el especializado".
El motivo último de esta extraña pero sólida conexión con la afición es difícil de determinar. Puede deberse a que proviene del amable y exótico Brasil, en lugar de ser otro viejo y soberbio europeo, o, peor aún, un imperialista estadounidense. O quizás el motivo pudiera tener que ver con su pública y publicitada ideología marxista-leninista. También es posible que su éxito se deba a que lleva tanto tiempo entre nosotros (tiene 102 añitos el chaval) que ya no nos queda más remedio que quererle. Un poco como Raúl en el Madrid, vamos.
Hace algunos meses escuché a Carlos Ferrater realizar una afirmación que por algún motivo se ha enganchado con fuerza a mi memoria. Para encontrar una postura éticamente irreprochable en la cuestionada labor del arquitecto, decía algo así como que "no tenemos derecho a exigir que nuestros clientes corran más riesgos de los que ellos mismos están dispuestos a asumir". Intentaba de esta forma localizar el escurridizo lugar de consenso entre el deber y el compromiso de un autor con la sociedad y su propio impulso innovador de naturaleza mucho más íntima. He citado en alguna otra ocasión la célebre frase de Alejandro de la Sota que aludía a la obligación del arquitecto de dar "liebre por gato". Es decir que, como somos los más listos, a pesar de que un cliente, por la razón que sea, nos pida una porquería (gato), debemos ingeniárnoslas para colocarle un producto de auténtica calidad (liebre). A ser posible, sin que se dé cuenta.
La madera, lo mejor.
Miente quien diga que no tiene prejuicios. Son una parte fundamental de nuestra memoria y sin ella nos convertiríamos en pececillos, como Dory, la amiga de Nemo. Lo que debemos hacer es aprender a convivir con ellos evitando que cieguen nuestro juicio. Peter Eisenman es una de mis más profundas filias. Creo que es (y me temo que seguirá siendo) el gran olvidado de los premios Pritzker al igual que Borges lo fue del Nobel de Literatura.
Con este ánimo y evidente prejuicio, visité las obras de la Ciudad de la Cultura de Santiago. Verano tras verano, desde hace ocho o nueve años he contemplado la evaporación del Monte Gaiás y la lenta aparición de las sinuosas siluetas de las cubiertas de la excelente maqueta ganadora del concurso de 1999. Aquella compleja topografía artificial se impuso a excelentes y rotundas propuestas como la de Perrault, a tímidos y supuestamente regionalistas planteamientos como el de Portela y a aberrantes ordenaciones infantiles como la de Bofill (todas las maquetas finales del concurso pueden contemplarse en las propias instalaciones de la obra). Para alegría de muchos de nosotros, el maestro norteamericano tenía por fin su gran oportunidad.
Panorámica sur de la Ciudad de la Cultura.
Quizá de los proyectos presentados a concurso, el de Eisenman Architects era el de mayor potencial tectónico y formal. Me quedo con el gesto brutal del modelo inicial, libre de toda una serie de argumentaciones y alusiones de ortopédica conjunción. Los pliegos nacían sutilmente desde el territorio retorciéndose y generando espacios magistralmente integrados, al modo de las oníricas plataformas planetarias de Lebbeus Woods. De alguna forma el proyecto inicial colonizaba un brutal ámbito, multiplicando sus espacios, generando nuevos recorridos, vacíos, y situaciones de compleja e imprevisible realidad. Quisiera no tener que hablar de la obra y del desarrollo del proyecto para su ejecución pero hemos venido a eso.
La hemeroteca del proyecto.
Han pasado más de diez años desde que la Xunta convocase el Concurso Internacional de Arquitectura para realizar la Ciudad de la Cultura de Galicia en el Monte Gaiás en Santiago de Compostela. Esperemos que no haya que esperar otros diez años para ver concluido el proyecto. El conjunto lo integran seis edificios: el Archivo y la Biblioteca de Galicia que abrirán para el Xacobeo, el de servicios centrales y el Museo da Historia de Galicia y que también abrirá para el Xacobeo pero hay que acabarlo antes, y otros dos restantes que siguen en el alero.
