Piden 14 años para el hombre que acuchilló a su ex pareja en una tintorería

San Sebastián.-  La Fiscalía de Guipúzcoa pide penas que suman catorce años de cárcel para el ciudadano dominicano que intentó matar a su ex compañera sentimental acuchillándola reiteradamente a la luz del día y en plena calle, junto a una tintorería de San Sebastián en la que trabajaba la víctima.

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(EFE)

Velas y flores para una asesinada por crimen de violencia machista.

Este caso originó una gran conmoción en la capital guipuzcoana, ya que tuvo lugar en el centro de la ciudad y a la vista de numerosos ciudadanos.

Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que hoy ha tenido acceso Efe, los hechos se remontan a principios de marzo de 2007, cuando la víctima dio por terminada la relación que mantenía con el procesado desde mayo de 2006, después de que el hombre abandonara el domicilio en el que ambos habían convivido.

El documento del fiscal explica que el imputado "no aceptó esta ruptura" y comenzó a acosar a la mujer acudiendo frecuentemente a la tintorería de la calle San Martín en la que trabajaba para insistir en retomar la relación y, ante la negativa de la chica, comenzó a insultarla y amenazarla de muerte en numerosas ocasiones "de forma insistente, coactiva e intimidatoria".

En concreto, el texto cita un hecho ocurrido la madrugada del 1 de abril de 2007, cuando el procesado se acercó a la mujer en un bar del centro de ocio Illumbe y presuntamente la insultó y la arrastró por las muñecas hasta la pista con la intención de bailar con ella, "a pesar de la negativa y la resistencia" de la chica.

Horas después, el inculpado llamó insistentemente al móvil a su víctima, quien decidió denunciar lo ocurrido ante la Ertzaintza, tras lo que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de San Sebastián citó a ambos a declarar al día siguiente.

Al tener conocimiento de la citación judicial, sobre las 11:00 horas del 2 de abril el hombre acudió en dos ocasiones a la tintorería en la que trabajaba la mujer y le pidió explicaciones por la denuncia que había interpuesto, al tiempo que le advirtió de que él no iba a presentarse en el juzgado.

A continuación, fue a una ferretería próxima para comprar un cuchillo de "grandes dimensiones" y pidió al dependiente que quitara el cartón protector y que no envolviera el arma.

El imputado volvió entonces a la tintorería "con ánimo de matar" y presuntamente comenzó a acuchillar a su ex compañera, que le lanzó la tabla de planchar para defenderse, a pesar de lo cual no pudo evitar caer al suelo donde fue nuevamente apuñalada por el procesado, hasta que logró incorporarse, abrir la puerta del establecimiento y salir a la calle.

Ya en el exterior, la chica volvió a caer y el procesado se sentó "a horcajadas" sobre ella "apuñalándola sin parar" y "lanzándole cuchilladas a todas las partes del cuerpo".

El escrito de la Fiscalía explica que el inculpado no cesó en "su acción letal" hasta que un vigilante de seguridad que acudió al lugar le separó "violentamente" de la víctima y le encañonó con su arma reglamentaria, tras lo que el agresor fue inmovilizado y detenido por una pareja de agentes de la Policía Nacional.

La mujer ingresó en estado muy grave en el Hospital Donostia con múltiples heridas en los brazos el tórax y la cara y con un shock hipovolémico por hemorragia severa que requirió una politransfusión y una intervención quirúrgica, tras la que requirió rehabilitación y terapia psicológica.

El documento del Ministerio Público sostiene que las lesiones sufridas por la chica, que le mantuvieron impedida 379 días, hubieran sido "mortales en ausencia de asistencia médica" y subraya que la mujer no falleció "gracias a la inmediata y urgente asistencia sanitaria, médica y quirúrgica que recibió".

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa y un delito de lesiones, además de un tercero de maltrato no habitual con la agravante de reincidencia y un cuarto delito continuado de amenazas con la agravante de parentesco, por los que reclama penas que suman catorce años de reclusión y que el inculpado no pueda comunicarse ni acercarse a su víctima durante otros veinte años.

Solicita igualmente que el agresor indemnice a su ex pareja con 167.795 euros por las lesiones y las secuelas físicas y psicológicas sufridas.