Una mujer detenida en Paraguay confiesa que organizó el secuestro de un niño

Asunción.-  Una mujer que trabajaba para la familia del niño paraguayo de seis años y sobrino nieto de un importante productor de soja que estuvo secuestrado este martes durante unas horas confesó hoy haber organizado el secuestro, informaron fuentes policiales.

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(EFE)

Solange de Carvalho, de 24 años, se atribuyó la responsabilidad del secuestro de Murilo Favero junto con su presunto amante, Juan Pablo Restzipger, quien también fue arrestado. EFE/Archivo

El comisario jefe del distrito de Naranjal, Francisco Lezcano, confirmó que Solange de Carvalho, de 24 años, se atribuyó la responsabilidad del secuestro de Murilo Favero junto con su presunto amante, Juan Pablo Restzipger, quien también fue arrestado.

La mujer es la esposa de Antonio Carvalho, asistente de Joaquim Favero, el padre del niño, al que había ido a recoger a la escuela cuando se produjo el secuestro este martes en San Cristóbal, a 150 kilómetros al sur de Ciudad del Este, capital de Alto Paraná, en la frontera con Brasil.

"Ella confesó totalmente el hecho. Manifestó que la semana pasada tenía todo organizado el caso con su pareja sentimental", dijo el comisario Lezcano, quien explicó que Solange de Carvalho también trabajaba en uno de los silos de soja de la familia Favero.

El niño secuestrado, sobrino nieto del empresario de origen brasileño Tranquilo Favero, uno de los mayores productores de soja de Paraguay, fue abandonado sano y salvo por sus captores cerca de la medianoche en el distrito de Naranjal (centro-sur del país), a unos 70 kilómetros de San Cristóbal.

Joaquim Favero, padre del niño, aseguró hoy que no pagó rescate por su hijo y que los secuestradores se vieron acorralados ante la rápida reacción de la policía, así como de los colonos brasileños de la zona, que en su mayoría se dedica al cultivo extensivo de soja, principal fuente de ingresos de divisas de Paraguay.

Tranquilo Favero, de 71 años y que reside en Paraguay desde hace más de cuatro décadas, es propietario de un emporio empresarial que controla cerca de 100.000 hectáreas de tierra, así como unas 40.000 cabezas de ganado en 13 de los 17 departamentos del país, según diversas fuentes.

También es dueño de terminales portuarias, aunque su actividad se centra en la producción mecanizada de soja, lo que le ha costado frecuentes conflictos con organizaciones y grupos de izquierda que se oponen al cultivo extensivo de la oleaginosa.

Tranquilo Favero reclamó hoy garantías al Gobierno paraguayo para "trabajar por el desarrollo del país" tras el secuestro de su sobrino nieto.

"Tenemos que irnos de acá (...), no sé, no es vida esto. Tenemos que apostar porque las autoridades nos den tranquilidad para poder trabajar y desarrollar este país", dijo el empresario en declaraciones a la emisora de radio asuncena Primero de Marzo.

Favero cuestionó indirectamente al jefe de Estado, Fernando Lugo, y a su entorno, al expresar que en Paraguay "parece que virtudes tiene, por el discurso de algunos políticos, el pobre".

"Cuando se critica al rico, ¡Qué absurdo! ¿Quién quiere ser pobre? A nadie le gusta ser pobre", apuntó el empresario, quien aseveró que "en cualquier parte del mundo hay ricos haraganes, sinvergüenzas",

Éste es el segundo secuestro que se produce en menos de dos semanas en Paraguay.

Un conocido empresario agropecuario del norte del país, Fidel Zavala, fue llevado hace 13 días de su hacienda por un comando armado, presuntamente formado por miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que exige cinco millones de dólares de rescate.

El Gobierno mantiene silencio sobre el caso y el jefe de Estado, Fernando Lugo, reiteró este martes que está comprometido en un "pacto de prudencia con los familiares" del secuestrado para no interferir en las negociaciones con los captores.