Eisenman, el arquitecto.
Este verano algunos de nosotros hemos tenido la oportunidad de visitar las obras del proyecto de la Ciudad de la Cultura en Santiago de Compostela del arquitecto Peter Eisenman. Por otra parte, el 3 de agosto del 2009 fallecía el también arquitecto Charles Gwathmey a la edad de 71 años. La carrera de ambos ha estado muy ligada y su trayectoria se ha desarrollado de manera bastante parecida desde que en 1969, en el MoMA de Nueva York, tuviera lugar la conferencia CASE (Conferencia de Arquitectos para el Estudio del Entorno). Allí se expuso y se debatió la obra de cinco arquitectos americanos que, para muchos, constituía la incipiente escuela de Nueva York, publicándose el libro 'Five Arquitects' que catapultaría a la fama definitivamente a Peter Eisenman, Michael Graves, Charles Gwathmey, John Hejduk y Richard Meier.
La Ciudad de la Cultura, en maqueta y sobre el terreno.
Creo que una de las cosas más emocionantes que tiene nuestra profesión es poder predecir cómo será un edificio una vez construido. Siempre espero el momento de terminar la ejecución de un proyecto para comprobar si coincide con lo que esperaba de él. Indudablemente la sensación es más intensa cuando uno mismo ha proyectado el edificio, pero también disfrutamos al visitar otros que, sin ser nuestros, los hemos seguido desde publicaciones de arquitectura.
Ojeando la sección inmobiliaria del periódico, me tropecé con una curiosa oferta. Lo que estaba en venta era una parte no sólo de la historia de la arquitectura, sino también de la del cine: la casa Ennis-Brown.
Curioso esto de los 'suvenirs'.
Los souvenirs encarnan con poderosa eficacia la imagen del antidiseño. Sobre todo en la sonora fonética castellana que simplifica la voz francesa de souvenir en 'suvenir', más expresiva de la naturaleza extrema de estos objetos traídos de los viajes para servir de recuerdo de la visita a algún lugar determinado. De un 'suvenir' se espera que parezca serlo, pero cuáles son las reglas que rigen su aspecto y su configuración para que lo sea, no resulta tan inmediato.
Que un souvenir es un 'suvenir' es evidente para quien lo mira y lo elige como tal. Pero también para aquellos que se resisten a detenerse ante uno de los escaparates donde los venden, en cuya presencia experimentan irritación y aversión intelectual. Se detestan los 'suvenires' propios, de manera que muchos comprarían antes una Barbie flamenca que una muñequita sevillana con traje de faralaes para colocar sobre el pedestal del televisor.
La sirenita quería vivir fuera del agua, y el hombre siempre ha querido vivir cerca de ella. Esta atracción entre el mundo humano y el acuático se refleja en la arquitectura desde tiempos ignotos. Ahora que se acaba el verano, date un baño de frescor arquitectónico con nosotros.
Parece mentira, pero es de verdad.
La ocupación de la Cañada Real Galiana, en el entorno próximo a Madrid, comenzó entorno a los años 50, cuando vecinos de Vicálvaro y Vallecas deslindaron parcelas en su interior con la intención de cultivarlas. Vecinos que no disponían de tierra utilizaban tierras que no tenían uso. Además de huertas, comenzaron a aparecer pequeñas construcciones de labor, que fueron transformándose en alojamientos provisionales. La enorme precariedad (sin saneamiento, agua ni electricidad) se fue convirtiendo en una situación estable.
Viviendas auto construidas con materiales reciclados (entonces de desecho) alejadas de una ciudad en crecimiento, pero sobre suelo disponible. Era imposible obtener energía eléctrica o agua, a no ser que algún hábil pinchara en los tendidos de las vías de entrada y las canalizaciones dirigidas a la ciudad. Desde entonces y hasta que la suministradora se percatara y fuese a reparar la 'avería', los ocupantes disponían de luz y agua. No estaba permitido, pero tampoco excesivamente perseguido. Por supuesto no había papeles. Algunos vecinos, a saber cómo, consiguieron pagar contribución por su 'propiedad', o IBI, obtuvieron alguna documentación, pero son los menos.
