Río, una buena 'torcida'

Es una marea de buen humor y buen rollo, de gente contenta que apoya sin fisuras la candidatura de una de las ciudades más bellas de Brasil a ser sede de los Juegos Olímpicos en 2016. Y con esa alegría la delegación brasileña presentará la ciudad en Copenhague.

Lula, el presidente que ha colocado a Brasil en el mapa, que ha convertido el país en motor de la vida del Cono Sur, respetado por líderes internacionales de toda condición, mediador en conflictos en sudamérica, es el valedor serio de Río. Pero luego está Pelé. Sí, el mejor futbolista del mundo ahora metido a hombre anuncio de Viagra también está en Copenhague, aunque no hablará ante el COI. Él es la alegría, el 'joga bonito', la samba y la vida loca. Y ya lo ha dicho muy clarito: "Brasil tiene a Pelé, Chicago solo tiene a Obama".

Pero más allá de las anécdotas lo que suceda hoy en Copenhague será determinante para Río de Janeiro, pero también para Brasil. Allí no se está viviendo la crisis como en España porque nosotros siempre estamos en crisis, pero sí se ven los Juegos como una oportunidad para dar un golpe de efecto y despegar, para generar empleo e infraestructuras que luego acojan a unos visitantes ávidos por gastar dinero. Hay muchas esperanzas puestas en la decisión de hoy y si el COI eligiera Río sería no sólo una oportunidad económica, sino también el momento en que los ciudadanos podrían mostrar todo su potencial y su enorme creatividad.

Hace ya 30 años que Sudamérica no recibe un evento de este alcance, desde el Mundial de fútbol de Argentina en el 78, por lo que hay un sentimiento de "nos lo deben". Claro que en 2014 Brasil recibe el Mundial con lo cual la deuda de citas internacionales puede quedar saldada. Lo que es indudable es que el clamor popular se palpa en la calle y no sólo ante la perspectiva de que traiga dinero, progreso y empleo. Río es una ciudad abierta y cálida donde se recibe a los visitantes con honores. La curiosidad por lo que puedan aprender de los extranjeros, a los que se ve como símbolo de conocimiento, también mueve a la gente. El apoyo es total.

Otra de las ventajas de que los Juegos recalaran en Río es que ayudaría a superar muchos estereotipos. Al pensar en Río surge rápido el carnaval y los culos de las chicas, pero es una visión cerrada que no refleja ni la mitad de lo que es esa ciudad. La cultura que subyace detrás del carnaval es maravillosa. Familias enteras, con niños y abuelos, trabajan todo el año sin apenas dinero para crear ese mundo de fantasía. Pero Río, una ciudad con algo más de seis millones de habitantes la segunda ciudad más grande de Brasil, tiene también museos, arquitectura moderna, librerías maravillosas, una gastronomía sugerente y unas playas fabulosas.

Pero alguna pega tiene que tener esta perla brasileña y es la delincuencia, que juega en nuestra contra. Río es una ciudad insegura y el reto sería reducir la delincuencia. Hay promesas gubernamentales de firmeza contra el crimen, pero es algo tan enraizado que costará eliminar. Y es que no es solo la pobreza y los barrios marginales. Otras lacras azotan Brasil, como las críticas que ha recibido su policía, que sólo en los 7 primeros meses de 2008 mató a 819 personas. La excusa es terminar con el crimen, la realidad es que hasta las Naciones Unidas han llegado a acusar a la Policía de cometer "ejecuciones sumarias" de forma "desenfrenada".

En cualquier caso hoy Río tiene los dedos cruzados para que los Juegos caigan aquí. La playa de Copacabana espera la noticia y sabrá celebrarlo, porque Río tiene una buena hinchada, o como decimos aquí, una buena 'torcida'.

En utoi estamos hablando de los Juegos 2016, las distintas candidaturas y Madrid como posible sede olímpica.