Comienza la reapertura del cauce del río Grijalva en el sur de México

Juan de Grijalva (México).-  El río Grijalva, el segundo más caudaloso de México, volvió hoy a fluir en el sur del país tras una operación de ingeniería para retirar millones de metros cúbicos de lodo que bloqueaban el curso de agua, lo que obligó a evacuar a más de 11.000 personas en Chiapas y Tabasco.

El trasvase de aguas comenzó con la eliminación de un tapón artificial sobre un canal, y podría tardar unas 72 horas en quedar normalizado el cauce fluvial del río.

En ese intervalo, las autoridades de Chiapas y Tabasco, así como del Gobierno federal, mantienen bajo estrecha supervisión la zona, situada entre dos presas, Malpaso y Peñitas.

Malpaso, localizada a 40 kilómetros del tapón, y Peñitas, por debajo de la zona del trasvase, están siendo utilizadas para regular el volumen de agua con la apertura controlada de las compuertas.

La primera, localizada en el Alto Grijalva, liberará en un principio 130 metros cúbicos de agua por segundo.

La operación "se sigue con absoluta seguridad. No habrá daños en Villahermosa ni Chiapas", declaró el secretario de Gobernación (Interior), Francisco Ramírez Acuña, en la zona donde hoy fue liberado el tapón.

A comienzos de noviembre, un derrumbe de 20.000 millones de metros cúbicos de piedra y lodo cegó el cauce del río y sepultó la comunidad de Juan de Grijalva, donde murieron 19 personas y seis desaparecieron.

Días después, unos 700 trabajadores comenzaron la obra de ingeniería en la que se han invertido unos 91 millones de dólares para retirar 1,1 millones de metros cúbicos de tierra y construir un canal artificial de 800 metros de longitud a través del derrumbe.

El ministro Ramírez Acuña explicó que los temidos deslizamientos de tierra no se produjeron en un primer momento y el canal aguantó la progresiva entrada de agua.

A lo largo del día está previsto aumentar progresivamente el volumen de agua que pasa por el canal recién abierto hacia la presa de Peñitas, que, a su vez, verterá líquido hacia zonas más bajas en el estado de Tabasco.

El riesgo en las próximas horas está en que pudieran ocurrir nuevos deslizamientos de tierra e inundaciones a lo largo del cauce del Grijalva, que vierte sus aguas en los ríos Samaria y Carrizal.

Este último rodea la ciudad de Villahermosa, capital de Tabasco, antes de desembocar en el Golfo de México.

El ministro Ramírez Acuña señaló que existe un control exhaustivo de los flujos de agua para evitar posibles inundaciones en zonas habitadas que antes de la operación han sido desalojadas, si bien varias miles de personas se negaron a dejar sus viviendas.

El secretario de Gobernación calculó que en "las próximas 72 horas" podría quedar plenamente normalizada la situación en la cuenca del Grijalva, una zona que entre fines de octubre y noviembre sufrió las peores inundaciones en décadas, las cuales dejaron más de un millón de damnificados en Tabasco y varios miles en Chiapas.

El gobernador de este último estado, Juan Sabines, extendió hoy su reconocimiento al Gobierno de presidente mexicano, Felipe Calderón, por la obra efectuada en la zona en los últimos 44 días, y anunció que las 3.500 personas que fueron evacuadas en Chiapas esperarán hasta que la seguridad sea plena para regresar a sus comunidades.

El subsecretario de Protección Civil de Chiapas, Luis Manuel García, garantizó la seguridad de la operación y señaló que las evacuaciones tienen carácter preventivo y deben servir para "proteger el patrimonio" de la gente.

Por su parte, fuentes de Protección Civil en Tabasco indicaron que el estado continúa en situación de contingencia desde las inundaciones del mes pasado.

Sin embargo, descartaron la posibilidad de que ocurran nuevas inundaciones tras la reapertura del cauce del Grijalva.