Área del vertedero.
En ocasiones se piensa que el arquitecto es Dios y se utilizan sus ideas y proyectos para enmascarar unas intenciones o disimular unas responsabilidades que sin ese aporte de ensoñación y utopía resultarían escandalosas. Esto es lo que está ocurriendo con la gestión de la Cañada Real Galiana y los problemas sociales, de seguridad ciudadana y de salubridad que padecen sus ocupantes en el tramo que transcurre junto a la capital.
Tras publicarse un acuerdo entre Administraciones (municipales, autonómica y estatal), la Comunidad de Madrid ha pedido a los cinco Ayuntamientos afectados, que desarrollen el planeamiento para la ordenación urbanística (competencia municipal) del suelo de la Cañada. Esta ordenación debe concluirse en dos años para que no se 'enquiste' el problema. La información se presenta enmarañada, de forma siempre parcial y con una terminología muy compleja. Los políticos se enfrascan en discusiones sobre competencias, derechos y deberes en una polémica sobre una desidia que viene de largo.
Martín Lejarraga es de Bermeo, pero vive en Cartagena desde hace años. Allí tiene su estudio, que ha sido seleccionado por el Wallpaper en su lista anual de jóvenes arquitectos. Cree que la arquitectura puede cambiar el mundo a través del trabajo honesto y recurre a una frase de Bartleby para explicar la sostenibilidad: "Preferiría no hacerlo", es decir, no se trata de poner dos placas solares en los edificios sino de dejar de hacer viviendas innecesarias, sean ecológicas o no.
Dices que la arquitectura es como ir a la guerra todos los días, vaya riesgo, ¿no?
Sí, es el riesgo de actuar sabiendo que tus acciones están siempre siendo auditadas y chequeadas y puestas en cuestión. La energía que eso supone, la adrenalina que tienes que generar continuamente para poder estar atento. En la arquitectura hay una parte intelectual y otra que es el negocio, que no me atrevo ni a calificar porque no participo mucho en ese mundo. Pero lo que no es negocio es la guerra, y una guerra cada día más complicada y más difícil porque el ámbito del negocio va ocupando la actividad social y por tanto de la actividad arquitectónica. Las dificultades de sacar adelante cualquier obra son cada vez mayores.
A estos les pega tener un iPod.
Kubrick cuidaba al detalle sus escenografías. En 'La naranja mecánica', por ejemplo, se permite la osadía de mostrarnos la tecnología setentera e incluso alardea de ella en algunas escenas. Los elegantes gadgets de Apple podrían encajar perfectamente en sus películas.
A Álex y a sus drugos lo que les pega de verdad es vivir en un bloque de pisos brutalista de Thamesmead +
Propuesta ganadora del Parque Urbano de Valdebebas de Madrid.
El caso del fallo del concurso del Parque Urbano de Valdebebas de Madrid es, probablemente, justo la situación contraria a la de Elche. Si en el Palmeral la solución de la noria me parece que excede con mucho aquello que el lugar es capaz de soportar; en Vadebebebas, la propuesta ganadora es de una timidez casi enfermiza; es tan sutil y delicada en sus resoluciones que corre el serio riesgo de quedarse en una operación invisible. En una enorme (nueva) oportunidad perdida.
La noria ganadora.
Análisis del proyecto ganador del concurso del Mirador del Palmeral de Elche: una propuesta que consiste, fundamentalmente, en la instalación de una enorme noria.
¿Un platillo volante estrellado?
Películas como "La Guerra de las Galaxias", o "Star Trek", han dejado una huella indeleble en varias generaciones, de la que no se han librado ni los arquitectos de renombre. Esta influencia de la ciencia ficción está presente en decenas de edificios a lo largo y ancho del mundo.
