Aconsejan soltar ejemplares de quebrantahuesos en 2010 en Sierra Nevada o Tejeda-Almijara

Jaén.-  El investigador José Antonio Donázar, de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), aboga por que el próximo año se liberen quebrantahuesos en Sierra Nevada o en la de Tejeda-Almijara para diversificar así los puntos de reintroducción de este ave en Andalucía, concentrados en Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén).

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(EFE)

Un pollo de quebrantahuesos en el momento de ser liberado, en una cueva del valle de las Espumaderas, en el corazón del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, en Jaén. EFE/Archivo

Cuatro de las cinco liberaciones de quebrantahuesos realizadas desde 2006 por el proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía se han realizado en la Sierra de Segura y sólo una quinta, este año, en la de Las Villas, ambas en la provincia de Jaén, donde en 1986 se extinguió el último quebrantahuesos de Andalucía.

En estas dos sierras jiennenses se han liberado en los últimos cuatro años catorce pollos de quebrantahuesos nacidos en cautividad, de los que sobreviven diez, la mayoría de los cuales han recorrido en su fase de dispersión juvenil casi todos los macizos montañosos españoles, incluso Picos de Europa y Pirineos.

El proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía, en el que el Gobierno andaluz ha invertido siete millones de euros en los últimos veinte años, incluyó en su fase inicial un estudio para localizar enclaves adecuados para la liberación de ejemplares, que identificó más de cincuenta puntos en Andalucía y en Castilla-La Mancha.

Además del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, los también espacios protegidos de Sierra Nevada y las sierras de Almijara y Tejeda -que dividen las provincias de Granada y Málaga- se consideraron zonas idóneas de suelta.

Donázar ha explicado, en declaraciones a EFE, que urge ampliar los puntos de suelta y buscar nuevos territorios que pueda colonizar el quebrantahuesos en las próximas décadas por lo que, en su opinión, las sueltas de la próxima primavera deberían de incluir una liberación de ejemplares, bien en Sierra Nevada, o en las cercanas de Tejeda-Almijara.

En su opinión, ello ayudaría a diversificar riesgos, ampliar las posibilidades de éxito de la reintroducción y acercar una población de quebrantahuesos al escaso grupo de cuatro a diez parejas que sobreviven en el Alto Atlas marroquí.

Precisamente, una de las recomendaciones del segundo congreso internacional del quebrantahuesos celebrado esta semana en Jaén ha sido urgir a que se actúe lo antes posible para evitar la extinción de las escasas parejas norteafricanas de quebrantahuesos, de un gran valor estratégico entre las poblaciones europeas de Alpes y Pirineos y la del sur de África.

Para ello, explica Donázar, es necesario fijar lo antes posible una población de quebrantahuesos lo más al sur posible de la Península Ibérica.

La decisión final se adoptará sopesando todas las ventajas e inconvenientes que ofrecen Sierra Nevada y Tejeda-Almijara, según ha declarado a EFE José Eugenio Gutiérrez, coordinador de programas de la Fundación Gypaetus, gestora del programa de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía.

En Sierra Nevada y en Tejeda-Almijara hay constancia de la presencia de quebrantahuesos hasta mediados del pasado siglo y ambas disponen de un elevada población de ganado y cabra montes, cuyos cadáveres alimentarían suficientemente a una futura población de quebrantahuesos.

Sierra Nevada ofrece más espacio protegido que Tejeda-Almijara -unas 180.000 hectáreas- y el máximo nivel de protección pues la mitad de ellas están declaradas parque nacional, pero la estación de deportes invernales ubicada en su interior, con numerosos remontes y cables aéreos, supone un peligro para los quebrantahuesos, a tenor de las colisiones comprobadas en estaciones de esquí de los Alpes.

El macizo montañoso granadino ofrece un amplio dispositivo de científicos y técnicos ambientales por su condición de espacio protegido y en sus estribaciones se ha localizado recientemente un antiguo nido de quebrantahuesos, especie que tuvo en estas montañas algunas de sus mejores poblaciones.

Las sierras de Tejeda y Almijara también son espacios protegidos, al integrar con la vecina sierra de Alhama un parque natural de más de 40.000 hectáreas, superficie mucho menor que la de Sierra Nevada pero con menos impacto humano.