Los dedazos de mi Rafa

Como decía la mítica Rafaella Carrá, para hacer bien el amor, hay que venir al sur. Al sur de Europa, al sur de España. Al Sur. Ya sabíamos que en Elche había un “concurso” (comillas tamaño de fuente 75) para hacer un proyecto en el palmeral, al que concurrían “estrellas invitadas”, y ahora se suman a este momentazo profesional otras dos zonas del arco mediterráneo (que diría la ínclita Anatxu).

Granada en primer lugar. Granada, tierra soñada por mí. Y donde decimos mí, nos referimos a Rafael Moneo, claro. En esta profesión, es nombrar a Rafael Moneo y caérsele los palos del sombrajo al mundo entero. De Moneo no se habla. A Moneo no se toca. Pues, en fin, ya nos conocen, lejos de nosotros la funesta manía de callarnos, allá va:

 A MONEO LE HAN ENCARGADO A DEDO UNA ESTACIÓN DEL AVE EN GRANADA

¿Cómo lo ven?. Bien, ¿no?. Ah, ¿¡que no!?. Pues él lo ve magnifico. Va a entablar diálogo con la Alhambra, (ignoramos si la 1925 especial o el monumento) y a analizar el contexto histórico, y a respetar el entorno sin imponerse, y a gestar, y hacer muchas cosas. Y todas en digital. No hace mucho, el maestro daba una conferencia en la cátedra Blanca de la Escuela de Sevilla, de título:

“DE CÓMO LAS DIFICULTADES SON ACICATE PARA EL BUEN TRABAJO DEL ARQUITECTO”

No hemos ido a la conferencia, pero nos la imaginamos corta:

- Buenas noches: Lo que hay que hacer es que te encarguen una estación del AVE, a ser posible “porque tú lo vales”.

Fin. (Ovación aquí) (Canapés) (Despedida y cierre).

Sin menospreciar la labia del maestro, su oratoria convincente, su facilidad de palabra, su verso suelto y desenfadado, su pizca de humor... no podemos dejar de preguntarnos si no hubiera sido mejor, o al menos mas practica, una conferencia del tipo:

“DE CÓMO HACER QUE TE DEN UNA OBRA A DEDO. La ISO L’oreal 9001 ″PORQUE YO LO VALGO”.

Eso, o aquí tenemos un ejemplo prístino de “haz lo que digo, pero no lo que hago”. La historia, que es, por lo demás, digna del cine más negro, o de una comedia de los hermanos Marx con Magdalena Álvarez haciendo el papel que normalmente le caía a Margaret Drumond, no acaba aquí. Un poquito más al oriente, en Almería, esta semana se decidía por fin el sistema para elegir al redactor del proyecto del Nuevo Palacio de Congresos.

El procedimiento es un concurso en dos fases, como viene siendo habitual. En la primera se batirán el cobre todos aquellos que se apuntaren, de forma anónima, y corriendo ellos con los gastos de producción de lo entregado, se entiende. En la segunda dos seleccionados de entre ellos se enfrentaran en combate singular, seis asaltos seis, a (Redoble de tambor):

 ¡¡5 arquitectos invitados de reconocido prestigio!!

Entre ellos Sir Norman, (que igual ya no llega Sir, un problemilla con pagar impuestos en Suiza o algo...) y Zaha Hadid. Que son, qué curioso, los que el exiguo concejal de hacienda había decidido que eran de reconocido prestigio cuando querían dar la obra a DEDO. Al cierre de esta edición desconocemos los criterios TÉCNICOS que le llevaron a esta elección. Y lo peor es que él también.  

A los cinco invitados, que pasan, porquelodigoyo, a la segunda fase de forma directa, se les pagaran 25.000 euros a cada uno, todo ello por el magno favor que sus majestades hacen a las buenas gentes de Almería de honrarles con su sacrosanta presencia y cobrar de sus hermosos impuestos municipales. (De si habrá que hacer entrega de diezmos o se restaura el derecho de pernada de forma temporal, aún no han dicho nada).

Lo más sangrante es que el concejal de hacienda de Almería se ha quejado en público, con grandes aspavientos y con una indignación que de estar en Hollywood bien le habría valido una nominación a los Golden Globes, de que la obra de Granada se la han dado a Moneo a dedete, que es lo mismo que él intentaba hacer con Foster, y después en un alarde de coherencia del gusto (o de un par de tardes ojeando Elle’s en el cuarto de baño), con Zaha. Incluso con Calatrava. No es que se queje de que la adjudicación de Granada este mal. No. ¡Es que se queja de no poder hacerlo él igual de mal¡

El desconocimiento de la prensa generalista (y especializada) en estos temas deja en pañales al amarillismo más chusco del islote británico en busca de la enésima foto de las bragas de Lindsay Lohan (de llevarlas). Los periodistas y opinadores se indignan porque Almería no tendrá Un Foster. Una obra de arte de Foster.