El siempre amenzante Etna, en constante actividad.
Si uno viaja a la Calabria y el este de Sicilia, el peregrinaje desembocará, inevitablemente, en una aventura personal de difícil olvido. Y es que vivir la realidad del estrecho de Messina será siempre una aventura privilegiada.
El ejemplo perfecto de 'vacío sonoro' .
Aparte del continuo pulso Madrid-Barcelona en la arquitectura, existen otros estudios que, sometidos al 'vacío sonoro', están trabajando en nuevos y diferentes proyectos.
Carlos y sus comentarios chistosos.
El príncipe Carlos de Inglaterra, ése gran tampax de la arquitectura moderna, ha dimitido como patrocinador de una importante sociedad británica dedicada a la protección de edificios antiguos. ¿El motivo? Su profundo desacuerdo sobre la restauración de edificios antiguos con elementos contemporáneos.
La verdad es que yo he llegado tarde a la restauración y rehabilitación de edificios. Me ha costado mucho aplacar la irracional antipatía que me producía, ya en tiempos escolares, esta escueta variante de la disciplina dedicada a estudiar e intentar reproducir en los tiempos actuales aquello que se hacía hace cientos de años. Los motivos que se esgrimían para defender este antinatural ejercicio de anacrónica cirugía estética eran siempre el respeto a la tradición y la necesidad de mantener viva nuestra memoria. Falacias demasiado burdas que simplemente escondían bajo el frágil escudo del aprecio por lo antiguo su ineptitud, su desconcierto y su profunda incapacidad para proponer nada nuevo. Y diría más: su incomprensión del valor real de lo antiguo.
Horteras, disparatados o decididamente feos. Así son la mayoría de los souvenirs que invaden las zonas turísticas de todas las ciudades del mundo. Incluida Barcelona, donde una exposición titulada 'Efecto souvenir. Fetiches de viaje' propone una inteligente inmersión en la cultura del objeto producido para inducir al viajero a la nostalgia y el recuerdo. El efecto no es nuevo.
Casa Trubek y Casa Wislocki, 1972, arquitecto Robert Venturi.
Hace poco visité Mallorca después de algunos años y recordé una anécdota de mi etapa de estudiante de arquitectura sucedida en la isla allá por los noventa. Armados con la inocencia del aprendiz, cinco amigos (todos estudiantes de arquitectura de la Escuela de Madrid) nos dirigimos a Portopetro provistos de lápiz, cuaderno y cámara de fotos dispuestos a toda costa a inmortalizar la casa del danés Jørn Utzon a la sazón arquitecto de la ópera de Sidney.
soy arquitecto y no sabes cómo me cuesta clonar incluso mis propias obras, generalmente evolucionan acabando por no parecerse en nada +
Las constructoras están de rebajas. Hasta el 60% bajan algunas sus presupuestos iniciales para conseguir adjudicaciones públicas. La cuestión es clara: o están mintiendo y la obra no se puede hacer por ese dinero o bien la oferta inicial estaba demasiado inflada.
"Desde hace años, cuando alguien se entera de que eres arquitecto, pregunta si te gusta Calatrava". La polémica que siempre rodea al valenciano sirve como punto de partida a Luis de la Cuadra para defender su obra.
El actual énfasis en los aspectos técnicos de la arquitectura tiene por objeto la reducción del riesgo, pero es imprescindible buscar un equilibrio con factores externos más próximos a la creatividad que determinan la forma de hacer arquitectura en estos tiempos.
14 estudios en tres días. El Campus Ultzama permitió revisar las propuestas del momento, compararlas con lo que existe y debatir sobre el porqué y el cómo de nuestra arquitectura. Éstas son las primeras impresiones.
La marca Bic es especialista en quitar trascendencia a los objetos. Ayer se puso a la venta el Bic Phone, un teléfono sin novedades en el campo del diseño pero que lleva en la carrocería todo el encanto de Bic.
