Sociedadcableada, por Juan Varela
Un blog sobre los nuevos ciudadanos y medios digitales
MADRID.- El presidente José Luis Rodríguez Zapatero no deja de sorprendernos. Ayer en una entrevista televisiva justificó el canon digital como "una señal de patriotismo" para defender la cultura. Una parte de ella, por cierto.
Los internautas y los millones de personas que protestan contra el canon digital por considerarlo injusto e indiscriminado se han quedado de piedra.
Quienes se oponen al canon no son patriotas. Puede. Pero maldita la falta que hace ser patriota cuando los impuestos los recaudan entidades privadas de gestión de derechos de unos pocos.
Zapatero vuelve a identificar al PSOE con una cierta cultura y desprecia a otras. El maridaje entre ciertos artistas y el Partido Socialista espanta. Petrifica la posibilidad de un cambio cultural necesario cuando la sociedad y la tecnología avanzan más que el negocio de algunos.
Pero Zapatero es agradecido.
Las tesis del entorno cultural del PSOE vuelven a imponer su criterio frente al entorno de Industria y la Secretaría de la Sociedad de la Información.
Los Ciudadanos en Red con Zapatero tienen muy difícil consolidar y justificar su apoyo a un presidente con una visión enquistada de la realidad de la sociedad de la información.
Una realidad que ama, respeta y crea más cultura que nunca. Pero que reclama nuevos métodos de gestión, difusión y comercialización.
Es curioso que el presidente declare su disposición a cambiar el canon cuando exista "una solución alternativa razonable" mientras no se realiza ese debate ni se tienen en cuenta alternativas ya planteadas como la de la Comisión Asesora sobre la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, tenazmente combatida por la SGAE antes de la reforma de la Ley de la Propiedad Intelectual.
Pero Zapatero sólo escucha una parte.
Y Rajoy tiene causa para rato cuando internet y la cultura digital van a jugar por primera vez en España un papel relevante en las elecciones.
Zapatero, empeñado en el patriotismo constitucional, busca esas "formas culturales de vida" propuestas por el filósofo Jürgen Habermas para justificar la participación e identificación política de los ciudadanos en el Estado posnacional.
"Resulta también en interés del propio Estado constitucional el tratar con respeto y cuidado a todas aquellas fuentes culturales de las que se alimenta la conciencia normativa de solidaridad de los ciudadanos", ha explicado Habermas.
Pero Zapatero se equivoca. La cultura que él defiende no es la argamasa de la ciudadanía española. Más bien cada día se aleja más la una de la otra.
Y los impuestos privados son un rasgo premoderno inaceptable para una sociedad. Zapatero debería recordar que los impuestos privados le costaron la cabeza a varios reyes y espolearon las revoluciones de la modernidad.
El patriotismo no necesita tasas.
Selección de temas realizada automáticamente por
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Juan Varela es periodista y bloguero.
La vida real y virtual en el ciberespacio y la actividad de los nuevos ciudadanos digitales. Una exploración de la vida cuando todos podemos ser medios. Los desafíos de la democracia y la ciudadanía digital. La cibercultura y las ideas que animan la vida digital y las identidades de dominio público en la era del ciborg sentimental.
Ir a:
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son incapaces de ponerse en la piel de otros. No pueden llegar a sentir lo mismo que otras personas. Incapaces de ponerse, por un momento, en la piel del otro. Sin remordimientos, manipuladores, astutos. Capaces de engañar a otros en búsqueda de su propio interés. Vanidosos, megalómanos… Podría ser una definición de algunos de nuestros líderes. Pero no lo es. Así son los psicópatas, y algunos políticos, del modo en que actúan, parecen hacerlo como ellos.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Política emocional. Política de las emociones. Transmitir emociones. Usar un lenguaje emocional… toda esa retahíla suele escucharse cuando proyectamos cómo deben ser los discursos del poder. Muchas veces nos gustaría ver en nuestros líderes ese punto emocional en los discursos. No porque nos parezcan más bellos, más interesantes; en el fondo lo que queremos es que nos hagan actuar.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Por mucho que queramos comparar las realidades políticas a ambas orillas del Atlántico, la realidad es que la propia base de la misma es radicalmente distinta. Cuando en comunicación queremos reflejarnos en aquellos elementos más desarrollados de la política norteamericana topamos con un elemento cultural de primer orden: en Estados Unidos, la política puede ser entretenimiento. Aquí no.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.