No sabemos si explicar de nuevo que si una obra de arte tiene normativas contra incendios, recorridos de evacuación, coeficientes de seguridad, de pandeo, limites de ocupación, cálculos de acústica, si la tiene que firmar un técnico cualificado y pagar por ella un seguro de responsabilidad civil, y mil cosas mas, no es una obra de arte. Es una obra pública. Una obra técnica.

Tampoco sabemos si recomendarles que lean Homo Ludens de John Huizinga para entender de una vez por todas que la Arquitectura es una técnica, que la ejecutan técnicos y que lo lúdico, y el arte, no responde a otras reglas que las establecidas por y para sí mismo y que tiene que ver con esto como el tocino con la velocidad.

Pero poniéndolo fácil: ¿qué pasaría si fuera una carretera o una autopista? ¿Qué pasaría si el proyecto se lo dieran A DEDO a una empresa cualquiera? No solo a dedo. A dedo y con rueda de prensa. Y con fotos. Y con dientes-dientes. El coro de gritos, de rasgados de vestiduras, de titulares con la palabra “Corrupción” seria interminable. ¿Y si fuera, pongámonos en plan “Los Soprano”, una contrata de basuras? ¿O unas carpas para eventos (tan de moda últimamente)? El acabose. Y si eso pasa con todo, ¿por qué no con la arquitectura? Ah claro, porque esto es arte.

Pasa porque en parte los mismos arquitectos hemos fomentado esta penosa situación, este firmamento de estrellas de relumbrón que se pasan por el arco del triunfo la LCSP, esta adoración por el edificio simbólico y singular (y singularmente caro) que se va de presupuesto, pero que a nadie parece importarle porque lo firma Manolito de Copas, que es el no va más de lo moderno y de lo arquitectónico al vinagre de Módena.

Pasa porque en parte los arquitectos se han arrimado al artisteo como la polilla a la luz. Y ahora, con la profesión en crisis, con los concursos como una posible salida, se encuentran con que lo que se busca es el arte. Y el artista. Y en digital. Pasa porque en (gran) parte los políticos de este país (del signo que sean) son penosos. Y en parte porque nuestras instituciones, como la Madelaine, se dejan. Y se dejan mucho.

No olviden que el concurso de Elche, lo organiza la OCAV, Oficina de concursos dependiente del Colegio de Valencia. Y no olviden tampoco que en lo de Almería participa el Colegio de arquitectos. Es decir, las dos instituciones que deberían proteger a sus colegiados, les están diciendo negro sobre blanco que se dejen lo del día de la boda en la primera fase “gratis total” para luego pasar a la segunda en la que se encontraran con las “untadísimas” estrellas de la moda esperando, cuchillo en mano.

Hubo un tiempo en que los Colegios se molestaban si hacías publicidad, cosas tipo “más barato que ninguno”. Llamaban a capitulo incluso. Competencia desleal lo llamaban. Entonces: al hecho de ir a un concurso, con unos señores que están allí a dedo, y con 25.000 euros de las arcas públicas en el bolsillo... ¿cómo se le llama? ¿Caída de jabón en la ducha de la galería 7?

 Y a todo esto, ¿y el Consejo Superior?

El Consejo está mientras organizando concursos de “Nuevas formas de organización profesional” para el Congreso de Junio. Debería presentarse Moneo, o Foster, o Hadid. Nueva forma de organización profesional: el encargo libre directo (Fútbol style) o en concurso de doble fase. Si dan puntos por rendimiento beneficio/esfuerzo, tenemos un ganador señores y aquí nos huele a podium.

En uno de los artículos de la canallesca refiriéndose a lo de Almería, al ínclito escribidor, no sabemos si con un cierto recochineo o con una inocencia mas propia de Heidi con bragas de la Hello Kitty, se le escapa hablando de los otros tres “invitados” que compartirán cartel con Foster y Hadid que:

 Los ‘agraciados’ saldrán también del consenso del equipo de gobierno con el Partido Socialista de la capital y el Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, además de Izquierda Unida, con cuyo grupo municipal está previsto reunirse en breve para que también participe en la elección.

Los agraciados. LOS AGRACIADOS. Se ve que el resto somos los DES-GRACIADOS. Incluidos los que pagan cuotas en el Colegio de Almería o en el de Valencia. O en cualquiera.

 Y como diría Gila, algunos son los miserables.