Eres un parado en potencia pero no te 'suicides' antes de tiempo

"En mi empresa se comenta que van a despedir a varios compañeros. Yo, por si acaso, ya me he hecho socia de Legálitas". Es una de las cuñas que esta empresa de asesoría legal emite por la radio. Quien más y quien menos conoce a alguno de los más de cuatro millones de parados que hay en España y, según están las cosas, es difícil no caer en la histeria colectiva y pensar: "¿seré yo el próximo?". Y es que todos llevamos un parado en potencia en nuestro interior.

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No dejes que te arrastre la histeria colectiva.

Esta crisis está cambiando la actitud de muchos en el trabajo porque el miedo a ser despedidos está en el aire. Un ejemplo es el anuncio de radio al que nos referíamos: el número de consultas sobre asuntos laborales ha aumentado un 40% en los últimos seis meses y la mayor parte tiene que ver con la posibilidad de un despido improcedente. "A veces la amenaza es real pero, en otras, no se trata más que de una percepción causada por la continua información sobre despidos", explica el psicólogo clínico Jorge Barraca. Ante una situación como ésta, hay muchas maneras de reaccionar, desde buscar triquiñuelas para conseguir que no te despidan a entrar en dinámicas que llevan a una 'profecía autocumplidora' y que pueden acabar por desencadenar un despido que no estaba previsto.

La reacción más habitual es la de ponerse las pilas y no dar motivos a los jefes para que te despidan. "En las pequeñas empresas los trabajadores suelen arrimar el hombro 100%, ya que saben que cada gesto cuenta. Además, en las empresas de mayor tamaño se puede pasar desapercibido mientras que en las pequeñas es más fácil si estás cumpliendo o no en el trabajo", cuenta Julio Jerez, de la consultora e-Consulting.

Una de las mejores maneras de que se note que estás cumpliendo en el trabajo es que se te vea sentado frente a tu ordenador. "Hay mucha gente que ahora se lo piensa dos veces antes de cogerse una baja de corta duración; las de larga duración se mantienen estables porque cuando se está realmente enfermo, se está enfermo, independientemente de que haya crisis", explica Julio. Lo que sí está en vías de extinción es una figura a la que Julio y sus compañeros se refieren como 'el profesional de las bajas'. "Tradicionalmente, muchos comerciales tenían la dinámica de vender mucho un mes y coger la baja el mes siguiente, puesto que la base de cotización que se tiene en cuenta en su caso para cobrar la baja es la del mes anterior. Pero cada vez hay menos 'profesionales de las bajas' por miedo a que les echen".

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Los expertos aconsejan, sobre todo, mucha calma.

Entonces ¿cómo es posible que las cifras oficiales apunten a que el absentismo no ha variado mucho en los últimos meses? "Mientras que algunos deciden reaccionar de una manera muy activa ante el fantasma del paro, otros casi se dan por vencidos". La frase "total, si me van a despedir" pasa por la cabeza de muchos trabajadores, sobre todo si su empresa está inmersa en una ola de despidos, tiene algún ERE en marcha o empieza a tener problemas a la hora de pagar. "Cuando a un trabajador le deben dos nóminas es bastante habitual que comience a perder el interés y que piensen que no merece la pena trabajar. Así que se cogen bajas por pequeñas cosas por las que antes no faltarían a trabajar", cuenta este consultor.

¿Una amenaza real?

"Psicológicamente, lo más complicado de llevar son las situaciones de incertidumbre y a mucha gente puede superarle no saber si su futuro está seguro, sobre todo si está habiendo despidos en su entorno", explica el psicólogo Jorge Barraca. Ante todo, los expertos recomiendan mucha calma: que el paro siga subiendo no significa que peligren todos los puestos de trabajo. De hecho, tener una actitud pesimista y no controlar el miedo a un posible despido puede llevar a entrar en un círculo vicioso: el trabajador se encuentra inseguro, pierde la ilusión, empieza ser menos efectivo en su puesto y, en algunos casos, puede desencadenar su propio despido.

"Va a haber muchas diferencias entre cómo unas personas y otras afrontan una amenaza de despido dependiendo de lo importante que es el trabajo en su vida en ese momento", explica el psicólogo. En general, para los hombres resultará más desalentador perder su empleo ya que buena parte de su realización proviene del trabajo. Sin embargo, las mujeres suelen tener otras fuentes como la familia. "Pero siempre va a depender de la persona. Habrá mujeres a las que les haya costado mucho llegar a su posición laboral y que se sientan muy frustradas si ven que pueden perder el trabajo".

Y si de verdad hay indicios para preocuparse, también hay distintos modos de enfrentarse a ello. Lo que los psicólogos llaman 'prevención de respuesta' puede evitar que a alguien le sobrepase un posible despido. "Hay que hacer un ejercicio cognitivo previo y, si hay indicios, ponerse en la situación por si realmente pasa. Buscar las alternativas de antemano e intentar comprenderlo para que no se te venga todo encima si finalmente acaba habiendo un despido", explica Barraca.