Pamplona controla cada verano la calidad del agua de las piscinas

Pamplona.-  El Ayuntamiento de Pamplona va a llevar a cabo a partir de esta semana la toma de muestras de agua en las piscinas de la ciudad para controlar la calidad de este elemento en los vasos de todas las piscinas colectivas de uso público de la capital.

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(EFE)

En la imagen, un niño salta al agua en una piscina municipal al aire libre. EFE/Archivo

Según ha informado hoy el Consistorio navarro, los trámites administrativos para la temporada estival se inician en el mes de abril y los clubes, entidades o particulares que quieran abrir los vasos al público cada temporada deben contar con una autorización sanitaria de funcionamiento.

Responsables del Área de Desarrollo Sostenible se desplazan hasta esas piscinas para comprobar los vasos y la infraestructura necesaria para la puesta en marcha en condiciones del recinto, tras el envío de una circular en la que, entre otras cosas, se les indica que limpien y vacíen los vasos, para respetar las condiciones técnico-sanitarias de las piscinas de uso colectivo.

La primera evaluación incluye la toma inicial de muestras de agua de referencia para evaluar su calidad; y durante el verano, el Ayuntamiento de Pamplona realiza dos tipos de inspecciones, las que toman muestras y las que sólo tratan de comprobar las instalaciones, cabinas, vestuarios o botiquines.

Las muestras sirven para las inspecciones para el análisis del agua contenida en los vasos mediante determinaciones específicas 'in situ' de los parámetros cloro, pH, conductividad, ácido isocianúrico, turbidez y temperaturas del agua.

Dos veces cada verano se toman muestras en los vasos, una se lleva a cabo antes de abrir las instalaciones, para tener valores de referencia, y la segunda cuando se acerca el final de la temporada.

El Ayuntamiento de Pamplona analiza en ellas los parámetros que recoge la ley e incluye además nitratos y aerobios mesófilos a 22 grados para tener así un mayor conocimiento del estado del agua.

En el caso de las piscinas cubiertas, el procedimiento es similar con excepción de la frecuencia de inspección y de toma de muestra que tienen carácter bimensual.

Los titulares de las piscinas tienen que controlar la calidad de su agua, cada día deben realizar dos determinaciones de parámetros, una al abrir el vaso y otra cuando se determina la máxima afluencia de público.

Esos análisis se recogen en un libro oficial de registro, que el Ayuntamiento de Pamplona entrega a las piscinas al inicio de cada temporada, y en que se anotan los parámetros de cloro libre, cloro combinado, pH, turbidez, temperatura del agua, nivel de ésta en los rebosaderos y ácido isocianúrico.

Terminada la temporada tanto en las piscinas cubiertas como en las descubiertas, el Área de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Pamplona recopila la información obtenida de sus inspecciones y tomas de muestras, de los libros con los registros sanitarios y de los informes remitidos por los laboratorios contratados por los titulares de las piscinas.

Con esos datos, se elabora un informe individualizado de cada piscina en el que se reflejan los cumplimientos e incumplimientos, las mejoras que se deben introducir o las actuaciones necesarias para las próximas campañas.

Si existe riesgo sanitario inminente, se indica al titular que cierre temporalmente la actividad hasta que se corrija la deficiencia.

En estos casos se abre expediente sancionador, con multas económicas que oscilan entre los 100 y los 1.000 euros, según el parámetro incumplido y el riesgo sanitario asociado a ello.