Ferrol.- El comité intercentros de Navantia ha criticado hoy la "provocación" y el "chantaje inadmisible" planteado por la dirección del grupo público, que hoy decidió "interrumpir" las negociaciones ante la negativa de los trabajadores a renunciar a las medidas de presión aprobadas en asamblea.
Unos 1.400 trabajadores de la plantilla de Navantia de Ferrol durante una manifestación convocada el pasado 8 de octubre por el comité intercentros en todas las factorías del grupo naval público.
Por su parte, los trabajadores han anunciado que llevarán a cabo nuevas movilizaciones en este mes de octubre y también en noviembre, para forzar a la compañía a que asuma los compromisos adoptados en los acuerdos del 2004.
En un comunicado difundido hoy, Navantia exigió a la parte social el cese de las medidas de "boicot a la producción y la acción de los piquetes, que impiden la realización de horas extraordinarias en los astilleros como parte de las medidas de no colaboración con la empresa adoptadas por los trabajadores en septiembre".
La nota precisa que ante "la negativa de los sindicatos, que manifestaron su voluntad de negociar, la dirección abandonó la reunión prevista".
El comité intercentros señala en un escrito, al que ha tenido acceso Efe, que la reunión convocada hoy a las 10.30 horas en las oficinas centrales del grupo Navantia en Madrid tenía el objetivo, y así figuraba en el orden del día remitido por la dirección, de "avanzar" en la comisión negociadora del convenio único y fijar el calendario de fechas para negociar el Plan Industrial y la ordenación de la industria auxiliar que demandaban los trabajadores.
Desde Navantia, también mediante un comunicado, se confirmó la intención de la compañía de "interrumpir las negociaciones" hasta que cese "el boicot a la producción y la acción de los piquetes los fines de semana", como el ocurrido el pasado sábado en la factoría de Ferrol.
A raíz de estos incidentes, se inició la apertura de un expediente informativo a los trabajadores "para tomar las medidas laborales oportunas" por unos hechos que "perjudican el normal desarrollo de los programas navales".
La compañía califica estas acciones de "ilegítimas" y considera que buscan "perjudicar notablemente el proceso de producción, interrumpiendo y retrasando los programas con el consiguiente efecto negativo en los plazos".
No obstante, el comité precisa que la primera exigencia de la empresa fue "la retirada del calendario de movilizaciones", y explican que, a continuación, la delegación de Navantia se levantó de la mesa en contra de "la voluntad manifestada por la parte social" de iniciar la negociación.
Los sindicatos consideran este gesto "un chantaje inadmisible", al entender que las medidas de presión "las deciden los trabajadores", y advierten que no consentirán en ningún caso "que sirvan como moneda de cambio en una mesa de negociación".
Además, los sindicatos consideran que actuaciones como la de esta mañana "confirman la poca o nula capacidad de negociación de los interlocutores de la empresa", que pretenden responsabilizar a los trabajadores de la "debacle financiera y de sus errores de gestión en cada uno de sus proyectos".
Por ello, los trabajadores han anunciado nuevas movilizaciones para las próximas semanas, que incluyen asambleas generales en todos los centros, un paro laboral el próximo miércoles día 29 de este mes y la cobertura legal de huelga indefinida para el próximo mes de noviembre.
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