En el aniversario de la revuelta contra el rey, Koirala pide un voto masivo en las elecciones nepalíes

Katmandú.-  El primer ministro de Nepal, Girija Prasad Koirala, conminó hoy a los nepalíes a acudir masivamente a las urnas en las elecciones del día 10, elemento esencial del proceso de paz que germinó de la revuelta popular contra el rey Gyanendra, hace ahora dos años.

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(EFE)

Miembros de la comisión electoral revisan las máquinas de votación electrónicas que serán utilizadas en las elecciones nepalíes del día 10.

En un mensaje a la nación con ocasión del Día del Movimiento Popular, como se conoce en Nepal al levantamiento contra el rey Gyanendra de abril de 2006, el primer ministro pidió a los nepalíes que conviertan las elecciones en un "éxito" acudiendo a votar.

Los comicios, añadió, son "una oportunidad histórica" que llevará al país "a una nueva era", según el mensaje difundido por los medios electrónicos nepalíes.

Los nepalíes están convocados a las urnas para elegir una Asamblea Constituyente que abolirá formalmente la Monarquía nepalí e instaurará una República, además de servir como Parlamento interino y elegir un Gobierno para este periodo de transición.

El voto es un elemento clave del acuerdo de paz que el Gobierno de Koirala suscribió con la guerrilla maoísta en noviembre de 2006.

Las negociaciones con los maoístas habían comenzado en mayo de ese año, tras la revuelta popular contra Gyanendra, quien justificó su mando autocrático en la lucha contra los maoístas.

Una veintena de personas murieron en la represión militar del levantamiento en aquellos días de abril de 2006, que forzó a Gyanendra a renunciar a sus poderes absolutos y reinstaurar el Parlamento, pero también selló su destino.

Muchos nepalíes atribuyen al octogenario Koirala el mérito de haber negociado la paz y temen una temprana pérdida cuando aún la transición está en marcha, ya que su salud se ha resentido seriamente en los últimos meses.

Koirala ha participado en pocos actos durante la campaña para los comicios y hoy tenía previsto dar una rueda de prensa, que fue cancelada al poco tiempo tras observar la Comisión Electoral que vulneraba las normas, pues Nepal se encuentra ya en las jornadas de reflexión previas al voto.

En aras de la paz, el primer ministro se avino a reconvertir su Partido del Congreso, el más antiguo de Nepal, que de apoyar una Monarquía constitucional se ha pasado a las filas republicanas después de intentar, en vano, convencer a Gyanendra de que abdicara en un heredero que suscitara menor rechazo popular.

Junto a Koirala, otras voces se han sumado hoy para pedir a los nepalíes una participación activa en los comicios y su desarrollo en paz, como la del ex presidente norteamericano Jimmy Carter y el jefe de la misión de la ONU que vigila el proceso de paz, Ian Martin.

Carter llegó el lunes a Katmandú al frente de un equipo de 60 observadores, en una de sus frecuentes visitas al país que permiten al ex presidente servir de correa de transmisión con la Administración de George W. Bush, quien aún mantiene a los maoístas en su lista de organizaciones terroristas.

El ex presidente se entrevistó hoy con los líderes de las tres principales fuerzas políticas nepalíes: Koirala, el jefe maoísta, Prachanda, y el secretario general del Partido Comunista Marxista-Leninista, Madhav Kumar Nepal.

Según una fuente de la oficina de Koirala consultada por Efe, Carter quedó "satisfecho" con los preparativos efectuados para las elecciones, que le explicó el presidente de la Comisión Electoral, Bhoj Raj Pokharel.

En declaraciones a periodistas, Carter animó al voto y pidió a los partidos que creen un entorno que facilite la participación del mayor número posible de votantes, tras una campaña plagada de episodios de violencia.

El ex presidente conminó además a los contendientes a aceptar el resultado de la votación.

"Le hemos contestado que (las elecciones) serán libres y justas", explicó a los periodistas el "número dos" de las filas maoístas, Baburam Bhattarai.

Martin, en una rueda de prensa, instó a los partidos a guiarse por el código de conducta de los comicios y evitar la intimidación a los votantes, y a los Ejércitos -nacional y maoísta- a mantenerse en sus cuarteles y dejar que los nepalíes voten en paz.