Margaret Atwood asegura que "caer en el totalitarismo es fácil porque la democracia es provisional"

Oviedo.-  La escritora canadiense Margaret Atwood, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008, ha advertido hoy de lo "fácil" que puede llegar a ser que se implanten estados militares totalitarios dado que la democracia "siempre es provisional y depende de la capacidad de la gente y de su voluntad de defenderla".

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(EFE)

La escritora Margaret Atwood, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008, a su llegada hoy a Oviedo.

Atwood (Otawa-Canadá, 1939), que ha llegado hoy a Oviedo para asistir este viernes a la ceremonia de entrega de los Premios Príncipes de Asturias, se ha pronunciado en estos términos al referirse a una de sus primeras obras en ser traducida al castellano hace dos décadas, "El cuento de la criada", donde recrea unos Estados Unidos regidos por un sistema religioso y machista.

Ha recordado que cuando escribió esta novela en 1985 algunas personas la llamaron "extremista", pero que a medida que ha sido pasando el tiempo la han calificado de "profética".

Para esta poetisa y novelista, comprometida y crítica con la sociedad contemporánea, el Gobierno de Estados Unidos se ha ido acercando en los últimos ocho años "cada vez más" al modelo que reflejó en su novela, especialmente si se tiene en cuenta lo que han hecho con su propia Constitución "con la eliminación de las protecciones de los individuos".

"¿Qué puedo añadir?. Que creo que un estado democrático siempre es provisional, siempre depende de la capacidad de la gente y de su voluntad de defenderlo y que si separa esto resulta bastante fácil que empiece a haber un estado militar totalitario", ha subrayado.

Atwood ha negado que utilice la literatura como herramienta de transformación social, porque si fuese esa su vocación no sería escritora, sino líder de algún movimiento o maestra de propaganda.

De hecho, ha afirmado que sería un "malentendido" pensar que escribe con ese fin sus libros, en los que sí reconoce que se introducen situaciones que existen en el mundo real, un mundo que es imperfecto y que, por consiguiente permite que haya literatura.

"Las novelas tradicionales sí que reflejan las dificultades y obstáculos que existen en nuestra sociedad y si se eliminasen, los escritores no tendrían nada de qué escribir, porque nadie quiere leer a cerca de lo estupendo y perfecto que es un día y otro porque después de tres días estupendos dejas de leer", ha afirmado.

La autora de "El asesino ciego", en la que incluyó un personaje que participó en la Guerra Civil española, ha afirmado que ese conflicto entre españoles se está volviendo a someter a evaluación y a ser examinado "muy de cerca" desde distintas perspectivas.

En cuanto al proceso abierto por el juez Baltasar Garzón para imputar al franquismo de "genocidio" por la Guerra Civil, la escritora canadiense ha señalado que "quizás no sea el término adecuado" porque fue "una lucha entre españoles que sólo se diferenciaban por la perspectiva política".

"Además, quizás es un poco tarde pues la mayoría de las personas que participó en esa guerra ya no está viva", ha añadido Atwood, antes de afirmar que ese conflicto ha dejado "algunas de las fotografías más impresionantes del siglo XX".

Comprometida con la causa de la mujer, Atwood ha incidido en que no lo hace desde la perspectiva de que todas son ángeles y buenas "porque ni sería verdad, ni tampoco sería interesante" desde el punto de vista literario.

La autora de "La mujer comestible" ha unido esta causa a otra de sus grandes preocupaciones, el calentamiento global, para señalar que las mujeres podrían contribuir a reducirlo si "se dedicasen a pensar qué es lo que realmente están comprando y para qué lo utilizan".

No obstante, ha incidido en que hasta que los políticos no se den cuenta del gran problema que supone el calentamiento de la Tierra no se va "a conseguir nada", salvo, "quizás, si desaparece el petróleo", un cambio para el que, sin embargo, "no estamos listos".