Nicaragua proyecta su conflicto con Colombia y refuerza la alianza con Chávez y con las FARC

Managua.-  Nicaragua, al romper relaciones diplomáticas con Bogotá, busca llamar la atención mundial sobre su litigio marítimo con ese país, pero también ha reforzado su alianza con Venezuela y con las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC), dijeron hoy analistas.

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(EFE)

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, acompañado por su esposa, Rosario Murillo (d), asisten a la XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río.

Este país centroamericano, gobernado por el ex guerrillero sandinista Daniel Ortega, ha optado por seguir los pasos del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al romper relaciones con Colombia en "solidaridad" con Ecuador, e, indirectamente, con las FARC.

Ortega es el principal aliado político de Chávez en Centroamérica y "amigo" declarado del jefe de las FARC, "Manuel Marulanda Vélez" o "Tirofijo", alias de Pedro Antonio Marín, a quien condecoró con la máxima orden sandinista, en 1999, en San Vicente de Caguán, en la selva de Colombia.

Nicaragua es, además, la segunda nación, junto a Venezuela que rompe relaciones con Colombia, después de Ecuador.

Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua y Venezuela conforman la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que fue propuesta por Chávez como una iniciativa contrapuesta al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), promovida por Washington.

Caracas, Managua y Quito han roto lazos con Bogotá en represalia por la operación militar colombiana lanzada el pasado fin de semana en territorio ecuatoriano, no así La Paz, La Habana y Roseau, los otros miembros del ALBA.

En esa acción murió el "número dos" y portavoz internacional de la FARC, "Raúl Reyes", y otros 23 guerrilleros.

"Nicaragua ha seguido exactamente la misma línea de Chávez en este caso", declaró el ex canciller nicaragüense Francisco Aguirre Sacasa en un programa de opinión de la televisión local.

La decisión de Ortega "es una solidaridad, en particular, con la agenda política del presidente Chávez", sostuvo el ex canciller que estuvo a cargo de la demanda que Nicaragua interpuso contra Colombia ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, en el 2001, por la disputa marítima.

"Allí está, para mí, el peligro para Nicaragua en la medida que Chávez se vea como una persona controversial", agregó el también diputado liberal opositor.

Para el diplomático, Chávez aparece como el "mentor político" de Ortega y se preguntó por qué Bolivia, Cuba y Dominica, miembros del ALBA, no han roto relaciones con Colombia.

"Nos estamos comportando más papista que el papa", manifestó el ex canciller, para quien Nicaragua hubiese adoptado la postura asumida por los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, o Chile, Michelle Bachelet, que han apostado por una salida diplomática al conflicto.

Para el analista político Óscar René Vargas, en la decisión de Nicaragua también entran en juego "las relaciones privilegiadas" que las autoridades sandinistas tienen con las FARC.

"Nosotros (los sandinistas) hemos valorado a las FARC como un fenómeno político, un fenómeno social, revolucionario", admitió, por su parte, a la prensa local el secretario de relaciones internacionales del FSLN y legislador ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Jacinto Suárez.

Pero además Ortega busca llamar la atención en el concierto internacional sobre el conflicto por sus límites marítimos con Colombia, anotó Vargas, quien además es escritor, historiador, académico y pensador sandinista.

Vargas, asesor de la dirección nacional del FSLN durante su primer Gobierno (1979-1990), indicó que Nicaragua, con la ruptura, "ha temido de Colombia que le pise los callos, por eso llama la atención ante el mundo sobre su litigio".

Managua y Bogotá mantienen una disputa desde hace décadas por sus fronteras marítimas en el Caribe, y el máximo tribunal de las Naciones Unidas se declaró, el 13 de diciembre pasado, competente para dirimir ese conflicto.

Nicaragua denunció a Colombia ante la ONU por insistir en que el meridiano 82 es frontera marítima entre ambos países, pese a que la CIJ, en su resolución, determinó que aún no están fijadas las coordenadas exactas.

Según los analistas locales, la decisión de Nicaragua de romper relaciones con Colombia no afectará el juicio que se ventila en La Haya sobre ese caso.