Lula da Silva concluye una visita oficial a Italia marcada por la economía

Roma.-  El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, concluyó hoy, con su visita al Ayuntamiento de Roma, los actos oficiales públicos previstos en su viaje a Italia, en el que la crisis financiera y las reuniones con representantes de las empresas italianas han marcado la agenda.

Antes de su audiencia mañana con el Papa, Benedicto XVI, en el Vaticano, Lula da Silva se reunió hoy con el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, en el último día de una visita que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tiene intención de devolver al presidente brasileño el próximo mes de febrero.

Hoy, miércoles, Lula da Silva se encontró con Alemanno en el centro de la plaza del Campidoglio, que diseñó el genio renacentista Miguel Ángel Buonarotti y donde se encuentra el Ayuntamiento de Roma, y después los dos políticos entraron en el Consistorio para hablar de economía y de los problemas de las grandes ciudades.

Tras la reunión, Alemanno comentó que, además de la crisis financiera, ambos habían hablado de los problemas de los asentamientos marginales en las periferias de las ciudades y que el presidente brasileño le ha invitado a visitar Sao Paulo para que compruebe la realidad de las favelas.

"Lula me ha dicho que, para ellos, la clave del problema es la legalidad: Sin una inversión fortísima en la legalidad es impensable, para el Gobierno brasileño central, resolver el problema de las favelas y de los asentamientos ilegales", apuntó el alcalde de Roma.

Tras la visita al Ayuntamiento, Lula da Silva concedió una entrevista a algunos medios de comunicación italianos en la embajada de Brasil, situada en la céntrica Plaza Navona, donde continuó con los contactos con algunos representantes de empresas transalpinas con intereses en el país suramericano.

En la embajada "sólo tendrán lugar encuentros con empresarios privados italianos", confirmaron a Efe fuentes de la comitiva oficial que acompaña a Lula da Silva.

Además de abordar con las autoridades transalpinas la posición de los dos países ante la próxima reunión del G20 en Washington el 15 de noviembre, Lula da Silva viajó a Italia con la idea de reforzar el vínculo económico que une a los dos países, y que en 2007 se cifró en 8.000 millones de dólares de intercambios comerciales.

Desde enero y hasta julio de este año, las exportaciones italianas a territorio brasileño se cifraron en los 1.920 millones de euros (2.408 millones de dólares), un dato que apunta a que a finales de 2008 se superarán los 2.571 millones de euros (3.224 millones de dólares) del año pasado.

En cuanto a las importaciones, el país europeo se dejó 2.381 millones de euros (2.984 millones de dólares) en productos brasileños desde enero y hasta julio, más de la mitad de los 3.789 millones de euros (4.749 millones de dólares) de todo el año 2007.

Por todo esto, y, según datos del Instituto Nacional de Estadística italiano (Istat), Italia, que ve a Brasil como el punto de enlace entre las economías de la Unión Europea y de Latinoamérica, es el noveno país en la lista de proveedores brasileños, y el octavo en la de compradores.

Pero la economía que Lula da Silva quiso llevar a Italia es la economía de los "trabajadores", la apuesta por un sistema económico mundial más centrado en lo social, en la producción, y menos en la especulación, con más normas y un mayor control.

Esta es la propuesta que Brasil, en calidad de componente del grupo de economías emergentes G5 (además de India, China, México y Suráfrica), llevará ante las grandes potencias internacionales en la próxima reunión de Washington, en donde Lula aterrizará con un vuelo directo que partirá este jueves de la capital italiana.

El interés por los más pobres ocupará gran parte del tiempo de la audiencia con Benedicto XVI que Lula da Silva mantendrá mañana, encuentro con el que el presidente brasileño quiere devolver al Pontífice su visita el pasado mes de mayo.

El combate contra el hambre y la pobreza, los esfuerzos por la paz, el respecto a los derechos humanos y las migraciones son algunos de los puntos que el gobernante brasileño abordará el jueves con el jefe de Estado vaticano, quien hoy nombró dos nuevos obispos para las diócesis de Januaria y Juina.