Hariri desiste de formar Gobierno en el Líbano tras dos meses de negociaciones

Beirut.-  Dos meses después de recibir el mandato para formar gobierno en el Líbano, el primer ministro designado Saad Hariri renunció hoy a esta misión tras el rechazo de la oposición a su propuesta para salir de la crisis política.

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(EFE)

Fotografía facilitada por la agencia libanesa Dalati que muestra al presidente del Líbano, Michel Suleiman (i), junto al primer ministro designado, Saad Hariri, en el palacio presidencial de Beiteddine, en Beirut, este jueves. Hariri renunció a formar Gobierno, por lo que se agudiza la crisis política que arrastra el país desde hace varias semanas.

"Deseamos cooperar para que el país se levante y todos los temas sean tratados, pero la oposición no quiso, y por eso presento mi renuncia a formar gobierno", anunció Hariri en un mensaje leído ante los periodistas, tras reunirse con el presidente Michel Suleimán en la residencia veraniega de Beitenide, al sureste de Beirut.

Poco después de ese anuncio, Suleimán adelantó que iniciará nuevas consultas a partir de la próxima semana con los parlamentarios, en conformidad con las normas constitucionales, para designar a un nuevo primer ministro, según la emisora "La Voz del Líbano".

No se descarta que Hariri vuelva a ser nombrado para ocupar ese puesto, gracias a los votos de la mayoría parlamentaria, de la que es dirigente, a los que se sumarían los del grupo del jefe de la Cámara Nabih Berri, miembro de la oposición, que con anterioridad reveló que volvería a votar por Hariri en caso de que renunciara.

La coalición que preside Hariri, las "Fuerzas del 14 de Marzo" ganaron las elecciones legislativas del 7 de junio pasado, y el 27 de ese mes, Suleimán le encargó que formara un gobierno.

Desde entonces, Hariri había llevado a cabo consultas con la oposición, liderada por el grupo chií Hizbulá, y el pasado lunes presentó a Suleimán una propuesta global para formar un Ejecutivo.

Esa propuesta englobaba una fórmula para el reparto de las carteras que asignaba quince ministros a la coalición mayoritaria, diez para la oposición y cinco de designación presidencial; único punto en el que se mostraron de acuerdo todas las formaciones.

Hariri, que nunca dio los nombres de los futuros ministros, propuso además una "rotación en la distribución de carteras ministeriales".

La oposición rechazó rotundamente la propuesta y exigió algunas carteras determinadas y la capacidad de designar a sus propios ministros, además de criticar la forma en la que Hariri presentó su propuesta.

A ello se sumó, la exigencia de uno de los dirigentes de la oposición, Michel Aoun, líder de un grupo cristiano, de que su yerno, Gibran Bassil, continuara ocupando la cartera de Telecomunicaciones, algo que la mayoría parlamentaria rechaza.

Los intentos de última hora para salvar la situación y los contactos que Hariri mantuvo la noche anterior con representantes de Hizbulá y de Amal, miembros de la oposición, no pudieron evitar que el primer ministro designado decidiera renunciar hoy.

"Nosotros somos quienes debemos gobernar, pero, a pesar de ello, dimos a la oposición más de lo que debíamos darle", aseguró Hariri, hijo del ex primer ministro Rafic Hariri, asesinado en 2005.

Tras la renuncia de Hariri, Hizbulá, a través del ministro de Trabajo saliente Mohamad Fneish, expresó su pesar por su dimisión y afirmó que la crisis ministerial puede resolverse con el diálogo, ya que todas las partes están de acuerdo en formar un gobierno de unidad nacional.

"La oposición desea participar en el nuevo gabinete en base a obtener un derecho a veto de modo directo o indirecto a través de la fórmula 15-10-5", declaró Fneich, según la Agencia de Noticias Al Markazia.

Un editorial del periódico l"Orient-Le Jour señalaba hoy que hay tres alternativas para salir de la crisis: que se vuelva a designar a Hariri como primer ministro, o bien que se nombre al jefe de Gobierno saliente Fuad Siniora, tal y como desea Egipto, o que se elija a otro miembro de la comunidad suní.

El Líbano se rige por un sistema confesional que establece que el primer ministro sea un musulmán suní; el presidente, un cristiano y el jefe del Parlamento, chií.