Un activista fue asesinado poco después de criticar a la presidenta de Filipinas

Manila.-  Un activista de izquierdas fue asesinado en la región central de Filipinas horas después de haber criticado en un discurso a la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, informó hoy la Policía.

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(EFE)

Imagen de una protesta contra la reforma constitucional en Makati, Manila (Filipinas). Un activista fue asesinado en la región central del país horas después de criticar en un discurso a la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo.

Fermin Lorico, cabecilla de una pequeña organización que defiende los derechos de los campesinos, fue acribillado ayer a balazos por varios desconocidos en la ciudad de Dumaguete en la isla de Negros, 650 kilómetros al sureste de la capital.

El sindicalista había asistido a uno de los actos de protesta convocados en todo el país para rechazar los planes para reformar la Constitución y permitir así a Arroyo poder mantenerse en el poder.

Durante la manifestación, Loricó acusó a la presidenta y sus socios de estar conspirando para aferrarse a sus "tronos".

Estos tipos de sucesos son habituales en Filipinas, donde quienes se atreven a criticar a los poderosos políticos suelen perder la vida a manos de sus sicarios o "desaparecen" sin dejar rastro desde que Arroyo llegó al poder en enero de 2001, según los grupos de derechos humanos.

Miles de personas tomaron también ayer las calles de Manila para oponerse a la enmienda de la Carta Magna, aprobada en el Congreso por la mayoría pro-gubernamental pero que debe ser ratificada por el Senado, dominado por la oposición.

Filipinas celebrará elecciones presidenciales en mayo de 2010, a las que en principio no puede concurrir Arroyo, dado que la Constitución ahora limita al jefe del Estado a un único mandato de seis años.

Sin embargo, de prosperar la moción promulgada por sus socios, el Parlamento podrá arrancar un proceso para transformarse en asamblea constituyente y modificar la Carta Magna, en vigor desde 1987.

Arroyo llegó al poder en 2001 tras la caída de Joseph Estrada y renovó su mandato en los comicios de 2004, en los que fue acusada de fraude electoral.

Durante sus más de ocho años en el poder ha superado varios golpes frustrados y hasta cuatro procesos de destitución abiertos en el Parlamento, la mayoría por escándalos de corrupción, pero todavía goza del respaldo de empresarios y militares.