Ibarretxe se sentará en el banquillo de los acusados el próximo 8 de enero

Bilbao.-  El lehendakari Juan Jose Ibarretxe se sentará el próximo 8 de enero en el banquillo de los acusados del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por reunirse con miembros de Batasuna durante la tregua de ETA, una cita que apenas distará dos meses con las elecciones autonómicas donde él repite como candidato del PNV.

Ibarretxe compartirá ese día banquillo con el también candidato a la Lehendakaritza por el PSE-EE, Patxi López, y el secretario de Organización de esa formación, Rodolfo Ares; así como los miembros de Batasuna Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria, Juan José Petrikorena, Pernando Barrena y Olatz Dañobeitia.

La fecha ha sido hecha pública hoy en un auto firmado por los magistrados que juzgarán a los citados imputados, Manuel Díaz de Rábago, Juan Carlos Benito Butrón y José Antonio Subinas, quienes serán los encargados de determinar si los imputados incurrieron con sus reuniones en un delito de desobediencia a la sentencia del Tribunal Supremo que ilegalizó a Batasuna.

Estarán además en esa sala los abogados del Foro Ermua y de Dignidad y Justicia, impulsores como acusaciones populares de esta causa.

En concreto, el Foro Ermua pide para Ibarretxe un total de dos años y nueve meses de cárcel, así como inhabilitación para el cargo público, y nueve meses de prisión para Ares y López, como presuntos cooperadores necesarios del citado delito, mientras que Dignidad y Justicia solicita dos años de cárcel para el lehendakari, y uno para López y Ares por el mismo delito.

Para los miembros de la ilegalizada Batasuna, a los que ambas acusaciones imputan la autoría de un delito de desobediencia, el Foro Ermua solicita penas que oscilan entre uno y cuatro años de cárcel, mientras que Dignidad y Justicia pide para ellos penas de entre uno y tres años.

Se da la circunstancia que la Fiscalía ha solicitado en este caso la libre absolución de los procesados al no ver en sus reuniones delito alguno. En concreto, en noviembre de 2007, el representante fiscal exigió el archivo definitivo de las actuaciones, de acuerdo con la sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2006, al considerar no había delito en reunirse con Batasuna si no había una orden expresa que lo prohibiese.

Este mismo argumento ha sido recogido por la defensa de los representantes de la izquierda abertzale para pedir su absolución.

Las citas por las que dos aspirantes a lehendakari y el resto de dirigentes políticos tendrán que dar cuentas ante la Justicia se remiten a 2006, en plena tregua de ETA.

La primera de ellas se produjo en abril, cuando Ibarretxe recibió en Ajuria Enea a Otegi, Barrena y Petrikorena, y la segunda se celebró en un hotel de San Sebastián en julio de ese año entre López, Ares y Otegi, Etxeberria y Dañobeitia, un encuentro que el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, no suspendió al no ver delito alguno.

Nada más conocer la fijación de la fecha, fuentes de la presidencia del Gobierno Vasco, han relatado que el lehendakari tiene la "conciencia tranquila" porque "hizo lo que tenía que hacer".

Se trata de la misma posición que ha mantenido Ibarretxe durante la larga instrucción de este procedimiento que tuvo sus momentos más intensos durante las dos veces (el 30 de enero de 2007 y el 26 de marzo de ese mismo año) en las que éste acudió a declarar ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco arropado por todo su Gobierno y numerosos miembros y militantes del PNV.

El lehendakari ha reiterado siempre que lo volvería a hacer y todo el proceso ha sido tachado por los miembros del tripartito (PNV,EA y EB) con calificativos que hablan de "despropósito" y "sinsentido jurídico".

Además el recorrido jurídico ha estado salpicado de continuas recusaciones de magistrados, que han venido a alargar todo el procedimiento.

De hecho, López ha asegurado hoy que "ya era hora" de que se fijara la fecha de esa vista, que tanto Ares como él afrontan "con tranquilidad" porque según ha insistido "no hubo nada punible en nuestro comportamiento".

La cita judicial se celebrará apenas dos meses antes de que se celebren las elecciones autonómicas vascas, previstas para marzo de 2009, donde Ibarretxe y López concurren como candidatos de sus respectivos partidos.