Fiscal pide 34 años por matar a un vecino de Almorox y el intento de asesinato de otro

Toledo.-  La Audiencia provincial de Toledo juzga desde hoy a un hombre acusado de matar a un vecino de Almorox con una escopeta, para quien el fiscal pide veinte años de prisión, así como otros catorce años y once meses por el intento de asesinato del padre de la víctima.

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(EFE)

Un Guardia Civil junto al lugar, en Almorox (Toledo), donde se produjo el suceso. EFE/Archivo

En su escrito de acusación, el fiscal relata que José R.G. y su padre de 92 años, J.R.R., el 14 de julio de 2006, se dirigieron en un todoterreno a un paraje solitario del término municipal de Almorox para esperar a que llegaran V.Z.P. y su hijo, J.V.Z.R., que estaban recolectando pacas de paja en una finca próxima.

Cuando estos llegaron a la altura del todoterreno del procesado, y dado que les estaban impidiendo el paso, se bajaron de sus vehículos para pedir explicaciones, ante lo cual, José R.G. se dirigió a la parte trasera del coche y sacó una escopeta, que ya estaba cargada.

El fiscal continúa que, "con la intención de acabar con la vida de ambos, de forma sorpresiva y repentina, sin que mediara discusión previa ni posibilidad de defensa para las víctimas, y con absoluta frialdad, disparó a muy poca distancia y de forma sucesiva".

Primero hirió en una mano al padre, V.Z.P., tras lo cual dirigió el arma al hijo y efectuó dos disparos a quemarropa, uno en el tórax y otro en la espalda.

Cuando el padre se encontraba arrodillado tratando de auxiliar a su hijo, el procesado le disparó a bocajarro en el tórax.

El hijo, J.V.Z.R., de 32 años, casado y con un hijo, murió por destrucción de órganos vitales, mientras que su padre, que sufrió diversas heridas, consiguió subirse al tractor y recorrer unos metros, con la mano reventada, hasta que se cruzó con unas mujeres que estaban paseando, a las que pidió auxilio.

El procesado abandonó el lugar de los hechos en el todoterreno, con su padre, que en ningún momento tuvo conocimiento de las intenciones criminales de su hijo, dice el fiscal.

José R.G., horas más tarde, se personó en el cuartel de la Guardia Civil de Villaviciosa de Odón (Madrid), en compañía de su letrado, y reconoció ser el autor de los disparos.