La velocidad variable debuta sin problemas y sin apenas influir en el tráfico

Barcelona.-  El nuevo modelo de la gestión del tráfico basado en la velocidad variable, que pretende reducir la contaminación, la congestión y los accidentes, ha entrado hoy en marcha sin incidencias, con opiniones dispares entre los conductores y sin apenas influencia real en el tráfico en hora punta.

Aún no había amanecido cuando a las 06.45 de esta mañana se han activado los paneles luminosos de la C-31 (la autovía de Castelldefels) y la C-32 (la autopista del Garraf) que desde hoy indicarán a los conductores la velocidad máxima a la que pueden circular, en función de la congestión, los accidentes, la contaminación o las condiciones climatológicas.

Precedido de una agria polémica política, el estreno de esta medida, pionera en España pero con una larga tradición en Europa, se ha llevado a cabo con aparente normalidad, ya que el mecanismo técnico ha funcionado sin problemas, aunque luego apenas ha tenido incidencia en la regulación del tráfico, en un día sin congestión viaria.

En cualquier caso, el director del Servicio Catalán del Tráfico (SCT), Josep Pérez-Moya, ha advertido que aún se tendrán que esperar semanas o meses para comprobar la incidencia real en el tráfico de la aplicación de esta medida.

Pérez-Moya ha destacado no obstante que el sistema técnico ha funcionado de forma "óptima", aunque ha admitido que aún se pueden introducir "mejoras" para dotarlo de la mayor agilidad posible.

Por la mañana, el tráfico en hora punta en la autovía de Castelldefels y la autopista del Garraf ha sido hoy igual de fluido que el resto de días de esta semana, aunque ha habido momentos en los que en la entrada a Barcelona por la plaza Cerdà se ha tenido que ir a 50 por hora, en la C-31, mientras que en la C-32 se ha llegado a bajar hasta los 60.

En total, durante la mañana se han registrado una treintena cambios de velocidad sobre los pórticos distribuidos por la C-31 y la C-32, a una distancia de un kilómetro cada uno.

En la única incidencia registrada, el sistema ha respondido bien, ya que a las ocho de la mañana ha detectado una súbita caída de la velocidad media de los vehículos en los túneles de Amadeu Torner, en la salida de Barcelona hacia Castelldefels, debido a la avería de un turismo.

El sistema ha modulado de forma rápida y automática la velocidad a la baja en los paneles previos, para escalonar la llegada de vehículos al punto conflictivo.

Por la tarde, los paneles eléctricos apenas han tenido que mostrar velocidades inferiores a los 80 por hora, si bien hacia las 19.00 horas se ha rebajado a los 50 por hora la velocidad en la C-31, a la altura de la plaza Cerdà, para entrar y salir de Barcelona.

Este nuevo modelo, que hasta 2010 se irá extendiendo al resto de accesos por Barcelona desde la primera y la segunda corona metropolitanas, mantendrá a todas horas el límite máximo fijado actualmente, que en la primera zona es de 80 por hora y en la segunda de entre 100 y 120.

Precisamente, respecto a la petición de que se aplique una flexibilidad nocturna para ampliar el límite de velocidad, Pérez-Moya ha recordado que el propio presidente de la Generalitat, José Montilla, ya ha dejado claro que hasta que no se cumplan con los niveles de contaminación fijados por la Unión Europea no se lo podrán plantear.

"El debate no es si por la noche se puede ir más deprisa o no, el debate es si se tiene que bajar la contaminación o no", ha señalado Pérez-Moya, que ha recordado que el tráfico provoca el 40% de la contaminación en el Área Metropolitana de Barcelona.

Según una consulta realizada por Efe-TV, los conductores han acogido con disparidad de opiniones la implantación de esta medida, que no obstante despierta más rechazo que adhesiones ya que la mayoría de los conductores consultados considera "un poco excesivo" que se pueda llegar a ir a 40 por hora.