BARCELONA.- El gran clásico del fútbol español alcanza una nueva edición hoy en el Camp Nou en un partido que el FC Barcelona afronta con mayor necesidad, obligado a no fallar para no empezar a perder de vista al Real Madrid, que pisa feudo rival con una renta de cuatro puntos y dispone de una gran oportunidad para escaparse en la carrera hacia el título.
El gran clásico del fútbol español alcanza una nueva edición hoy en el Camp Nou en un partido que el FC Barcelona afronta con mayor necesidad, obligado a no fallar para no empezar a perder de vista al Real Madrid, que pisa feudo rival con una renta de cuatro puntos y dispone de una gran oportunidad para escaparse en la carrera hacia el título.
El Barça, con todo, encara el partido en un buen momento anímico, después de haber roto con un gran triunfo en Valencia (0-3) su mala racha en los desplazamientos y de haber recuperado a todas sus figuras, como Eto'o, Deco y Henry. Los azulgrana, además, no han cedido un solo punto en casa y suman 11 victorias (ocho en Liga) este curso en el Camp Nou.
La mayor preocupación por parte de los culés radica en la ausencia de Leo Messi, su mejor jugador este año, autor de tres goles la pasada campaña ante el Madrid en el Camp Nou (3-3) y que se pierde la gran cita por la lesión muscular que se produjo la semana pasada en Mestalla. El plan de Rijkaard para suplir su baja es la gran incógnita.
La duda se personifica en Ronaldinho, despojado ya de su papel de líder del Barça, que en dos años ha pasado de ganarse el aplauso del Bernabéu en un histórico 0-3 a verse como suplente. En Valencia, se quedó en el banquillo por tercer partido este año y, por primera vez, no jugó ni un minuto, aunque, hasta ahora, siempre ha sido titular en el Camp Nou.
El clásico puede ser la oportunidad del brasileño para redimirse o una sentencia casi definitiva que podría marcar el final de su etapa en el Barça. Durante la semana, Rijkaard lo dejó en el teórico equipo suplente y le dio un toque de atención en un entrenamiento. Ahora, está por ver si todo era una estrategia para motivar al '10' barcelonista.
Sin Messi, Ronaldinho volvería al once para ocupar la banda izquierda, con Iniesta esta vez por la derecha en lugar del argentino y con Eto'o en el centro del ataque, donde el camerunés quiere reafirmarse una vez más como una pesadilla para el Real Madrid, después de haberse reencontrado con el gol, firmando dos en Valencia y uno contra el Stuttgart.
El joven mexicano Giovani dos Santos, que relevó a Messi en Mestalla, se presenta como el otro candidato a ocupar la plaza de Messi. La otra gran duda está en el centro del campo, pues también está por ver cuál será el papel de Deco, quien, como Eto'o, se ha recuperado a un par de semanas vista del clásico, aunque no tiene un sitio garantizado.
Rijkaard ha apostado últimamente por Gudjohnsen, titular en cinco de los siete últimos partidos y que ha ofrecido un gran rendimiento, incluido un gol en Valencia. Quien parece seguro empezará el partido en el banquillo es Thierry Henry, que esta semana ha sido dado de alta de la lesión en la espalda tras cinco partidos sin jugar.
El francés, principal fichaje del Barça esta temporada, comenzará como suplente su primer clásico, como también otro de los debutantes, Bojan Krkic. Los 'novatos' por parte local que jugarán de inicio serán el medio Touré y los defensas Abidal y Gabi Milito, que se enfrenta por primera vez como azulgrana al club que lo rechazó hace cuatro años.
EL EQUIPO MENOS GOLEADO CONTRA EL MÁS GOLEADOR DE LA LIGA
Se enfrentan el equipo más goleador del campeonato, un Madrid que suma 36 goles a favor, y el menos goleado, el Barça, que sólo ha recibido 12 tantos, en el clásico por excelencia, el partido que nadie se quiere perder y que en la historia de la Liga ha dejado 44 triunfos locales, 16 empates y 16 victorias del Real Madrid, la más reciente hace cuatro campañas.
