Al menos ocho personas mueren sepultadas por un alud de basura en Guatemala

Guatemala.-  Al menos ocho personas, entre ellas dos niños, murieron hoy sepultadas por un alud de desechos en un basurero del sur de la capital guatemalteca, al que a diario acuden cientos de recolectores que viven de los desperdicios.

ampliar foto

(EFE)

Un grupo de Bomberos evacúa el cuerpo de un niño que trabajaba como reciclador de basura en el relleno sanitario de la zona 3 de la Ciudad de Guatemala, donde murieron 6 personas y por lo menos unas 20 permanecen desaparecidas bajo desechos, luego de un deslizamiento de residuos.

El exceso de humedad en el terreno por las torrenciales lluvias que han azotado Guatemala esta semana provocó una avalancha de basura en una pendiente en la que un número aún indeterminado de personas rebuscaba entre los residuos.

Se cree que entre cincuenta y cien "guajeros" o "pepenadores", algunos de ellos niños, estaban en el fondo del barranco buscando basura cuando se produjo el alud.

El comandante de los Bomberos Municipales, César López, comentó a emisoras locales que es "difícil" establecer la cantidad de personas que había en el vertedero cuando se produjo el derrumbe.

Los cuerpos de socorro localizaron los cadáveres de ocho personas, entre ellas dos niños y dos mujeres, y rescataron a cuatro heridos, que fueron trasladados a centros asistenciales.

Un portavoz de los bomberos voluntarios dijo a la prensa que sólo se ha identificado a tres de las personas desaparecidas.

Una de las víctimas mortales, Vicente Caal, de unos 40 años, había decidido hoy, por primera vez, recoger basura para la reventa, relató su madre a una emisora de radio local.

"Me dijo que no tenía ni un centavo y que iba a buscar algo al basurero", manifestó la madre apesadumbrada.

Los equipos de rescate explicaron que la inestabilidad del lugar y los gases tóxicos que emana la basura dificultan el trabajo de búsqueda de los desaparecidos, al que se ha sumado una brigada del Ejército y miembros de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

El vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, anunció que el Gobierno espera un informe de la Conred sobre el incidente y que se hará "todo lo posible" para ayudar a las familias afectadas.

Familias completas se dedican a la recolección de materiales y desechos en ese basurero, el más grande de Guatemala, donde obligados por la miseria en la que viven, desafían el peligro de derrumbes advertido por las autoridades.

Unas 1.536 toneladas de desperdicios son depositadas cada día en ese basurero, que tiene una extensión de unos 284.000 metros cuadrados.

Cada familia puede ganar unos 100 quetzales diarios (unos 13,38 dólares) con los productos reciclables que encuentran en ese vertedero.

Según la portavoz de la Municipalidad guatemalteca, María José Salas, la tragedia se produjo en un lugar de alto riesgo al que no está permitido ingresar.

El grupo que fue sorprendido por la avalancha de basura ingresó al sitio de forma ilegal, sostuvo la funcionaria.

El presidente de la Asociación de Recolectores, Gustavo Martínez, apuntó que es "difícil" que la Municipalidad pueda tener el total control de las personas que entran al vertedero y aseguró que "siempre ha existido ingreso ilegal".

A su vez, funcionarios del Ayuntamiento criticaron a los padres de familia que llevan a sus hijos al basurero para que contribuyan a la búsqueda de objetos que puedan ser reciclados.

"Lamentamos las muertes de estas personas", manifestó Amilcar Montejo, de la Policía Municipal de Tránsito, al recordar que todos los recolectores deben contar con una autorización del Ayuntamiento para ingresar al basurero.

Según algunos supervivientes, al grupo que fue soterrado por los desechos se le conocía como el de "los mineros", por la profundidad a la que bajaban para buscar materiales entre la basura.

Las víctimas del alud se suman a otras 15 muertes provocadas por las lluvias en lo que va de año en todo el país.

Esta semana se produjeron tres derrumbes en barrios marginales de la periferia sur de la capital, que causaron la muerte de ocho personas, entre ellas cinco menores.