Florece en España la pasión por los "reborn", los muñecos vedados a los niños

Barcelona.-  Cuenta Nélida Plaza que, no hace mucho, cuando exhibía alguno de sus bebés "reborn" en el escaparate de la tienda de su madre, algunas personas entraban escandalizadas de que se pudiera dejar a una criatura de pocos días expuesta a pleno sol.

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(EFE)

La afición por los "reborn", muñecos de recién nacidos de apariencia casi real, destinados a coleccionistas o utilizados con fines terapéuticos, se está extendiendo por España, donde algunos artistas que se dedican a su elaboración están ya obteniendo reconocimiento internacional.

Entonces, había que tranquilizar a estas personas aclarándoles que lo que veían no era un bebé de verdad, si no un "reborn", un muñeco hiperrealista elaborado pacientemente por Nélida, una de las ocho artistas que se dedican en España a esta actividad y que ahora ha quedado entre las 15 finalistas de un concurso internacional de estos muñecos.

La afición por estos muñecos es relativamente reciente en España, en comparación con otros países europeos o Norteamérica, aunque en los últimos años el interés por poseer alguno de ellos e incluso por elaborarlos está creciendo.

Prueba de ello es que, de las 15 finalistas del concurso para artistas organizado este año por el canal de internet Colliii, establecido en Alemania y especializado exclusivamente en muñecos "reborn", dos son de nacionalidad española.

"Se nota que el nivel de España está subiendo", indica al respecto Nélida Plaza, que se inició en esta actividad hace unos cinco años tras ver uno de los "reborn" en la red, y que ahora opta a ganar el concurso internacional con su muñeco "Taylor".

"Taylor" fue nominado como finalista entre 185 muñecos "reborn" admitidos a concurso después de una votación popular por Internet que recogió 158.000 votos de todo el mundo, explica Nélida, que señala que un jurado especializado decidirá los premios, en sus diferentes categorías, en la primera semana de noviembre.

"Un día, navegando por Internet, vi uno de estos muñecos, compré uno por curiosidad, lo desmonté completamente, empecé a investigar cómo se hacían y... hasta ahora", señala la artista, que precisa que dedica alrededor de una semana, a tiempo completo, para elaborar cada uno de los "reborn".

Una vez completados, los muñecos pueden ser "adoptados" por coleccionistas apasionados por este tipo de muñecos, por tiendas de artículos para bebés, que los utilizan como modelos, por centros que los emplean a modo de terapia para sus internos, como asilos de ancianos, entre otras muchas posibilidades.

En la elaboración de un muñeco "reborn" intervienen habitualmente dos artistas, uno de los cuales hace una primera escultura de la cual salen los "moldes" -cabeza y extremidades- elaborados en vinilo y que, distribuidos en forma de kit, son completados por el segundo artista, que lo transforma en un bebé de aspecto real, poniéndole el cabello, los ojos y pintándole todos los detalles, además de vestirlo adecuadamente.

El pintado de los bebés es muy laborioso, ya que se efectúa con unas pinturas naturales, que fijadas capa a capa y se secan en un horno, consiguiendo que parezcan reales los labios, párpados, venitas, pliegues, rojeces o saliva.

El cabello y las pestañas, hechos de mohair, se implantan pelo a pelo mediante unas finas agujas, en un proceso llamado "micro rooting" que puede llevar más de 20 horas.

Los cuerpos están rellenos con materiales blandos para que el "reborn" pueda adoptar las posturas de un bebé real, con lo que, al cogerlo en brazos, parece que se sostenga un niño auténtico.

Nélida Plaza, que asegura que de niña no le gustaban las muñecas, asegura que los "reborn" no tienen nada que ver con los muñecos industriales para niños y que no están concebidos como un juguete, sino que son auténticas "obras de arte", como pueden ser una pintura o una escultura.

Como la mayoría de artistas de "reborn", Nélida Plaza, que reside en la localidad barcelonesa de Sant Esteve de Palautordera, cuenta con una "nursery" en Internet donde exhibe sus obras, en su caso denominada "Little Reborn Babies".

El coste de un "reborn" se sitúa entre unos 150 euros, los más simples, hasta más de 11.000 para ejemplares únicos de los artistas internacionales más reconocidos y que pueden llegar a vestir prendas y pequeñas joyas de los modistos o diseñadores más exclusivos.