El MNAR muestra la vida cotidiana de hace 2.000 años gracias a la tragedia del Vesubio

Mérida.-  Las personas que visiten desde hoy el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) de Mérida podrán conocer la vida de Pompeya y Herculano, que cesó hace unos 2.000 años, ya que en él se exponen numerosas piezas conservadas "gracias a la tragedia humana" de la erupción del volcán Vesubio del año 79.

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(EFE)

Vaciado en yeso de restos de víctimas de la erupción que se pueden contemplar en la exposición "Pompeya y Herculano, a la sombra del Vesubio".

Así lo ha explicado en este museo emeritense el embajador de Italia en España, Pasquale Terracciano, en el acto de inauguración de la exposición "Pompeya y Herculano. A la sombra del Vesubio", que ofrece piezas originales que se permanecieron bajo metros de material volcánico.

Este material comenzó a ser contemplado de nuevo tras el comienzo de las excavaciones en 1737 y hoy permite "revivir, por medio de una tragedia humana, la vida cotidiana, el sentido de la vida en ciudades como Pompeya y Herculano".

En este sentido, se muestran objetos cotidianos como braseros, recipientes de cristal para conservas, bustos individuales, joyas, estatuas de jardín de niños y animales, lienzos de pintura de estancias particulares y cazuelas y sartenes, así como otros colectivos como frescos de edificios públicos y estatuas de dioses.

No obstante, hay piezas más impactantes, como varias copias de los moldes de yeso que, gracias a la labor de los arqueólogos, llenaron el vacío dejado en el material volcánico por los cuerpos de las miles de personas que, de una u otra forma, murieron durante aquellas horas de agosto de hace casi 1929 años e, involuntariamente, dejaron su testimonio.

Para el embajador italiano, quienes visiten esta exposición, que estará abierta hasta el 29 de abril en varias salas del Museo Nacional de Arte Romano, comprobarán la "cercanía emotiva" de aquella civilización.

En este sentido, ha dicho que es una experiencia "histórica, artística y humana" que también posibilita comprobar la existencia de "una raíz común" entre Italia y España, ambas herederas de la cultura grecolatina.

Asimismo, Terracciano ha subrayado que la muestra, integrada por fondos cedidos por instituciones como el Instituto Italiano de Cultura y las superintendencias de Bienes Arqueológicos de Nápoles, de Pompeya y de Museos de Nápoles, se caracteriza por la calidad de sus piezas y no por su cantidad.

También ha manifestado el embajador, natural de Nápoles, su esperanza en que la presencia de esta muestra en el museo emeritense ayude a incrementar el número de visitas a los yacimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano.

Por su parte, el comisario de la exposición, Albert Ribas, ha resaltado que, "gracias a un desastre" de carácter natural, es decir, a aquella erupción volcánica, hoy es posible apreciar los objetos de entonces y, a través de éstos, la "belleza increíble" de aquel mundo, el grecolatino.