La NASA posterga hasta este miércoles la salida del cohete Ares por el mal tiempo

Washington.-  La NASA postergó hoy por un día, y debido fundamentalmente al mal tiempo, el lanzamiento de un prototipo del cohete Ares I, el propulsor más alto del mundo y que sustituirá en el futuro a los transbordadores como vehículo espacial.

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(EFE)

El prototipo de cohete Ares I-X sigue en la plataforma de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy. La NASA postergó hasta miércoles 28 de octubre el lanzamiento del Ares I-X, debido a problemas técnicos menores.

El período propicio para el lanzamiento comenzó a las 12.00 GMT y durante tres horas y media los técnicos en el Centro Espacial Kennedy, del sur de Florida, fijaron media docena de horas posibles para la partida del cohete de 100 metros de altura.

Los meteorólogos de la NASA habían pronosticado para hoy apenas un 40 por ciento de condiciones favorables para el lanzamiento, y su vaticinio se cumplió: hubo vientos variables, y cuando estos amainaban, hubo nubes altas que presentan el peligro de descargas eléctricas al paso del cohete.

Una de las postergaciones se debió a un problema técnico menor pero molesto: la envoltura plástica en el tope del proyectil se resistió a la ruptura.

Como protección contra la lluvia, el Ares I-X tenía una cubierta plástica que envolvía la viga de sonda y la sección que, en un lanzamiento futuro, correspondería a la cabina para los astronautas. La remoción de esa cubierta debía hacerse pocos minutos antes del lanzamiento.

A media mañana, los técnicos vieron condiciones más propicias y tiraron de la cubierta con una cuerda. La sección roja, que cubría la viga, se rasgó, pero el resto de la envoltura resistió durante casi 20 minutos los repetidos tirones.. hasta que la cuerda se rompió.

Para entonces, habían cambiado nuevamente las condiciones meteorológicas.

El intento de lanzamiento mañana comenzará a la hora 12.00 GMT y el período propicio se extiende por unas cuatro horas. Los meteorólogos de la NASA pronostican 60 por ciento de probabilidades de condiciones favorables.

El cohete consiste de dos segmentos, uno real y con combustible sólido, y el otro hueco para configurar el tamaño y peso del Ares I real, en el cual la NASA tiene puestas sus esperanzas para transporte de astronautas a órbitas bajas después de la era de los transbordadores.

La prueba -el primer lanzamiento de un cohete de la NASA después de casi tres décadas de misiones de transbordadores tripulados- durará apenas dos minutos desde que el cohete despegue de la Rampa 39B de Cabo Cañaveral.

Si el lanzamiento es exitoso, el espectáculo será muy diferente del que desde 1981 han visto en la partida de transbordadores los espectadores en torno al Centro Espacial Kennedy y quienes siguen estos acontecimientos por televisión.

Cuando los transbordadores parten, encienden sus tres motores principales, de combustible líquido, seis segundos antes del despegue para tomar impulso e inmediatamente se encienden los dos cohetes de combustible sólido en un izamiento lento.

El Ares I-X es, básicamente un gigantesco cohete de combustible sólido, un tubo esbelto que cuenta con cuatro segmentos en el tope de los cuales irá montada la cápsula para los astronautas.

Cuando el director de lanzamiento, al final de la cuenta regresiva, dé la orden de "ignición", los motores propulsores del Ares I-X estallarán rugiendo y el aparato se levantará velozmente.

La NASA necesita buenas condiciones meteorológicas para que los ingenieros puedan ver -y examinar luego las fotografías y vídeos- el cohete en vuelo hasta la separación de sus segmentos que marcará el final de la prueba.

Mientras que los transbordadores parten hacia el noreste, el Ares I-X se dirigirá al este sobre el Océano Atlántico. La separación de secciones ocurrirá 124 segundos después de la partida cuando el cohete alcance una velocidad cuatro veces mayor que la del sonido, y se encuentre a unos 39.000 metros de altura.

La segunda sección continuará hasta una altura de unos 45.000 kilómetros.

La primera sección, que lleva paracaídas, bajará al océano y será recuperada por buques estadounidenses, y se calcula que la segunda caerá al océano unos 235 kilómetros al este de Florida.