El Líbano: viviendo en un vacío controlado

Líbano se encuentra actualmente en un estado de vacío controlado. El país no tiene presidente desde noviembre pasado. El Parlamento ha sido clausurado y el futuro es, cuando menos, incierto. El Líbano está hoy polarizado, siendo escenario de polarizaciones locales, regionales y globales.

NABIL MOUNZER (EFE)

Varios libaneses se manifiestan por las calles de Beirut a favor de la paz.

Políticamente, el país está dividido en dos facciones principales: las coaliciones 14 y 8 de marzo.

La primera incluye al partido mayoritario en el Parlamento, y en ella se integran personalidades como Saad Al-Hariri –hijo del ex-primer ministro asesinado, Rafiq Al-Hariri—; Walid Jumblatt, el impetuoso líder druso; y Samir Ja’ Ja’, dirigente de las fuerzas cristianas conservadoras libanesas. La 'Coalición 14 de marzo' es antisiria, o, más precisamente, exige que el régimen sirio reconozca la soberanía del Líbano y acepte el intercambio de embajadores (en la actualidad, no hay relaciones diplomáticas oficiales entre Líbano y Siria); asimismo, pretende que Siria acceda a delimitar definitivamente las fronteras entre ambos países.

Desde su retirada forzosa del Líbano en 2005, los sirios no han aceptado lo que consideran una humillación de su pequeño vecino. A modo de represalia, Damasco está presionando a sus aliados en la 'Coalición 8 de marzo' para que bloqueen la elección de nuevo presidente y paralicen las instituciones del país. Hoy día, el Ejército es la única institución que funciona en Líbano.

El general Michel Suleiman, Comandante en Jefe del Ejército, es el candidato presidencial favorito de ambos bandos. El problema radica en que la oposición ('Coalición 8 de marzo') supedita la elección de Suleiman a un acuerdo previo sobre la futura composición del Gobierno libanés y sobre el estatuto militar de Hezbolah. A la 'Coalición 8 de marzo' le preocupa también mucho el Tribunal Especial para Líbano creado por las Naciones Unidas. Junto con sus patrocinadores sirios, la oposición libanesa acusa al partido mayoritario y a los EEUU de manipular el tribunal con fines políticos. El Tribunal Especial ha sido creado para investigar el asesinato de Al-Hariri. El general Michel Aoun, antiguo Comandante del ejército libanés, representa otro obstáculo. Aoun, muy popular en ciertos sectores de la población libanesa cristiana, ha sellado una alianza con Hezbolah y quiere hacerse a toda costa con la presidencia del Líbano.

Irán, actor de primer orden en Líbano

Desde una perspectiva regional, el Líbano es actualmente víctima de las tensiones que enfrentan a los EEUU y sus aliados en la zona –Egipto, Jordania y Arabia Saudí- con Irán, Siria y sus agentes regionales (Hezbolah y Hamas). Debido a dichas tensiones, el presidente egipcio Hosni Mubarak, el rey Abdalah Bin Abdel Aziz de Arabia Saudí, y el rey Abdalah de Jordania, no asistieron a la cumbre árabe celebrada recientemente en Damasco.

Irán es un actor de primer orden en la escena libanesa gracias a la numerosa comunidad chií del país y a su aliado Hezbolah. El 'Partido de Dios' ha creado un Estado dentro del Estado, con sus armas (proporcionadas por Irán) y sus instituciones sociales, que incluyen escuelas, orfanatos y hospitales. Desde la guerra del verano de 2006 entre Hezbolah y las fuerzas armadas israelíes (IDF, Israel Defence Forces), el grupo nacionalista religioso chií se ha convertido en un actor relevante en la escena política libanesa.

El gran dilema para los libaneses hoy día es decidir el tipo de país que desean: ¿Una democracia pro-occidental basada en una economía de libre mercado, o bien un país similar a la República Islámica de Irán, gobernada por los dictados de los mulah de Teherán?

Los EEUU están debilitados tras el desastre iraquí. La administración de guerra de Bush en Irak ha ofrecido a los iraníes una oportunidad de oro para tomar el control de países árabes clave, entre otros, Irak, Bahrein, la franja de Gaza y el Líbano, a lo que hay que sumar la estrecha alianza entre Irán y Siria. En este sentido, resulta muy destacable la presencia del ministro de Asuntos Exteriores iraní en la cumbre de Jefes de Estado árabes que acaba de concluir en Damasco. Junto con sus aliados regionales, EEUU está utilizando al Líbano como baluarte frente a la coalición anti-occidental en la región.

Todo debe cambiar para que todo siga igual, como dirían los franceses. A lo largo de su historia, el Líbano ha sido un terreno de operaciones útil para los poderes regionales y globales. Sin embargo, la cuestión que se plantea actualmente es ¿por cuánto tiempo podrá controlarse el vacío institucional en Líbano?, ¿quién prenderá la mecha? Entretanto, los libaneses siguen viviendo, asqueados de sus líderes políticos y anhelando algún tipo de paz y estabilidad. ¿Será una panacea o un sueño factible?

* George Emile Irani es un experto estadounidense de origen libanés que ha sido, hasta fecha reciente, director del Programa de África y Medio Oriente en el Centro Internacional de Toledo en Madrid. Irani tiene un blog sobre Oriente Medio alojado en la edición española de Foreign Policy.