Vecinos de Errenteria recuerdan a Clara Rangel un día después de su asesinato

San Sebastián.-  Un lazo blanco ondeará durante tres días en el Ayuntamiento de Errenteria para recordar a Clara Rangel Romero, la mujer de 35 años asesinada ayer por su pareja en esa localidad guipuzcoana, en la que hoy autoridades y vecinos se han concentrado para rechazar tan "execrable e injustificable" crimen.

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(EFE)

Vista de la concentración convocada por la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Errenteria, en protesta por el asesinato ayer en esta localidad guipuzcoana de una mujer venezolana de 35 años, acuchillada presuntamente por su compañero sentimental.

Estas últimas palabras las ha pronunciado el alcalde de Errenteria, Juan Carlos Merino, quien ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que ninguno permita que sucedan hechos como el que ha acabado con la vida de Clara Rangel, a la que su compañero sentimental acuchilló en presencia del cuñado y de los tres hijos de la víctima, de origen venezolano.

El hijo mayor de la mujer, fruto de una relación anterior, y su cuñado, hermano del agresor, que resultaron heridos al tratar de impedir el ataque, han sido ya dados de alta, pero no así el presunto asesino, quien permanece ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián con heridas de pronóstico reservado, causadas por él mismo tras el crimen, han informado fuentes del Servicio Vasco de Salud.

Agentes de la Ertzaintza, según ha indicado el departamento vasco de Interior, le mantienen bajo vigilancia, ya que se encuentra detenido desde ayer.

Apenas un día después del suceso, vecinos de la localidad guipuzcoana, entre ellos una representación del barrio de Agustinas, donde residía Clara Rangel, así como responsables políticos e institucionales se han concentrado ante el Ayuntamiento para condenar "de un modo rotundo" el crimen.

"Estamos reunidos aquí para expresar nuestro dolor colectivo y enviar la solidaridad y el cariño de todo el pueblo a sus hijos, su familia y sus amigos", ha señalado el alcalde en una declaración que ha leído tras quince minutos de silencio.

Merino ha abogado por "romper con el círculo de silencio que rodea el maltrato" y "devolver la dignidad a todas esas mujeres que callan y sufren por miedo".

Esa "dignidad herida" la ha simbolizado el Ayuntamiento con un lazo blanco que colgará de un balcón de la casa consistorial hasta el día de Año Nuevo bajo el lema "No a la violencia de género".

El alcalde ha pedido a las víctimas de la violencia machista que no callen frente "a aquellos que, una vez, os juraron amor eterno".

Merino ha informado a los periodistas de que el Ayuntamiento estudia presentarse como acusación popular en el caso, aunque debe coordinarse con otras instituciones, como el parlamento foral, ya que podrían decidirlo de forma conjunta.