¿Será Plastic Logic competencia del Kindle?

Los fundadores de Plastic Logic, una empresa de Silicon Valley, han hecho una nueva demo de su e-Reader, un "bibliófilo" (el término es de una lectora de Transnets) de pantalla grande destinado a hacerle la competencia al próximo Kindle DX, el gran formato de Amazon.

AllThingsDigital

Richard Archuleta presenta el prototipo

Por mucho que no pueda juzgarlo sin haber estado en la conferencia D7 organizada por el Wall Street Journal en Carlsbad en California, el aparato es especialmente elegante, "ridículamente fino" a los ojos de un periodista del New York Times.

Dispone asimismo de una pantalla táctil "a lo iPhone" que facilita la lectura y su máxima ventaja frente a su competidor directo es que debería permitir conectarse mediante wifi además de en 3G. Este sí que es un argumento de peso.

Richard Archuleta, el consejero delegado de la sociedad, ha precisado que se había propuesto crear un sitio donde los usuarios se procuraran títulos y suscripciones. Ha intentado calmar los ánimos a quienes se preguntaban qué libros serían comercializados aclarando que ha sido concebido "esencialmente para el mundo de los negocios", que se interesa más por los documentos PDF y presentaciones de Power Point que por los libros (los pobres).

En este sitio dedicado a la conferencia encontraréis precisiones técnicas.

He apreciado el artículo de Technologizer, quienes ya han visto dos demos del bibliófilo en cuestión y que se preguntan cuánto Archuleta vamos a tener que tragar antes de que se nos muestre un verdadero producto. Parece que estará listo para el 2010.

Bajo reserva de inventario, tengo la impresión de que el aparato de Plastic Logic lo tiene fácil para ser más agradable al uso que Kindle (incluso el gran formato anunciado para el otoño). Pero la ventaja indiscutible de Kindle sigue siendo su interminable lista de títulos disponibles y el hecho de que ya tiene el número de tarjeta de crédito de dos millones de usuarios que, de esta forma, pueden seguir sus impulsos consumistas sin tener que ocuparse de rellenar una vez más los horribles formularios de compra que hacen que hasta los controles de aduana parezcan amables.

Otra consideración que hay que tener en mente es que, cuanto más proliferen este tipo de aparatos, más oportunidades surgirán de encontrar soportes atractivos para el contenido de los periódicos digitales y tal vez, incluso modelos económicos, puesto que la suscripción sería de pago..