Los investigadores desconocen aún las causas del siniestro aéreo en Búfalo

Nueva York.-  Investigadores federales tratarán hoy de recuperar las cajas negras del avión que sufrió un accidente cerca de Búfalo (Nueva York) que ha causado la muerte de 50 personas, informó Steven Chealander, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés).

Chealander explicó durante una conferencia de prensa que esa agencia contará con 14 investigadores en el lugar del accidente para recabar evidencias que permitan determinar posteriormente las causas de esta tragedia aérea.

"El fuego sigue siendo muy intenso y activo", señaló el portavoz, al tiempo que añadió que eso ha impedido por el momento que los investigadores comiencen a trabajar en el lugar del suceso para conseguir los equipos que graban las voces en la cabina y los datos de vuelo.

"Tenemos investigadores en las inmediaciones tratando de conseguir esos equipos de grabación. Nuestra intención es recuperarlas y llevarlas a Washington para comenzar su análisis lo más rápido posible", precisó Chealander.

Explicó además que no se habían retirado hasta ese momento cadáveres del lugar del siniestro, a la espera de que finalicen los trabajos de los forenses.

La Compañía Colgan Air, que operaba el vuelo 3407 de Continental siniestrado, informó en las últimas horas de que un piloto que no estaba de servicio viajaba también en ese avión, lo que eleva a 50 el total de víctimas mortales, incluida una persona en tierra.

El avión bimotor se estrelló cerca de Clarence, un barrio residencial próximo a la ciudad de Búfalo, en el norte del estado de Nueva York, donde tenía previsto aterrizar al final de un trayecto que había iniciado en el aeropuerto de Newark (Nueva Jersey).

Chealander subrayó que de momento no podía responder a cuestiones relacionadas con la identificación de las víctimas o el tiempo que se tardará en conocer sus nombres.

Los medios estadounidenses, además, han informado de que una de las víctimas de esta catástrofe aérea es Beverly Eckert, quien quedó viuda durante los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.

Eckert, que regresaba a su casa para festejar el 58 cumpleaños de su esposo muerto, se había convertido en una activista en favor de la seguridad de los estadounidenses y fue recibida la pasada semana en la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, cuando reunió a un grupo de familiares de víctimas para explicarles los cambios decididos por su Administración en la lucha contra el terrorismo.

Una amiga de la víctima dijo que Eckert viajaba en el avión siniestrado junto a un familiar hacia Búfalo, lo que aun no ha sido corroborado por las autoridades.

"Tratamos por el momento de reunir los hechos, los testimonios de testigos y las grabaciones para determinar qué pasó", subrayó.

Explicó, además, que la sección de cola del aparato "está relativamente intacta y se está tratando de recuperar".

"No tenemos otra información comprobada mas allá de que el avión cayó y se estrelló contra un casa", aseguró.

El portavoz de la NTSB reiteró que los investigadores no habían podido acercarse lo suficiente al lugar del suceso y recordó que ha habido "un incendio y una gran explosión. Pueden imaginar que tras un accidente como ése hay muchos restos humanos".

El coordinador de las labores de emergencia en la localidad de Clarence, David Bisonette, explicó que miembros de numerosas entidades locales y estatales también trabajan en torno al lugar del suceso y pidió a la prensa que no trate de acercarse allí por el momento, para facilitar las labores de asistencia.

"Estamos tratando aún de combatir un calor muy intenso. Creemos que hay una fuga de gas natural en el lugar", explicó.

Bisonette añadió que hasta que el fuego que alimenta esa fuga no quede neutralizado, no podrán comenzar los investigadores su labor sobre el terreno.