Los hijos de la acusada de matar al marido declaran que la maltrataba y la obligó a abortar tres veces

Toledo.-  Los hijos de Emiliana G.P., de 50 años, la mujer que está siendo juzgada en Toledo por matar a su marido con un cuchillo en mayo de 2006 en Argés (Toledo), avalaron hoy los malos tratos que padeció su madre de manos de su padre en los 28 años de matrimonio, hasta el punto de que "la obligó a abortar en tres ocasiones".

Durante su testimonio, que provocó las lágrimas de algún miembro del jurado popular que juzga a Emiliana, la hija mayor del matrimonio, Elena, de 29 años, relató entre sollozos que su padre, Santiago Asensio, llegó a decir a su madre que "si no te deshaces de lo que llevas dentro, lo haré yo a patadas", lo que escuchó desde su dormitorio, contiguo a la habitación matrimonial.

Elena A.G. explicó también que los malos tratos continuaron, incluso, cuando su madre estaba embarazada de la menor de sus hermanas y que ha llegado a ver a su padre como le propinaba patadas en estas circunstancias cuando la mujer estaba tirada en el suelo.

Coincidieron los tres hijos en que las relaciones con su padre eran buenas cuando no ingería alcohol, pero, cuando bebía, lo que ocurría con mucha frecuencia y más en los últimos años de convivencia, su padre "se transformaba" y que se ponía "muy agresivo", no solo con su madre, sino que también se encaraba con ellos y les intentaba agredir cuando le sujetaban para que dejara de agredir a su madre.

En muchas ocasiones, dijeron los tres hijos mayores de edad -Elena, María Jesús y Santiago, de 29, 24 y 23 años (la menor de nueve años no testificó)- su madre estaba tan atemorizada, tan "acojonada", que huía de casa y llegaba a pasar la noche a la intemperie, durmiendo protegida del frío con cartones o en las obras de las inmediaciones.

Indicaron, asimismo, que su padre no solo insultaba a su madre llamándole "puta, zorra, no eres nadie o estás muerta", sino que le propinaba patadas, puñetazos y tirones de pelo arrastrándola por la casa, sino que en varias ocasiones la amenazó de muerte esgrimiendo una escopeta de caza o un cuchillo, "tenía obsesión con que la tenía que matar", dijo Elena.

La situación había llegado a un callejón sin salida porque cuando le planteaban el tema de la separación matrimonial, el fallecido amenazaba de muerte, no solo a su mujer, sino también a toda la familia como cuando en una ocasión les dijo "si os vais, os pego un tiro y luego me lo pego yo", dijeron.

En el año 2000 la hija mayor tuvo que llamar a la Guardia Civil, porque "mi madre no se atrevía, estaba atemorizada", dijo Elena, quien explicó que si Emiliana no llegó a ratificar los malos tratos fue por miedo ante las insistentes amenazas de su padre de que la iba a matar.

Además de los hijos y de los novios de Elena y María Jesús, también prestó declaración uno de los hermanos de la víctima, José Luis, quien afirmó que su hermano, con el que se veía a diario en el trabajo, no tenía ningún problema con la bebida -tomaba "zumos de naranja para desayunar"- y que desconocía las malas relaciones que había en la pareja, puesto que no había visto ni indicios de ello.

El médico de la UVI móvil que acudió al domicilio familiar explicó que cuando llegaron Santiago Asensio ya estaba en parada cardiorrespiratoria y pese a los trabajos de reanimación nada pudieron hacer para salvarle la vida.