Colin McRae Dirt 2: los rallies ya no son lo que eran

Colin McRae, el legendario piloto británico fallecido en un accidente aéreo en 2007, vuelve a servir de título para uno de los juegos de conducción con más años a sus espaldas. Siguiendo los pasos de la carrera de uno de los grandes rivales de Carlos Sainz durante sus años en la WRC, esta saga ha pasado de simular con realismo el mundial de rallies a introducir pruebas basadas en espectáculos como los X-Games y a suavizar su dificultad.

En Dirt 2 el jugador asume el papel de un piloto novato dispuesto a participar en todo tipo de pruebas al volante. La interfaz, uno de los aspectos más logrados del juego, muestra visualmente lo que otros necesitan complicar con menús. Un mapamundi desplegado en la mesa de la caravana que sirve de hogar al piloto muestra las pruebas disponibles en cada momento, y el jugador apenas notará los saltos entre las distintas categorías —–aunque los hay— ni se tendrá que complicar la vida eligiendo opciones. Quizás la única pega en este sentido sea la transición que se repite siempre al terminar una carrera y volver a la caravana.

A la hora de pilotar, Dirt 2 está muy lejos de la simulación de los primeros Colin McRae, y aunque no es tan accesible como otros juegos de conducción puramente arcade como Motorstorm, intenta posicionarse como una opción intermedia y equilibrada entre la diversión rápida y el realismo. El resultado está a la altura de la saga y del nombre del mítico piloto que sirve de marca. No es un juego de rallies propiamente dicho, pero es variado y espectacular. Como novedad respecto al primer Dirt encontramos la posibilidad de rebobinar la carrera en cualquier momento para tomar perfectamente esa curva que se resiste sin tener que reiniciar la carrera. Tomado directamente de Grid, el otro gran juego de velocidad de Codemasters, esta opción es muy de agradecer y de hecho se está convirtiendo en un clásico de este género. El próximo Forza Motorsport 3 también lo incluirá por primera vez, y es que permite al torpe avanzar y aprender más rápidamente sin molestar al más diestro, ya que quien no quiera no tiene por qué usarlo en ningún momento.

Lo bueno

• La integración de los menús en la experiencia de un piloto. Para acceder a las diferentes opciones y modos de juego es necesario desplazarse por la caravana y por el garaje, todo mostrado claramente y sin los habituales y engorrosos menús. Además, todo esto enlazado con transiciones fluidas.
• La pérdida en realismo se gana en unas pruebas más variadas y quizás más espectaculares, aunque personalmente sigo prefiriendo los tramos de rallies. Gráficamente es impresionante.
• Un modo online que tiene todo lo necesario: funciona bien, está integrado en el propio juego y alarga muchísimo la duración. En esto, ni una pega.
• Es todo un culto a la autosuperación. En Codemasters saben integrar las estadísticas de manera que aparezcan en momentos de carga y podamos aprovechar esas pausas para ver cómo hemos mejorado, cuantos kilómetros hemos recorrido o cuál ha sido nuestro mayor salto.

Lo malo

• Demasiado parecido a Grid —la mayor diferencia es que Grid es sobre asfalto—, esta saga ya no es un juego de rallies. Ya en el anterior Dirt se marcó esta nueva línea que ahora se continúa, con pruebas más variadas y alocadas que alejan al título de la simulación. Y aunque el resultado no es en absoluto un mal juego, la lástima es que no hay ningún simulador del mundial de rallies ahora mismo en consolas (curiosamente, en Xbox 360 y Ps3 tampoco hay uno de Fórmula 1, a la espera de que la propia Codemasters lo lance la temporada que viene). Si todos los juegos compiten por atraer a todo el mundo, corren el riesgo de parecerse demasiado unos a otros.

Veredicto

• Es un juego de velocidad ágil, espectacular y divertido. Quizás no demasiado profundo en cuanto a dificultad y duración, problema que ayuda a superar su gran modo online. Ha salido al mercado al mismo tiempo que el último Need for Speed, poco antes que Forza Motorsport 3 y tiene quizás demasiadas cosas en común con otros juegos de Codemasters, como Fuel (el más flojo de todos ellos) y Grid. Supongo que para alguien que simplemente busque un videojuego de carreras la elección debe de ser abrumadora, pero tiene la suerte de que casi todos ellos son grandes títulos. Lo difícil es dar con el tuyo. Sí lo que te gusta son las carreras sobre tierra y los derrapes, Dirt 2 puede serlo.

Ficha

Colin McRae: Dirt 2 (Codemasters)

Plataformas: Xbox 360 y PS3 (versiones probadas, 59, 95 euros, ya disponible): Wii (49,95 euros), DS (29,95 euros) y PSP (39,95 euros); PC (diciembre 2009)

Sitio Oficial

Trailer

El productor de Dirt 2 abandona Codemasters

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