Cuatro explosiones sin víctimas preceden a la manifestación contra el Gobierno

Bangkok.-  Cuatro artefactos explotaron esta madrugada en Bangkok sin causar víctimas, horas antes de que los líderes de la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD) marchen hacia el Parlamento de Tailandia para exigir la dimisión del Gobierno del primer ministro, Somchai Wongsawat.

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(EFE)

Tres soldados tailandeses realizan un patrullaje por una calle cercana al Parlamento de Tailandia en Bangkok.

Mientras, los miles de activistas que han ocupado la sede del Gobierno desde el pasado agosto se preparaban para lo que han calificado como "la última batalla" contra el Ejecutivo.

Uno de los líderes de la APD y ex gobernador de la capital, Chamlong Srimuang, aseguró el sábado que los manifestantes abandonarán las protestas iniciadas el pasado mayo si no consiguen derribar al Gobierno tras la manifestación.

A las 6.30 de la mañana hora local (23.30 GMT), el propio Srimuang y Sondhi Limthongkul pidieron a los manifestantes concentrados en la sede del Gobierno, que ayer sumaban decenas de miles, que se preparasen para comenzar a marchar en breve hacia la sede parlamentaria.

Los guardias que han protegido a los seguidores de la APD durante estos meses se colocaron a la cabeza de la formación, con cascos y palos.

Mientras, los colegios del barrio permanecen cerrados y la Policía ha incrementado los controles de acceso a la zona y preparado barricadas, en previsión de que la protesta se torne violenta.

La última vez que el grupo marchó hacia el Parlamento, el 7 de octubre pasado, una persona murió y más de 400 resultaron heridas a consecuencia de gases lacrimógenos defectuosos lanzados por los policías antidisturbios.

El jueves y el sábado pasados, dos ataques anónimos perpetrados contra los seguidores de la APD en la sede del Gobierno causaron dos muertos y 30 heridos.

El primer ministro, que ayer se encontraba en Lima con motivo de la reunión de la Asociación de Países de Asia-Pacífico (APEC), negó su responsabilidad en los atentados y dijo que no ha declarado el estado de excepción para evitar que se repitan los violentos incidentes del 7 de octubre pasado.

El Ejército reiteró ayer que no protagonizará un golpe de Estado mientras Wongsawat se encuentra en el extranjero, al igual que hizo en el 2006 cuando el entonces primer ministro, Thaksin Shinawatra, asistía a una cumbre de la ONU en Nueva York.

Sin embargo, el estamento militar nunca ha reconocido sus intenciones en las más de 12 asonadas protagonizadas desde 1932, año en el que adoptó la monarquía constitucional como sistema de gobierno.

El jefe del Ejército, Anupong Paochinda, dirige el dispositivo especial para evitar incidentes en las inmediaciones del edificio de la Cámara Baja, donde ayer tomaron posiciones cerca de 2.000 soldados.

Por su parte, el Gobierno ha decidido no aplazar la sesión parlamentaria de esta mañana, donde se debatirán los detalles de la celebración de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en la ciudad tailandesa de Chiang Mai, el mes que viene.

Los manifestantes ocupan la sede del Gobierno desde hace tres meses en un intento de derribar al primer ministro, Somchai Wongsawat, al que consideran un títere de su cuñado, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, exiliado en el extranjero tras ser acusado de varios delitos de corrupción.

Tailandia vive inmersa en una crisis política tras la victoria en las elecciones del 23 de diciembre del 2007 de los aliados de Shinawatra.