Bono se pone 'bonísimo' por San Valentín

La casa de subastas Sotheby's recoge una iniciativa de Bono, el vocalista de U2 que practica la bonhomía, y Damien Hirst, artista británico. Con la colaboración de un centenar de artistas contemporáneos, han creado RED, una puja con la que quieren recaudar fondos para la lucha contra el VIH.

(EFE)

"All You Need Is Love", de Damien Hirst. Este artista logró un récord de venta con su obra "Lullaby Spring" (19,2 millones de dólares).

"Nueva York se tiñe de rojo", reza el teletipo. Rojo como el título de la iniciativa. Rojo como el simbólico lazo del sida. Rojo como el color característico de San Valentín. Sin duda, este color agrupa los datos fundamentales de la subasta que han organizado Bono y Hirst. Artistas como Matthew Barney, Andreas Gursky, Jasper Johns, Jeff Koons, Julian Schnabel, Richard Prince, Yinka Shonibare y Bernar Venet, entre otros, exhiben sus obras hasta el próximo 13 de febrero en la Galería Gagosian de Nueva York. Al día siguiente, saldrán a subasta.

Oliver Baker, responsable de subastas de Sotheby's, declaró que espera superar los 21 millones de dólares de recaudación. Este dinero irá a parar a la Fundación de Naciones Unidas para los programas contra el virus VIH/sida en África gestionados por el Fondo Global para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, creado en 2000.

Sólo de las obras de Hirst se esperan unos nueve millones de dólares. Ha cedido siete creaciones, entre ellas, "All you need is love", un cuadro con forma de corazón rojo que enmarca mariposas de colores. En un comunicado de prensa, Hirst destacó que el dinero que surja de esta propuesta "supondrá una gran diferencia para mucha gente".

"Es deprimente leer que en el siglo XXI la gente puede morir por falta de medicamentos que en Occidente podemos conseguir en cualquier esquina", señala Bono en la introducción de la página web del proyecto. El cantante irlandés destacó que esta subasta ofrece "la mejor colección de arte de los mejores artistas del mundo".

Intentado explicar sus motivaciones para implicarse en la lucha contra el sida, Bono recuerda la historia de Tom Lantos, un amigo congresista en Estados Unidos. Lantos, judío, fue enviado de pequeño a un campo de concentración nazi. En sus pesadillas, sin embargo, no aparecen los horrores que vivió allí, sino los rostros inexpresivos de los vecinos que les miraban pasivos mientras subían a los niños al tren. Esa gente no sabía dónde iban los trenes, pero sabían que no iban a ningún sitio donde ellos quisieran ir. Bono indica que esta vez sí sabemos dónde va el tren: "sin dos pastillas al día, el sida es una muerte segura". "Si desde el mundo industrializado no compartimos nuestras medicinas y tratamientos para la mayor crisis sanitaria en 600 años seremos esos vecinos pasivos. Ese cómplice rostro inexpresivo es mi cara, es tu cara".