Los mexicanos no hacen caso y salen a la calle, aunque precavidos contra la gripe A

México.-  Miles de habitantes de Ciudad de México salieron hoy a pasear y divertirse bajo un día caluroso, aunque con precauciones para no contagiarse de la gripe A, en la primera jornada del paro de actividades generalizado ordenado por el Gobierno y pese a la recomendación de quedarse en casa.

Aunque la capital amaneció con las calles vacías y un silencio poco habitual en esta urbe de 20 millones de habitantes si se cuenta su zona metropolitana, la situación varió con el paso de las horas y los parques, las plazas y las calles revivieron lentamente, sobre todo en el centro.

Allí, algunos ciudadanos optaron por las bicicletas o los patines para su paseo, mientras los organilleros y los vendedores ambulantes buscaban sacar algo de dinero en un día festivo que, sin embargo, fue menos animado de lo normal, porque la cantidad de transeúntes fue baja y la mayoría usó mascarillas.

Juan Manuel, que acudió al Zócalo capitalino, la mayor plaza pública del país, acompañado de su esposa y sus tres hijas, indicó a Efe que aunque la situación "sí está de preocuparse", a él personalmente no le quita el sueño.

"Venimos a hacer unas compras más que nada, y ya de paso a pasear a la plaza", sostuvo.

"Ya nos aburrimos de estar todo el día en nuestra casa, ni podemos trabajar nada por la enfermedad esa, así que nos salimos un rato a distraer", se quejó por su parte el joven Pablo.

Tras cubrir la boca de su hija con una mascarilla, Carla Vázquez salió a la calle con ella, aburridas las dos de estar en casa desde el viernes pasado, cuando se suspendieron las clases en la capital.

Algo parecido sucedió con Dialet, David, Donovan y Jenny, cuatro jóvenes que no tienen miedo al virus porque no se acaban de creer lo que dicen las autoridades.

Aburridos de no tener clase y de ver en televisión sólo noticias sobre la epidemia, se reunieron en la calle.

"Dudo mucho que realmente este virus pueda existir, o si existe, no es tan grave como lo manejan", indicó Donovan.

Pero su madre no opina igual, por lo que le obligó a salir con una mascarilla que él prefiere llevar al cuello.

Pese a que casi todo está cerrado, ellos confían en encontrar una tienda donde comprar algún refresco durante el paseo, que les sirve para hacerse una idea de la percepción ciudadana del problema.

"Sí, ves mucha gente en la calle, a pesar de las medidas y de que el presidente (Felipe Calderón) fue muy enfático en decir que no salieras de tu casa, y hay un sector de la población que duda de la veracidad de la información que se ha estado vertiendo estos días", aseguró Dialet.

"Es sólo un pánico social mexicano lo que está pasando", concluyó David.

Esta mañana, el Gobierno informó que, aunque la situación parece mejorar, el número de muertos ha ascendido a 15 y los de casos de contagio a 343.

Boni, una colombiana residente en el Distrito Federal, aprovechó el día para mostrar la ciudad a cuatro compatriotas, antiguas compañeras de la escuela.

"Teníamos planeado este encuentro y aquí estamos a pesar de todas las dificultades", explicó María Teresa, una de sus amigas.

Aunque les asusta el virus, aseguran que "no se puede dejar llevar uno por el nerviosismo de la gente".

"Tomamos todas las precauciones y listo", agregaron.

Así, las cinco, cubiertas por mascarillas azules, visitaron los pocos sitios turísticos que permanecen abiertos en la capital, como la Catedral Metropolitana, que no ofrece misas por prevención.

La suspensión de actividades en la administración pública, en buena parte del sector privado y en los centros educativos se prolongará por lo menos hasta el próximo miércoles, aprovechando que el martes se celebra en el país la victoria en la Batalla de Puebla en 1862 contra los franceses, por lo que lunes y martes también son festivos.