Es común entre las ciudades de diferentes puntos del Globo el hermanarse y desarrollar convenios de colaboración. Sin embargo no es habitual que un ayuntamiento promocione por error su ciudad con la imagen de otra, como ha sucedido con Birmingham (Inglaterra) y Birmingham (Estados Unidos).
El folleto es de Birmingham (Inglaterra) pero la imagen es de Birmingham (EEUU).
Como en el clásico de Dickens esta es la historia de dos ciudades. Dos poblaciones situadas en extremos opuestos del Mundo, una en Inglaterra y otra en Estados Unidos que, casualidades de la vida, comparten nombre.
Hasta aquí, la historia no se diferencia de la de todas esas Madrid, Córdoba o Sevilla repartidas por España e Iberoamérica. Incluso se podría parecer a esos Springfields que existen por todo lo largo y ancho de Estados Unidos y que hace poco compitieron para convertirse en la ubicación geográfica real del Springfield donde residen los Simpsons.
La historia cambia cuando el Ayuntamiento de Birmingham (Inglaterra) decide encargar una campaña de publicidad para promocionar la ciudad. Tras hacer el encargo, aprobarlo y mandar imprimir 750.000 folletos, alguien reparó en que la imagen que ilustraba el trabajo, una panorámica de Birmingham, no pertenecía a la población inglesa sino a la norteamericana, situada en el estado de Alabama.
La noticia saltó a mediados de agosto en diferentes medios anglosajones y esta semana ha sido recogida por diarios nacionales como La Vanguardia. Todo apunta a que los diseñadores, a la hora de buscar la imagen (bien en google, bien en un banco de imágenes profesional, no sabemos), no repararon en que hubiera más Birmingham que el inglés, pero tampoco debemos obviar que las autoridades no se dieron cuenta del error.
Ahora, como es de suponer, nadie quiere asumir este dislate. De hecho, un responsable del ayuntamiento, ha declarado que la panorámica es únicamente una imagen simbólica de un núcleo urbano y ha afirmado que, a pesar del error, la campaña, cuyo fin es fomentar el reciclaje entre los vecinos de Birmingham (Inglaterra), ha sido un éxito, aumentando la concienciación de la ciudadanía a este respecto desde el pasado año, fecha en la que se puso en marcha la campaña.
Tanto es así que las autoridades no sólo no tienen pensado retirar los folletos sino que ya han encargado varias reimpresiones.
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