Madrid/Oviedo.- Cerca del 74 por ciento del cemento empleado en Asturias tiene como destino obra civil, porcentaje que se sitúa casi 30 puntos por encima de la media nacional y que contratas con comunidades como la valenciana, donde a este fin se destina menos del 20 por ciento.
Cerca del 74 por ciento del cemento empleado en Asturias tiene como destino obra civil, porcentaje que se sitúa casi 30 puntos por encima de la media nacional y que contratas con comunidades como la valenciana, donde a este fin se destina menos del 20 por ciento. EFE/Archivo
En concreto, Valencia es la comunidad autónoma que menos cemento destina a la construcción de obra civil, con el 19,2 por ciento, mientras que en el País Vasco la proporción se eleva al 75,4 por ciento, según un informe elaborado por la patronal cementera Oficemen con datos de 2008.
En el conjunto de España, el destino final del cemento sigue siendo mayoritariamente la edificación, que concentra el 55 por ciento del total con un 29 por ciento para vivienda y un 26 por ciento para la edificación no residencial; en tanto que obra civil consume el 45 por ciento restante.
El País Vasco es la comunidad que más cemento consume para la construcción de infraestructuras, con un 75,4 por ciento, seguido de Castilla y León (75%), Asturias (73,7%) y Extremadura (65%).
En el extremo contrario se sitúan Valencia y Murcia, con porcentajes del 19,1 y del 31,7 por ciento, respectivamente.
En su conjunto, la zona cantábrica es la que destina más cemento a obra civil, con un 55,1 por ciento, seguida de la zona centro, con un 54,5 por ciento.
La zona mediterránea, con un 28,7 por ciento, es la que menos cemento consume para infraestructuras, frente al 31,6 por ciento que dedica a viviendas y el 39,8 por ciento que usa para edificación no residencial.
Para Oficemen, estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de que algunas comunidades reequilibren sus políticas de obra pública con el fin de minimizar el impacto que tiene sobre el empleo la crisis del sector de la construcción.
La patronal cementera considera que el fomento de infraestructuras es la única forma de hacer remontar su actividad y ventas, que en los últimos dos años se han visto lastrados por el "crack" inmobiliario.
En el conjunto de España, dentro de la edificación no residencial, el 35% del cemento se usa para la construcción de instalaciones de turismo, recreo, deporte y transportes, mientras que el 24% corresponde a infraestructuras agrarias, ganaderas e industriales, el 23% a oficinas y edificios colectivos y el 18% a servicios comerciales y almacenes.
En el caso de la obra civil, el segmento de carreteras y viales concentra el 45% del consumo de cemento, seguido de plazas, urbanizaciones y parques (15%); tren, metro y Ave (13%), y puertos, muelles y diques (10%).
Según la misma fuente, mientras el consumo de cemento para obra civil se mantuvo estable a lo largo de todo 2008, en el caso de la edificación se fue reduciendo paulatinamente, hasta llegar a situarse por debajo del consumo para infraestructuras en el último trimestre.
Por otra parte, Oficemen encargó un informe sobre el parón inmobiliario provocado por la crisis y que contiene datos sobre 470 promociones distribuidas por todo el territorio nacional.
Del total de promociones analizadas, el 6 por ciento estaban paralizadas y el 6,4 por ciento no se había iniciado.
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