Aumentar la financiación europea y ser referencia nacional, retos del I+CS

Zaragoza.-  El Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS) se plantea lograr la acreditación como centro de investigación sanitaria a nivel nacional y reforzar las fuentes de financiación externa, sobre todo la europea, de la que todavía tiene muy poca, según su director gerente, Esteban de Manuel.

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(EFE)

Estos son algunos de los retos del I+CS que ha desgranado hoy De Manuel, durante su comparecencia, a petición de la consejera aragonesa de Salud y Consumo, Luisa María Noeno, en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón para informar de las actividades y proyectos de este organismo.

Estos son algunos de los retos del I+CS que ha desgranado hoy De Manuel, durante su comparecencia, a petición de la consejera aragonesa de Salud y Consumo, Luisa María Noeno, en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón para informar de las actividades y proyectos de este organismo.

Todos los grupos políticos han agradecido la información facilitada sobre un centro que consideran necesario para el impulso a la investigación en Aragón, aunque el PP ha pedido ampliar su trabajo a la asistencia sanitaria y CHA e IU se han mostrado interesados en conocer por qué está adscrito al Departamento de Salud y no al de Ciencia.

En su intervención, De Manuel se ha referido a otros retos del I+CS como es la consolidación de los 55 grupos de investigación biomédica que hay en Aragón, de los que 30 están adscritos a la Universidad de Zaragoza y 25 al sistema de salud, para que tengan mayor proyección a nivel nacional e internacional y sean más competitivos.

Sin embargo, el reto "más visible y tangible" es la construcción del Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA), cuyas obras ya han comenzado y que De Esteban espera que esté finalizado a mediados del año 2010, tras una inversión de 13,8 millones de euros.

El CIBA, en el que está previsto trabajen 154 personas, será un centro investigador de excelencia y proporcionará apoyo a más de 600 científicos de diferentes especialidades, ha explicado.

A este centro se trasladarán las diez unidades transversales de apoyo a los grupos de investigación, que ya funcionan de manera paralela en los hospitales Clínico y Servet y en la Universidad de Zaragoza, sobre todo en las facultades de Medicina y Veterinaria, y en las que trabajan actualmente más de 60 personas, ha agregado el director gerente del I+CS.

En estas unidades y su equipamiento se han invertido alrededor de seis millones de euros en los últimos años, una cantidad que se incrementará con el cuarto convenio con el Instituto de Salud Carlos III sobre medicina regenerativa, por importe de 2,8 millones de euros, cuya firma será aprobada próximamente en Consejo de Gobierno, ha informado.

Este dinero será aportado al 50 por ciento por el Gobierno de Aragón y por el Instituto de Salud Carlos III, un organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación que es la principal fuente de financiación del I+CS, que agrupa a profesionales sanitarios dedicados a la investigación y cuya prioridad es facilitar la innovación de los servicios de salud.

Otros retos del Instituto, que en 2008 contó con un presupuesto de más de 21 millones de euros y al que están asociados 593 investigadores, serán la puesta en marcha de la acreditación de competencias para la carrera profesional sanitaria; conseguir más patentes y aumentar la relación con las empresas, y desarrollar la web de gestión del conocimiento de salud.

El portavoz del Partido Popular, Ricardo Canals, ha agradecido la información ofrecida por De Esteban sobre el I+CS, al que ha apoyado, pero ha solicitado que amplíe sus investigaciones a cuestiones prioritarias para los aragoneses, como la mejora de la calidad de los servicios sanitarios.

La diputada Nieves Ibeas, de CHA, ha pedido que se clarifique el papel del instituto al que deseó los mejores resultados, y Adolfo Barrena, de IU, se ha interesado por el personal, en concreto los becarios, que trabaja en dicho centro.