Estados Unidos, con cinco triunfos, se paseo en la fase de grupos

Houston (EEUU).-  La selección de fútbol de Estados Unidos comenzó su andadura para la clasificación del sexto mundial consecutivo con un 'paseo' en la fase preliminar de grupos de la Concacaf al perder solamente un partido de los seis que disputó.

ampliar foto

La gran superioridad del equipo estadounidense quedó reflejada de principio a fin frente a las selecciones de Trinidad y Tobago, Guatemala y Cuba, que formaban las cuatro el Grupo A.

Estados Unidos bajo la dirección del seleccionador Bob Bradley no dio opción a ninguno de sus rivales con un fútbol superior en todos los aspectos, tanto técnico, como de fuerza física, producción ofensiva y sobre todo disciplina en el campo.

Estas virtudes, unida a la cada vez mayor cantidad de profesionales que juegan en el fútbol extranjero, permitió a Estados Unidos comenzar con una victoria trabajada y sufrida de 0-1 ante la selección Guatemala que mereció mejor resultado en el partido que ambas selecciones disputaron en la capital guatemalteca.

El triunfo fue muy importante para la selección de Estados Unidos que le tocó también viajar hasta Cuba para el segundo partido y aunque el combinado nacional antillano también puso una gran dosis de fuerza física, pundonor y sobre todo orgullo patrio, al final no pudo evitar la derrota por 0-1.

Bradley con mezcla perfecta de jóvenes valores de la MLS y jugadores de mayor experiencia en el Europa puso a Estados Unidos con una clara ventaja que incremento al jugar su primer partido de la fase de grupo en su campo y ganar por goleada de 3-0 a Trinidad y Tobago, que junto con Guatemala era la selección más difícil.

Especialmente porque su fútbol también es de gran poder físico y al frente del combinado nacional trinitario está el veterano entrenador colombiano, Francisco Maturana, que dirigió a la selección cafetera en el Mundial de Estados Unidos 1994.

La combinación de ambas cosas hizo posible que el Puerto España, Estados Unidos no pudiese superar el mejor juego de Trinidad y Tobago que ganó por 2-1 el único partido que Estados Unidos perdió durante la competición de grupo la selección de las barras y las estrellas.

Bradley reconoció que su equipo quiso la victoria o al menos el empate, pero sus rivales fueron mejores, mientras que para Maturana el triunfo se convirtió en algo histórico.

Sin embargo, la derrota para nada ponía en peligro la clasificación de Estados Unidos al hexagonal de la Concacaf porque al siguiente partido, Estados Unidos recibió a Cuba en Washington para golear 6-1 a la selección caribeña y asegurarse el pase y quedar como primero del grupo.

Estados Unidos ya no se jugaba nada en el último partido frente a Guatemala, que tenía alguna esperanza de clasificar si Trinidad y Tobago perdía con Cuba y ellos ganaban, pero la selección de las barras y las estrellas no falló y también venció por 2-0.

Paseo de Estados Unidos con cinco triunfos y una derrota para 15 puntos y dejar bien claro que llegaba al hexagonal de la Concacaf como la gran favorita para conseguir un boleto al Mundial de Suráfrica 2010, que será su sexto consecutivo y el noveno de su historia.

De nuevo el triunfo de Estados Unidos fue posible por su disciplina, mejor condición física que sus rivales, más calidad técnica y excelente en la dirección técnica de Bradley que trabajo con un equipo bien compenetrado e ideas claras.

Bradley, aunque introdujo modificaciones para dar entrada a nuevos jugadores, en función de la importación de cada partido al final apostó por los jugadores que militan en el fútbol europeo y que serán de nuevo la clave en el hexagonal final.

De ahí que la formación más probable que pueda presentar Bradley en la mayoría de los partidos del hexagonal será la siguiente: Tim Howard; Carlos Bocanegra, Oguchi Onyewu, Steve Cherundolo, Heath Pearce; Sacha Kljestan, DaMarcus Beasley, Michael Bradley, Robbie Rogers; Clint Dempsey y Landon Donovan.

Pero todavía tendrá en el banquillo jugadores de gran clase como el defensa Frankie Hejduk, que junto a Rogers milita con el equipo local del Crew de Columbus, actuales campeones de la MLS, y los delanteros Brian Chiang, del Dynamo de Houston y Kenny Cooper, del FC Dallas, ambos excelentes goleadores.

Estados Unidos tiene calidad y cantidad en todas sus líneas y Bradley también sabe como sacarle el máximo de provecho cuando los jugadores están en el campo.