Los blancos vencieron por última vez en la temporada 2003/04 con un 1-2 que acabó con una racha de 20 años sin ganar un partido de Liga en el Camp Nou. Desde entonces, los azulgrana han ganado una vez, por 3-0 en la temporada 2004/05. Los dos últimos precedentes acabaron en empate: el espectacular 3-3 del año pasado y el 1-1 de la anterior campaña.
El Real Madrid, por su parte, pretende despedir el año asestando un golpe de autoridad en el campeonato. Alcanza el clásico sin las urgencias de años anteriores, aunque con la necesidad de ratificar que su fútbol está a la par que sus resultados, de momento notables.
Además los blancos tienen ante sí un partido que marca tendencia. De momento han solventado con creces partidos serios a domicilio como en Villarreal, Valencia o Bilbao, pero ha fallado en otros -Montjuic, Sevilla y Bremen- por lo que un marcador positivo en el Camp Nou sí podría garantizar que su fútbol es suficientemente sólido.
Una derrota en cambio le dejaría todavía como líder, pero incrementaría la incertidumbre y las sospechas de aquellos que piensan que la sobresaliente dinámica de gol que posee el equipo está muy por encima de sus argumentos futbolísticos.
En este caso los precedentes acompañan a los blancos, que han logrado puntuar en cinco de sus seis últimas visitas a Barcelona, así como el gran estado de forma de su tridente ofensivo, Robinho, Raúl y Van Nistelrooy. El holandés, que ya marcó dos goles el año pasado -uno de ellos de penalti- es la principal amenaza para los azulgrana, que luce la mejor defensa del campeonato y que sólo ha encajado cuatro goles como local.
LA DUDA DE GUTI
El 'clásico' se iguala en bajas si finalmente Guti, con un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo derecho, no es de la partida, aunque viaje con el resto de la expedición merengue. Con la duda del 'zurdo', que en el último entrenamiento antes de viajar a la 'Ciudad Condal' se ejercitó con normalidad, pero que ni siquiera en plenitud tenía la titularidad garantizada pese a ser una de las bazas que manejaba Schuster, la única novedad en relación a los últimos 'onces' del alemán puede ser la de Heinze en el lateral zurdo.
El argentino, ya recuperado de sus molestias en la rodilla y que disputó el partido de Copa ante el Alicante para probarse, podría sentar a Marcelo con el claro objetivo de fortificar la defensa merengue, sea la presencia por ese lado de Ronaldinho o Giovanni dos Santos.
En el resto las variantes son escasas porque Pepe y Cannavaro son fijos en el eje de la zaga, y Ramos en la derecha. En la medular, los titulares de las últimas fechas, Diarra y Baptista, junto al holandés Sneijder. El centrocampista tulipán sería el sacrificado si finalmente Guti es de la partida. Y en la punta de ataque, Robinho, ante uno de los partidos que le deben servir para confirmar su altura como jugador, Raúl y Van Nistelrooy.
SCHUSTER, DE BLANCO EN EL CAMP NOU
El técnico Bernd Schuster será uno de los protagonistas en su enésimo regreso al Camp Nou, donde pasó ocho cursos futbolísticos nada más salir de Colonia. Ya lo hizo con la camiseta del Real Madrid y del Atlético, y como preparador del Levante y Getafe. Precisamente su último cruce contra el club catalán es notorio. Esa involvidable remontada del cuadro azulón en Copa del Rey la pasada temporada.
Schuster ha centrado en varias ocasiones la atención del clásico como en aquella imagen de 1983, en la que dedicó varios cortes de manga al conjunto blanco después de que el Barcelona le ganara al Real Madrid la final de la Copa del Rey de ese año con un gol en el último minuto.
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