Este sábado se inaugura la estación de la Puerta del Sol. Una inmensa obra de ingeniería que se ha coronado con una salida acristalada. Pero ¿debe la arquitectura servir de tocado a una obra que se justifica en sí misma?
Barcelona acaba de inaugurar la nueva terminal de su aeropuerto, diseñada por Bofill. Una inversión de 3.000 millones de euros muy bien vendida por el arquitecto. Pero, ¿responde a las necesidades de la ciudad?
Los objetos cotidianos son algunas de las mejores joyas del diseño. Es el caso de la bicicleta, que es más una prótesis que un vehículo. Una de las claves del diseño es que cuando está bien resuelto, no se nota.
La relación con los espacios que habitamos y los objetos con los que convivimos son el punto de partida de diseño+arquitectura. Propuestas, actualidad, tendencias y reflexión en esta página en la que Diego Fullaondo y un equipo de arquitectos te descubren otra forma de mirar.
Tópicos, realidades y estereotipos cazados a vuelva pluma por las calles de Madrid
En: El País
Recomendación: Diego Bayón
Uno de cada tres jóvenes accede a Internet desde su teléfono móvil. Aunque sea casi imposible conseguir el dato, cada vez es más frecuente encontrarse a personas con un iPhone en sus manos en cualquier lugar. O de cualquier otro dispositivo móvil con acceso a Internet. Terminales multidispositivo que han están cambiando radicalmente el comportamiento del usuario.
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Éstos son los edificios que gatean hasta los cielos de las ciudades del mundo.
Siete hectáreas de jardín en los que sentir cómo se relajaban en la Corte Imperial japonesa.
El diseño holandés, mimo y disfrute de los espacios públicos.
Arte y deseo van de la mano en exquisitos montajes.
MUY BUENO EL ARTICULO NUESTRO MARTI DECIA QUE HACER CRITICA ES EJERCER EL CRITERIO Y ENTONCESEN ARQUITECTURA ES EJERCER EL CRITERIO SOBRE ARQUITECTURA O EL CRITERIO ARQUITECTONICO, SOLO DIDIENTO DEL FINAL DEL ARTICULO CREO QUE NO HAY MAS CRITICA PORQUE NO HAY MAS CRITICOS Y CREO QUE NO ... LOS HAY POR LO DESAGRADABLE QUE PUEDE SER QUE SUPONGAN QUE SOLO QUEREMOS VERLAS MANCHAS Y VUELVO A MARTI LOS HOMBRES NO PUEDEN SER MAS PERFECTOS QUE EL SOL, EL SOL TIENE MANCHAS, EL SOL QUEMA CON LA MISMA LUZ QUE CALIENTA, LOS DESAGRADECIDOS SOLO VEN LAS MANCHAS Y LOS AGRADECIDOS SOLO LA LUZ, PARA MI ESOS SON LOS LIMITES DE LA CRITICA EN EL CAMPO QUE SEA ENTRE LA LUZ Y LAS MANCHAS LE REITERO MUY BUENO SU COMENTARIO MARTI: POLITICO, ESCRITOR Y HUMANISTA CUBANO DEL SIGLO XIX, PATRIOTA, APOSTOL Y HEROE NACIONAL CUBANO ARQ PINO MOYA "
Diego: Estoy absolutamente aburrido de los discursos baratos de arquitectos que lloran pidiendo y rogando que las reflexiones "nos" lleguen desde los usuarios. ... Diego, amigo, no somos capaces de crear crítica. No lo somos. hay miedo de criticar porque si "critico" puedo perder alguna oportunidad de trabajar con los Top Ten, con alguna oficinita o algún arquitecto desesperado que me va a contratar de dibujante para él. Lo fatal es que si no somos capaces de criticar menos vamos a ser capaces de hacer las cosas bien. Y así vamos a seguir. seguiremos alabando cualquier estupidez formal extraña y llamativa de OMA o de Hadid. Sin embargo, tu artículo me da las fuerzas para revelarme y optar por CRITICAR. Saludos Iván Henríquez, arquitecto chileno. "