El BPN luso casi sin actividad en América y con grandes errores en África

Lisboa.-  El Banco Portugués de Negocios (BPN), la entidad financiera que el Gobierno ha decidido nacionalizar antes de que quiebre, apenas tiene actividad en el extranjero a través de una filial brasileña, aunque sus mayores errores los cometió en África.

Fuentes del banco explicaron hoy a Efe que la entidad, que no cuenta con actividad alguna en España, inició sus operaciones en América Latina de forma modesta en 2003 a través del denominado BPN Brasil Banco Múltiplo, con sede en Sao Paulo, y del que poseen un 80 por ciento del capital.

El resto está en manos de la mayor institución financiera privada de Angola, el Banco Africano de Investimentos (BAI), creado en Luanda en 1966.

Pero los principales problemas que han llevado al BPN al borde de la quiebra y a la nacionalización se remontan a otra operación en África, la compra, en 2002, del banco Insular de Cabo Verde, otra antigua colonia portuguesa, como Angola.

El BPN no informó de aquella adquisición al regulador portugués, según recuerdan hoy los medios económicos lusos, y es al abrigo de esa filial donde se produjeron las operaciones que le han llevado a números rojos.

El banco fue puesto hoy por el Gobierno luso hoy bajo supervisión de dos administradores de la banca estatal en tanto tramita su nacionalización en el Parlamento, donde el Ejecutivo socialista tiene mayoría absoluta.

El ministro luso de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, que anunció el domingo la decisión de proponer al Parlamento la nacionalización, explicó que la entidad tiene pérdidas acumuladas cercanas a los 700 millones de euros y "una situación de inminente suspensión de pagos".

Según el ministro más de la mitad de ese agujero proviene de operaciones del BPN a través de la entidad que compró en Cabo Verde.

El gobernador del Banco de Portugal, Vítor Constancio, aclaró que fue tras esa adquisición cuando se detectó un amplio conjunto de créditos y compras de activos que no fueron registrados en la contabilidad del BPN.

Según Constancio en esos activos "clandestinos" comenzaron a acumularse las pérdidas y una entidad aparentemente rentable pasó a presentar unos indicadores financieros preocupantes.

La existencia de los activos ilegales fue conocida el año pasado y el Banco de Portugal abrió seis procesos de investigación que son tramitados actualmente por la Fiscalía lusa.

El BPN fue creado en 1993 como resultado de la fusión de las firmas Soserfin y Norcrédito, y está controlado actualmente por la Sociedade Lusa de Negocios (SLN).

Vivió su mayor etapa de crecimiento con José Oliveira e Costa de presidente, que dirigió la expansión del banco entre 1998 y 2008.

Oliveira e Costa salió de la entidad a principios de este año, tras negar cualquier irregularidad en su gestión, y fue sustituido de forma interina por Abdool Vakil, entre febrero y junio.

Le sucedió al frente del banco Miguel Cadilhe, un ejecutivo que en los círculos financieros se considera que tiene la confianza del actual Gobierno y que aparentemente no ha logrado reflotar la entidad, cuya mala situación era conocida en los medios económicos portugueses.

Fuentes oficiales subrayaron hoy a Efe que la cuestión del BPN no está relacionada con la actual crisis financiera internacional, un hecho que también señaló el domingo Teixeira dos Santos, que además hizo hincapié en la buena salud del sistema bancario portugués.

El BPN cuenta con cerca de 230.000 clientes y 2.905 trabajadores en su red de 213 sucursales, en las que hoy parecía registrarse una actividad normal pese a la preocupación de los empleados por el futuro de la entidad.

El banco, con sede social en Oporto pero dirigido desde Lisboa, finalizó 2007 -según sus propios datos- con unos activos líquidos de 8.025 millones de euros, un crecimiento interanual del 11,1 por ciento y un resultado líquido de 56,7 millones de euros.