Los seguidores de Zelaya anuncian más presión y piden mayor beligerancia a la ONU

Tegucigalpa.-  El frente social que apoya al depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, anunció hoy que mañana ejercerá más medidas de presión para exigir su regreso y pidió a la ONU que tenga más beligerancia en la crisis política del país.

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(EFE)

Según un movimiento leal a Zelaya, Roberto Micheletti suspendió la visita de la misión porque no quiere que sea testigo de una movilización popular prevista para mañana ni que se resuelva la crisis política. EFE/Archivo

En un alto durante una nueva manifestación de protesta, un grupo de dirigentes del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado se reunió con la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Tegucigalpa, Rebeca Arias.

Un miembro de la comisión, el dirigente campesino Rafael Alegría, dijo que el objetivo principal de la reunión era plantearle a Arias que la ONU tenga "una posición más beligerante, más fuerte", ante la crisis y apoye la reinstauración del orden constitucional tras el derrocamiento de Zelaya el pasado 28 de junio.

Reiteró su condena a que "este régimen golpista no permitió" que una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) viajara este martes a su país, sino que la aplazó para otra fecha, en un rechazo a que la integrara el titular del organismo, José Miguel Insulza, que finalmente será observador.

Según el movimiento leal a Zelaya, el nuevo presidente hondureño, Roberto Micheletti, suspendió la visita de la misión porque no quiere que sea testigo de una movilización popular prevista para mañana ni que se resuelva la crisis política.

El encuentro con Arias se celebró en la sede del Sistema de las Naciones Unidas, donde la marcha hizo un alto en su ruta desde una institución educativa hacia el centro de la ciudad.

Alegría subrayó que, pasados 44 días del derrocamiento de Zelaya, la manifestación de hoy fue "bastante multitudinaria, lo que significa que el pueblo no se rinde" en su exigencia de que regrese el depuesto presidente y se retire Micheletti, designado por el Parlamento también el 28 de junio.

Consideró que esta marcha "es una buena señal" de las actividades previstas para mañana, cuando se espera la llegada a Tegucigalpa y San Pedro Sula (norte) de seguidores de Zelaya en caminata desde el interior del país.

"Estamos ante la víspera de la llegada de miles y miles de compatriotas, campesinos, sindicalistas, indígenas, maestros" y miembros del gobernante Partido Liberal afines a Zelaya, apuntó Alegría.

Sin entrar en detalles, el dirigente adelantó que se celebrarán "grandes concentraciones" en ambas ciudades.

El coordinador de la operación de seguridad que el Gobierno de Micheletti mantiene ante la crisis, el comisionado de Policía Danilo Orellana, aseguró a la prensa que tiene informes de que los manifestantes "quieren crear un caos".

En Tegucigalpa, los seguidores de Zelaya pretenden "copar la Casa Presidencial", dijo Orellana.

Además, manifestó que estos grupos podrían tratar de "boicotear el partido de fútbol" entre las selecciones de Honduras y Costa Rica por la eliminatoria para el Mundial Sudáfrica 2010, que se disputará el miércoles en San Pedro Sula.

"Esperamos que no haya hechos violentos", apuntó el oficial, quien subrayó que la Policía Nacional y los militares están "debidamente preparados" para enfrentar cualquier situación.

Indicó que, hasta ahora, las caminatas de los simpatizantes de Zelaya han transcurrido sin incidentes y, aunque sólo utilizan las orillas de las carreteras, ocasionalmente obstaculizan el tráfico.

Orellana dijo que las autoridades están "preocupadas" porque en las marchas haya personas o grupos que pretendan "causar daño" a empresas privadas e instituciones públicas.

En otra protesta realizada hoy, decenas de empleados del Gobierno de Zelaya pidieron frente a la Casa Presidencial el pago de sus salarios porque, sostienen, no han sido despedidos oficialmente.

Los bloqueos de carreteras en el interior del país, que eran constantes por parte de los seguidores del destituido mandatario, ya prácticamente han cesado, según la Policía.