¿Qué Sarkozy querrías ser?

"¿Yo también puedo ser un Sarkozy?", se preguntan unos jóvenes socialistas que presentaron esta semana sus peticiones de adopción al presidente francés. Les atrae lo fácil que parece ser conseguir un trabajo del más alto nivel con este apellido. Pero eso es si optan por el destino político de su hijo Jean. También podrían elegir un ambiente muy diferente y convertirse en productor de hip hop, como su retoño mayor, Pierre.

MAXPPP/MARC MENOU (EFE)

No les dejaron entrar en el palacio del Elíseo, la residencia del presidente Nicolas Sarkozy, pero los militantes de las juventudes socialistas no se desmotivan. Aseguran en su Web que se pueden mandar las peticiones de adopción gratuitamente por correo, invitan a todos los jóvenes en paro a rellenar una y «esperan que su nuevo padre sea capaz de ofrecerles su primer empleo a tiempo completo con un salario digno, lo que siete años de política de derechas no han conseguido."

Su apetito por tal éxito laboral se despertó la semana pasada, cuando se supo que Jean Sarkozy, hijo del presidente, podría estar a punto de llegar al mando del organismo público que gestiona el distrito de negocios más grande de Europa, con sólo 23 años y sin haber siquiera acabado su segundo año de Derecho.

Antes del final del año, podría decidir sobre el futuro desarrollo de la zona de rascacielos de La Défense dónde se concentran las sedes de unas de las empresas francesas mas importantes y acuden a diario 150.000 empleados que trabajan en 3,3 millones de metros cuadrados de oficinas. Está previsto que se extienda aún mas en los próximos años.

Una gran responsabilidad para un veinteañero como Jean, ya diputado provincial de un distrito adinerado de las afueras de París. Su candidatura parece ser totalmente legal pero la noticia de un ascenso tan precoz y unos rumores de manipulaciones para facilitar su trayecto hacia La Défense alimentan desde hace días la polémica en Francia.

Las críticas de la oposición pero también de diputados del propio partido del presidente son tan numerosas que han conseguido encubrir totalmente la polémica alrededor del pasado de turista sexual de Frédéric Mitterand, el ministro de cultura, también dotado de un apellido presidencial.

La Web www.jeansarkozypartout.com incluso ha sido creada para poder reunir los miles de tweets que imaginan con ironía todo lo que puede hacer Jean.

El susodicho cambió el martes su melena rubia por un pelo corto y unas gafas serias para defender su "legitimidad nacida de las urnas". "Soy un (político) electo como los demás, sea cual sea mi apellido o mi edad", explicó delante de las cámaras de France 3 Île-de-France.

El otro hijo. Se parece a Jean, pero no son iguales

Pero el mismo Sarkozy Senior había regalado amuniciones a sus críticos el mismo día con un discurso sobre educación que dejó a los medios franceses boquiabiertos:

"Lo que hoy cuenta en Francia para tener éxito ya no es haber nacido bien, sino trabajar duro y haber demostrado lo que uno vale por sus estudios, su trabajo", afirmó en plena tormenta y sin reírse.

Demostrar lo que vale a golpe de años de práctica en la sombra es el camino que parece haber elegido mas claramente su hijo mayor, Pierre Sakozy. Llevaba tiempo ya produciendo artistas de hip hop detrás del seudónimo "Mosey" cuando fue descubierto en 2008 por la prensa.

Muchos raperos no digirieron la broma ya que su padre no es nada popular en los barrios desde su época de ministro de interior. Su credencial como joven nacido en el distrito más rico de Francia tampoco encajaba bien con la estética del género.

Pero otro artista, Poison, residente de unos de los famosos barrios marginales de París, defendió entonces su colaboración. "Cuando lo supe, enloquecí. Pero hablamos y ya está arreglado. Él es un productor, hace música y me dio mi primer "sonido"", declaró en un video.

Tampoco Pierre Sarkozy se escondía mucho. Su foto, junto al famoso productor americano Timbaland, está en la página Myspace de su colectivo "Da cream chantilly" (un juego de palabra dudoso sobre nata montada). Pasada la sorpresa, ha seguido con su trabajo con bastante discreción, hasta hoy, mientras su hermano entraba con ruido en política.

Unos mismos rizos rubios, dos estilos muy diferentes. ¿Qué Sarkozy quisieras ser?