Aquí paz, y después... tres deseos

El sondeo electoral más fiable lo ha realizado la Conferencia Episcopal. Rouco, el arzobispo con nombre de actor porno, hizo públicos los resultados nada más ganar las elecciones a su presidencia. Este "animal del poder" eclesiástico se acercó al micro, dobló el lomo, agachó las orejas, metió el rabo entre las piernas y dijo que quería hacer las paces con el Gobierno. Con el actual… y con el del lunes próximo. Borrón y cuenta nueva. Tú no me reduces la financiación del chiringuito, y yo no te puteo el final de campaña.

Emilio Naranjo (EFE)

El cardenal y arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela

Rouco y sus colegas han tirado la toalla. El bacalao parece que está vendido, y lo saben. Sólo un milagro daría la victoria a Marianito, y Rouco, que no es tonto, no cree en milagros. Una prueba de que los tiempos están cambiando, y de que la Iglesia ya no es lo que era (hace sólo una semana). Una prueba tan contundente como el artículo que el diario del Vaticano LŽOsservatore Romano dedicó el pasado domingo a Bruce Springsteen, ese "hijo de un irlandés y una italiana que estaba, de algún modo, destinado a ser católico".

El Boss católico bendice al Boss del rock. Enternecedor. En el Vaticano no saben, o no quieren saber, que Springsteen se ha declarado no creyente en diferentes ocasiones. O que, pecador, se divorció y se volvió a casar. O que ha escrito canciones como 'Reno': "Doscientos dólares el normal / doscientos cincuenta por el culo, dijo y sonrió. / Me desabrochó el cinturón, se echó atrás el pelo / Y se sentó delante de mí sobre la cama… Me sacó de su boca / Estás listo, me dijo / Se quitó las bragas y el sujetador / se chupó un dedo, lo metió en su interior / Y trepó sobre mí en la cama".

¿Es ésta la "matriz católica que permea toda la producción de Springsteen"? Pues vaya con la prensa vaticana… Tiene tan buena pinta como H2O, el nuevo servicio de información católica multimedia, "independiente y sin línea ideológica determinada", que ha nacido en España. Una idea estupenda que, sin duda, cuajará entre esos fieles que, cada día con más interés, abarrotan las iglesias de nuestro país. Y que sin duda incluirá una sección dedicada a la bolsa, para que los religiosos aprendan de una vez por todas a invertir sus ahorros: en los últimos seis meses la iglesia española ha perdido dos millones de euros, según Cuatro en "inversiones arriesgadas y de doble moral".

Como sigan así las cosas, Rouco y sus brokers van a necesitar un milagro. O la ayuda de Antena 3, que anoche estrenó 'Tres deseos', un programa a la medida de las urgencias de los curas inversores. Porque 'Tres deseos' es un programa basado en las necesidades y miserias de la gente. Jaime Cantizano, ese oscuro objeto de deseo de Jesús Mariñas, lo presentó con su habitual… superficialidad. Ya sé que es difícil resultar creíble después de presentar un día '¿Dónde estás corazón?' y al siguiente este lacrimógeno, sensacionalista y tramposo «Tres deseos». Es difícil, pero no debería serlo: ambos son televisión de baja estofa.

¿Qué es 'Tres deseos'? Pues la versión ibérica del formato USA 'Three Wishes'. Cantizano y otros dos presentadores visitan un lugar de España, en el primer día Barbate, y se dedican a hacer el bien. A cumplir los deseos de los más necesitados. De aquellos que desean o necesitan algo con todas sus fuerzas. La niña que quiere ser bailaora, los que quieren conseguir una cabeza tractora para llevar dos toneladas de comida al Sahara, el chaval que ha perdido a un familiar y necesita curro… ¿Ven correr los ríos de babas? Pues eso mismo.

Pero si ayer alguien necesitó la posibilidad de pedir un deseo fue Lorenzo Milá, presentador del informativo estrella de la televisión pública. Milá confundió objetividad con inutilidad, y realizó a Mariano Rajoy la entrevista más blanda, hueca y conformista que ustedes se puedan imaginar. Milá fue un autómata, leyó las preguntas y escuchó las respuestas, disfrazando de entrevista lo que en realidad fue un espacio de propaganda electoral. ¿Mi deseo para Milá? Que le inyecten un litro de sangre de periodista.

Un motivo para no ver la televisión.

R. Crumb. Recuerdos y opiniones
Autores: Robert Crumb y Meter Poplaski.
Editorial Global Rhythm

Hoy matamos dos pájaros de un tiro. Este libro gordo, jugoso y repleto de dibujos y colores tiene en su interior un cd con 16 canciones. Y es que Robert Crumb es, además de uno de los dibujantes de cómics más importantes de todos los tiempos, un amante de la música tradicional. Envidio su colección de viejos discos de 78 r.p.m. Y admiro su pasión por tocar viejos instrumentos de cuerda y formar bandas para el placer personal. Crumb es un genio. Y un enemigo público para todos aquellos norteamericanos conservadores que piensan que Nixon era un tipo honrado y Reagan un gran actor.

'Recuerdos y opiniones' es una biografía visual de Crumb. Satírica, irreverente, irónica y llena de humor, como no podía ser de otra manera tratándose del dibujante 'underground' por excelencia. Crumb es ser irrepetible, y este imprescindible libro describe su apasionante vida. Un recorrido desde su atormentada infancia a su actual madurez artística, pasando por sus grandes pasiones: las mujeres voluminosas, el banjo, Europa… 440 páginas y 16 canciones absolutamente memorables.

Crumb (con sombrero de paja) y unos colegas: