La declaración de los testigos ponen en entredicho la versión del acusado de matar a un vecino de Toledo

Toledo.-  La declaración de tres vecinos ha puesto en entredicho la versión dada por José R.G., de 65 años, acusado de matar con una escopeta a José Vicente Z., de 32 años, y de intentar acabar con la vida del padre de éste en la localidad toledana de Almorox el 14 de julio de 2006.

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Durante la primera jornada de la vista oral, que se desarrolló entre momentos de tensión, tres vecinos del pueblo que paseaban por el camino de Las Tablas coincidieron en señalar al tribunal que vieron al acusado con el coche en dos ocasiones antes de que a las ocho de la mañana ocurrieran los hechos, la primera vez con el coche atravesado en el camino.

Los testigos dijeron que salieron de casa sobre las 06:30 horas y que regresaron antes de las ocho de la mañana para ver por televisión el último encierro de los sanfermines.

Sin embargo, el acusado explicó que ese día se levantó a los ocho de la mañana para ir al taller a arreglar el coche y negó que estuviera merodeando por el lugar esperando a las víctimas con la escopeta cargada en el coche.

Argumentó que si efectuó los cuatro disparos fue para defender su vida y la de su padre, que estaba con él ese día, aunque su progenitor no participó en los hechos y que no pudo comparecer hoy como testigo por haber fallecido el año pasado a los 92 años.

"Venían corriendo a por mi con unos garrotes", mientras le gritaban "hijo de puta, te vamos a cortar el cuello", según la versión dada por el acusado, conocido en el pueblo como 'El Loco'.

"No soy una mala persona" y "no soy un asesino", afirmó José durante al vista oral, frases que desconcertaron a los familiares de la víctima que se encontraban presenciando la vista, al final de la cual se vivieron los momentos de mayor tensión cuando los familiares del fallecido se encararon al procesado y le gritaron "asesino", "hijo de puta", "te vas a morir de asco".

Esta versión contrasta con la declaración que efectuó como testigo el padre del fallecido, Vicente Z.P., que entró en la sala de vistas con el brazo izquierdo vendado y en cabestrillo tras la última operación que le han hecho en un hospital de Madrid por aquellos sucesos.

Según el padre del fallecido, los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana cuando regresaban a casa tras cargar un camión de pacas de paja en una tierra cercana a donde el procesado les esperaban con el coche cruzado en el camino interceptándoles el paso.

Que al ver que no podían pasar, él con el tractor y su hijo conduciendo un camión detrás de él, se bajó del vehículo para pedir explicaciones al acusado y acto seguido José se dirigió al coche sin mediar palabra y cogió la escopeta y efectuó los disparos, uno tras otro, los últimos cuando estaban en el suelo.

También dijo que el día anterior su hijo fallecido le relató con extrañeza como había visto al procesado "dar vueltas" por el lugar y que "si ese día estamos los dos, nos mata", afirmación que motivó las protestas del procesado, que se encontraba en la sala a poco más de un metro del testigo.

Sobre lo que ocurrió el día anterior, el acusado explicó que se los encontró en la finca y que se acercó a ellos pensando que eran 'Los Pichita' y que huyó el lugar después de recibir insultos y amenazas de muerte.

El posible móvil del crimen no ha quedado claro, pues tanto el acusado como los familiares del fallecido dicen que se llevaban bien y que se hacían favores, incluso, "el padre (el herido) me regaló un faisán disecado y yo le regalé al hijo una chaquetilla", dijo el inculpado.

No obstante, días antes de los hechos el padre del fallecido trató en dos ocasiones de que el acusado le diera explicaciones del porqué iba diciendo habladurías por el pueblo y por las amenazas que le hacía, porque, "yo no tenía nada que ver con la muerte de su hijo".

El hijo del procesado había sido encontrado muerto en extrañas circunstancias dos semanas antes de los hechos que se juzgan, aunque aquel fallecimiento solo aparece tangencialmente en el juicio, sin que tanga relación con los sucesos que se están juzgando.

Durante la vista oral también declaró como testigo María Encarnación C., la viuda de José Vicente -que tras una fría mirada al acusado, que motivo una amonestación del presidente del tribunal, Juan Manuel de la Cruz, quien luego se disculpó por ignorar que era la mujer del fallecido- que entre sollozos le reprochó a José "por qué ha hecho esto".

El fiscal solicita casi 35 años de cárcel para el procesado, veinte por un delito de asesinato y otros casi quince años por otro en grado de tentativa, penas con las que coincide la acusación particular, que representa a la familia del fallecido.

También son coincidentes con las de la acusación popular que ejerce el Ayuntamiento de Almorox por la alarma social que se suscitó en el pueblo tras los hechos, por lo que pide también ocho años de alejamiento del pueblo tras salir de prisión, mientras que la defensa alega una eximente completa por legítima defensa.

La vista oral seguirá mañana con la declaración de los forenses y los informes periciales sobre la salud mental del acusado.