El diseño está en la frontera

Está celebrándose este fin de semana en Portbou la Festa del Grafisme. Cuando los eventos sobre diseño gráfico han sido ocupados por la grandilocuencia de las grandes marcas, del diseño para el marketing, reconforta ver que alguien transita en la dirección opuesta. Hasta este pueblo a una estación pegado nos hemos trasladado para vivirlo de primera mano.

Portbou (Girona) es el último pueblo antes de llegar a la frontera. Recóndito, con 1.345 habitantes, es heredero de los contrastes que generó su hoy desaparecida actividad aduanera. Durante un fin de semana y por segunda vez, en una cita que parece haber llegado para quedarse, el diseño se apropia literalmente de esta villa. Talleres infantiles y para adultos, conferencias, conciertos, exposiciones… con una filosofía especialmente novedosa: frente a iniciativas similares de carácter intrusivo, aquí hay un especial cuidado en que lo que se hace tenga una participación activa de los lugareños, que comparten con los más de trescientos diseñadores venidos de toda España. Todas las actividades son gratuitas, no hay inscripciones, no hay grandes esponsores, y aun así nada tiene que envidiar el programa a las convocatorias de máximo nivel.

Dos datos llaman poderosamente la atención, convirtiendo la Festa del Grafisme en un hecho insólito: por un lado, en una exposición que supone un hito histórico en nuestro país, Steve Hare, presidente de la Penguin CollectorŽs Society muestra su colección personal de libros de la prestigiosa editorial inglesa; el propio Steve ha conducido desde Inglaterra para traerla: no estaba dispuesto a facturar en un avión su tesoro editorial.

En segundo lugar, esta tarde tendrá lugar una charla debate sobre el diseño de libros electrónicos. Seguramente, en unos meses será el tema recurrente en todos los foros y acontecimientos relacionados con el diseño gráfico, pero que tomen nota: en Portbou fue donde se hizo por primera vez.