El ex primer ministro francés Raffarin defiende a su sucesor Villepin en el caso Clearstream

París.-  El ex primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin (2002-2005) defendió hoy al también ex primer ministro Dominique de Villepin (2005-2007) por su gestión en el caso Clearstream, al declarar que un asunto tan "sensible" justificaba "un procedimiento excepcional".

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(EFE)

Dominique de Villepin (d) saludando a Jean-Pierre Raffarin, tras la ceremonia de traspaso de poderes celebrada en París el 31 de mayo de 2005 en la que el primero sucedió al segundo como primer mistro francés. EFE/Archivo

Después de que el testigo principal en el caso, el general Philippe Rondot, contradijese a Villepin en varios puntos ante el tribunal que juzga el caso de las falsas listas de presuntos beneficiarios de cobros ilegales, Raffarin ha echado un capote al que entonces ocupaba el cargo de ministro de Exteriores.

Según el general, que investigó el caso en 2003 y 2004, Villepin supo desde enero de 2004 que el nombre de Nicolas Sarkozy, actual jefe de Estado y entonces ministro del Interior y rival de Villepin, estaba en los listados de beneficiarios del cobro de comisiones ilegales, que posteriormente se demostró que eran falsos.

Aunque Raffarin ha declarado que fue informado del asunto en julio de 2004, no ha dado importancia al hecho de que Villepin no le comunicase la existencia de los listados, que presuntamente conocía desde enero de ese año.

"Transmitir un dossier, a veces es darle una amplitud que no se sabe si merece", indicó el ex primer ministro sobre el que fuera entonces su responsable de Exteriores.

Raffarin agregó que ésta es "una situación excepcional, de una sensibilidad extrema, y a la que los comportamientos habituales no se adaptan sistemáticamente".

En aquellos años, Villepin y Sarkozy mantenían un mal disimulado pulso por hacerse con el liderazgo de la derecha francesa y postular al puesto de presidente de la República en las elecciones de 2007.

Villepin clama su inocencia y afirma ser víctima de una "maquinación" orquestada por Sarkozy, a la vez que asegura que el proceso no es justo, puesto que el presidente es parte civil.