Los pueblos afectados no corren peligro y esperan que el fuego se controle hoy

Zaragoza.-  Las poblaciones afectadas por el incendio declarado en el campo de maniobras militares de San Gregorio -Tauste, Remolinos, Padrilla de Ebro y Torres de Berrellén- no corren ningún peligro y esperan que a lo largo del día las llamas estén controladas.

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(EFE)

El incendio declarado en el campo de maniobras de San Gregorio de Zaragoza sigue activo en el interior de las instalaciones militares y en uno de los flancos del exterior, tras arrasar, por el momento, unas 6.000 hectáreas.

Así lo han indicado a Efe los alcaldes de las cuatro localidades, quienes han insistido en que el incendio, que se declaró el pasado martes y ha quemado ya unas 6.000 hectáreas, no supone ningún riesgo para las poblaciones, por la lejanía de los cascos urbanos a los frentes, y han mostrado su confianza en que quede hoy controlado, si las actuaciones se centran en el campo de maniobras.

El alcalde de Tauste, José Luis Pola, ha asegurado que el fuego en su término municipal está bastante controlado y ha arrasado unas 1.200 hectáreas de monte bajo, pinar, campos de cultivo y rastrojos.

Ha subrayado que la población no ha corrido en ningún caso peligro, ya que el casco urbano está a unos 15 kilómetros de los focos, aunque han llegado cenizas y humo.

El problema de este fuego, en su opinión, es que las llamas se declararon dentro del campo de maniobras y los medios civiles de extinción del Gobierno de Aragón y de la Diputación Provincial de Zaragoza no pudieron actuar hasta que se extendió al exterior, cuando ya había adquirido "mucha importancia", con un frente más difícil de controlar.

Luis Eduardo Moncín, alcalde de Pradilla de Ebro, ha asegurado que el fuego en su término municipal ya está extinguido y que ha arrasado "todo lo que tenía que quemar", unas 500 hectáreas de pinos, matorral y rastrojos, muy alejados del casco urbano.

A su juicio, este incendio se ha extendido porque los medios de extinción civiles no pudieron actuar hasta la tarde del martes, al declararse en una zona militar.

"Si se hubiera actuado antes, posiblemente se hubiera apagado dentro del recinto militar", ha estimado Moncín, quien ha insistido en que los medios civiles tendrían que haber intervenido antes, ya que cuando se declaró el fuego no había viento y se hubiera apagado desde el aire "fácilmente".

Alfredo Zaldívar, alcalde de Remolinos, ha precisado que el frente que avanzaba hacia su población está bastante controlado, que han ardido unas 400 hectáreas de matorral bajo y pinar, junto a un parque eólico, y que nunca se pensó en una posible evacuación de los vecinos porque no ha habido peligro.

Además, ha manifestado su esperanza en que el incendio se pueda controlar hoy si se centran las labores de extinción en el frente activo dentro del campo de maniobras.

Por su parte, la alcaldesa de Torres de Berrellén, Mercedes Trébol, ha señalado que las llamas en su término municipal están controladas y que las afecciones se han centrado en una zona conocida como Caserío de Pola.

Este área es un monte de titularidad privada alejado del casco urbano y cercano al municipio de Alagón, de una gran extensión, en el que hay pinares y cultivos de avena y trigo.

Tampoco este municipio ha corrido ningún riesgo por la lejanía de las llamas y porque cuenta con el Ebro como cortafuegos natural, ha comentado Trébol, quien ha apuntado que ella misma alertó del incendio al Ejército pasadas las 13.00 horas del martes, al ver fuego detrás de la ermita de la población, y que en torno a las 14.40 horas le comunicaron que las llamas estaban a diez kilómetros de la localidad y que ya se había activado el protocolo de extinción.