Los receptores, verdugos en la ofensiva del Clásico Mundial demostrando sus recios bates

San Juan.-  La posición de receptor no es una distintiva en la ofensiva, aunque en la edición de este año del Clásico Mundial de Béisbol los que jugaron en el grupo D se revelaron al tronar sus bates de manera impresionante.

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(EFE)

El jugador de Puerto Rico Iván Rodríguez batea una bola durante el partido del Clásico Mundial de Béisbol contra Holanda disputado el pasado 9 de marzo en el estadio Hiram Bithorn de San Juan (Puerto Rico).

Los puertorriqueños Iván Rodríguez, Yadier Molina y Geovany Soto; los holandeses Kenley Jansen y Sidney de Jong, y el dominicano Miguel Olivo, demostraron que también sus maderos fueron claves en la competencia, al igual que sus guantes y brazos.

Rodríguez, máximo receptor ganador de Guantes de Oro en las Grandes Ligas con 13, fue el principal representante detrás del plato al ser seleccionado 'Jugador Más Valioso' del Clásico.

El futuro jugador del Salón de la Fama bateó para promedio de ,545 (6-11), incluyendo dos cuadrangulares y cinco remolcadas.

"Los 'catchers' están haciendo un buen trabajo. Son 'catchers' que estudian mucho el juego, y los bateadores", enfatizó.

Molina, por su parte, fue el héroe del triunfo boricua de 3-1 sobre Holanda el pasado lunes, que le dio el pase a Puerto Rico a la segunda ronda del Clásico con un doble de dos carreras en la octava entrada, para una remontada de tres anotaciones en dicho episodio.

Soto, Novato del Año del 2008 en la Liga Nacional, pegó tres imparables en ocho turnos al bate.

Jansen, mientras tanto, el receptor más joven entre el grupo, con 21 años, se creció en el primer triunfo de Holanda el pasado sábado, 3-2, sobre el equipo dominicano.

A pesar de que se fue en blanco en sus ocho turnos en toda la serie, Jansen respondió con su defensa y brazo al sacar en tercera base al veloz José Reyes y culminar con la probabilidad de anotar en el noveno episodio y empatar el juego.

Indicó que le tiene "mucho respeto" a Rodríguez y Molina, pues cuando los ve por televisión, trata de copiar sus formas de jugar.

De Jong, bateó para ,500, al pegar dos incogibles en cuatro turnos.

Olivo, no muy destacado por sus batazos de larga distancia, tuvo promedio de ,273 (3-11). De los tres 'hits', dos fueron cuadrangulares, los cuales conectó en la aplastante victoria de 9-0 contra Panamá el pasado domingo.

Sin embargo, no sólo éstos jugadores tienen que sacrificarse al permanecer en cuclillas durante gran parte del juego, sino que también han estado formidables como compañeros de batería de los lanzadores.

La República Dominicana se marchó del Clásico con una efectividad de 0,31 carreras limpias por juego.

Ubaldo Jiménez fue el lanzador dominicano que más se destacó por su equipo, pues en su única salida ante Holanda el pasado martes, abanicó a diez, logrando una marca para el Clásico.

A pesar del gran trabajo que hicieron los dominicanos, el equipo caribeño no pasó a la segunda ronda del Clásico 2009. Fueron semifinalistas en la edición del 2006.

El equipo de Puerto Rico culminó segundo con una efectividad de 0,31.

El dato es impresionante, pues nueve de los 14 lanzadores puertorriqueños han tenido experiencia en las Grandes Ligas.

En la edición pasada, el equipo boricua terminó segundo entre los 16 equipos en efectividad con 2,08. Corea culminó primero con 2,00.

Holanda, por su parte, está quinto entre todos los equipos que juegan en el Clásico, con una efectividad de 2,50. En la edición del 2006, los europeos terminaron con efectividad de 6,48.

La diferencia de este año fue su técnico, el ex lanzador Bert Byleven, uno de los grandes en las Grandes Ligas.