El Consejo de Ancianos dice que la crisis en Zimbabue es peor de lo que se creía

Johannesburgo.-  Los integrantes del grupo de expertos en la resolución de problemas internacionales, el llamado Consejo de Ancianos: Kofi Annan, Jimmy Carter y Graça Machel, dijeron hoy en Johannesburgo que la crisis en Zimbabue es peor de lo que habían imaginado.

"Esperabamos una situación sombría, pero va más allá de que habíamos imaginado", dijo en una conferencia de prensa en la capital financiera sudafricana Graça Machel, una defensora internacional de los derechos humanos de la mujer y de la infancia.

La esposa del ex presidente sudafricano Nelson Mandela, el ex Secretario General de la ONU y el ex presidente estadounidense tenían previsto viajar el pasado fin de semana a Zimbabue en una misión humanitaria pero el gobierno de Harare les negó la entrada.

No obstante, la terna de ancianos continuó su evaluación de la crisis humanitaria en el país vecino mediante entrevistas con líderes políticos, representantes de agencias de asistencia, del sector empresarial y de la sociedad civil zimbabuenses que viajaron especialmente para ello a Johannesburgo.

La ONU ha advertido que cinco de los alrededor de doce millones de habitantes de la población zimbabuense necesitarán ayuda alimentaria hacia enero próximo enero, mientras que la Organización Mundial de la Salud ha solicitado auxilio sanitario inmediato.

La economía de Zimbabue está en un absoluto caos, sin suministro de alimentos y otras mercancías esenciales, más de un 80 por ciento de desempleo y una inflación astronómica, que oficialmente alcanza los 231 millones por ciento.

Según Machel, Annan y Carter en Zimbabue se registra también una aguda escasez de semillas y fertilizantes, que tendrá como consecuencia que las cosechas de abril próximo sólo proveerán una fracción de los alimentos que se necesitan.

"El número de personas dependientes de la asistencia alimentaria de la ONU y otras agencias se ha incrementado de 2,6 a 4,9 millones entre octubre y noviembre", puntualizó Machel.

Los ancianos dijeron que cuatro de los mayores hospitales zimbabuenses, dos de ellos en Harare, han tenido que cesar su asistencia a casi todos los pacientes debido a una falta de medicamentos y otros elementos básicos de la atención sanitaria, incluida el agua potable.

Cientos de mujeres embarazadas que necesitan cesáreas u otras intervenciones para dar a luz sin peligro no pueden ser ingresadas en los hospitales, cuyas plantillas se reducen constantemente ya que los empleados, como en todos los demás sectores de la sociedad, deben dedicar días enteros a la búsqueda de alimentos para su propia supervivencia.

La concurrencia en las escuelas de primaria y de secundaria se ha reducido de más del 85 por ciento en 2007 a poco menos del 20 por ciento este año, mientras que las universidades no han abierto para nada.

"Cuando planeamos este viaje sabiamos que la situación en Zimbabue era seria, pero lo que hemos sabido en los últimos días es escalofriante", dijo, por su parte, Koffi Annan.

Según el antiguo Secretario General de la ONU, "no es sólo la extensión de la crisis humanitaria de Zimbabue lo que nos preocupa, sino la velocidad con la que todo se ha deteriorado en las últimas semanas. La escala, la profundidad y la urgencia de la situación no han sido informadas en su justa medida".

Los tres ancianos recalcaron que "las condiciones económicas, la escasez de dinero en efectivo, las migraciones y los desplazamientos en masa son parte integral de la crisis que afronta Zimbabue".

Por su parte, Jimmy Carter se refirió al fallido acuerdo para formar un gobierno conjunto entre la Unión Nacional Africana de Zimbabue y el opositor Movimiento para el Cambio Democrátco que hubiera permitido al país concentrarse en la resolución de su crisis económica y humanitaria.

"La firma del acuerdo, el pasado 15 de septiembre, elevó las esperanzas en Zimbabue y todo el mundo, pero el fracaso en implementarlo y crear un gobierno de unidad viable está conduciendo a la desesperación y acelerando la crisis", dijo Carter