Renault España considera que las marcas no pueden hacer más, ahora le toca al Gobierno

Ginebra.-  Las marcas automovilísticas "no podemos" acometer más campañas promocionales para estimular las ventas, por lo que la dinamización del mercado corresponde al Gobierno con ayudas administrativas, dijo a EFE el director general Comercial de Renault España, Armando García Otero.

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(EFE)

Un operario trabaja junto a un motor de la factoría de Renault España. EFE/Archivo

El directivo de la filial española efectuó estas declaraciones en las jornadas de prensa en el Salón del Automóvil de Ginebra, primero de los que se celebran en Europa cada año.

García Otero aseguró que en mercados como el español, con caídas de ventas de automóviles del 50 por ciento, "el Gobierno tiene que hacer algo más de lo que hace, pues nosotros ya no podemos hacer nada más".

El directivo de Renault puntualizó que el Plan VIVE reformado ha mejorado bastante respecto del original, pero es insuficiente y precisa con urgencia de complementarse con ayudas directas a la demanda.

Pidió al Gobierno español que siga las directrices aplicadas por Alemania (ayudas directas de 2.500 euros) o de Francia (de mil euros) que han estimulado esos mercados en una situación difícil como la actual y que, incluso, indirectamente, han impulsado la producción en España para poder atender en sus países el incremento de pedidos.

La actual coyuntura del sector automovilístico, según el director general de Renault España, "es difícil y no sabemos hasta donde podemos llegar, porque no es lo mismo que la crisis dure seis meses que cuatro años y, desde luego, en el camino se van a quedar marcas, productos y redes comerciales".

Pese a esta situación económica adversa, García Otero aseguró que Renault se encuentra en una situación de ventaja respecto a la competencia "porque hemos hecho bien los deberes en los últimos meses" e, igualmente "nos sentimos seguros de cara a afrontar la nueva etapa".

Uno de estos deberes solventados ha sido el "esfuerzo brutal" operado con la renovación de la gama, sobre todo tras la llegada de la tercera generación del Renault Megane y de otros modelos que harán de la marca del rombo disponer de los vehículos más nuevos entre todos los fabricantes europeos.

En los planes de superación de esta crisis, García Otero no ocultó el precedente de la recesión de 1992 y el hecho de que retornar a los niveles de producción y ventas anteriores a esa coyuntura llevó un plazo de seis años.

La crisis, a juicio del directivo de Renault, puede traer como hecho positivo una revolución en el automóvil como no se ha dado en ochenta años y el referente de esa profunda renovación va a ser el coche eléctrico.

"Tendemos -dijo García Otero- a otro concepto de comercialización y en dos o cuatro años no puede cambiar toda la estructura que se ha tejido en torno a los coches convencionales, por lo que yo preveo un periodo de adaptación de 15 años antes de familiarizarnos con el coche eléctrico".

Del comportamiento de Renault en el recesivo mercado español, su director general sacó consecuencias positivas como una fidelidad y atracción de la escasa clientela que se traduce en una cuota de mercado que en el último año se ha elevado en 1,7 puntos porcentuales.

También aludió a un saneamiento importante del stock de producto, a una mejor disposición de las ventas dando prioridad al canal de particulares y a una reestructuración inteligente de la red, factores que "nos permiten aguantar con solvencia, como mínimo, un periodo de dos años en circunstancias como las actuales".