Más pasatiempos de verano. El juego de las diferencias (III)

Una nueva entrega de los pasatiempos de verano de Ilovepubli. El clásico juego de encontrar las diferencias, en caso de que las haya, aplicado al mundo de la publicidad y la comunicación comercial.

El verano es, en contra de lo que pueda parecer, una de las épocas del año más conflictivas. Al aumento de las temperaturas, cuyos efectos sobre el temperamento y humor de los humanos está más que comprobado, se suman el hecho de disponer de más tiempo libre y un mayor contacto del habitual con cónyuges, hijos, cuñados y demás familia.

A pesar de que nos pasamos todo un año deseándolo, durante el periodo vacacional suelen producirse rencillas y peleas familiares que, en el mejor de los casos, cicatrizarán hasta abrirse nuevamente durante época navideña y, en el peor, acabarán en divorcio.

En nuestro afán por hacerles el estío más llevadero (y pacífico), les traemos hoy una nueva entrega de nuestros Pasatiempos de verano con los que podrán pasar un rato si no alejados, sí abstraídos de la familia.

Si en pasadas ediciones tratamos dos ejemplos de anuncios televisivos con evidentes parecidos entre sí, esta vez saltamos al campo de la gráfica con un anuncio del área de salud de la Comunidad Autónoma de Madrid

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Aquellos que vivan o estén pasando unos días por la Capital, seguro que se habrán dado de bruces en estaciones de autobús, centros públicos o marquesinas con este cartel cuya finalidad es promover la donación de sangre por parte de los ciudadanos. Un cartel que a nuestro parecer tiene alguna que otra similitud con el diseñado por Alan Aldridge para la mítica película Chelsea Girls dirigida por Paul Morrissey y Andy Warhol en 1966.

Si bien es cierto que hay algunos elementos que nos han despistado en un primer momento, como el hecho de que la imagen sea en color en lugar de en blanco y negro o que el torso que aparece sea el de un hombre (hay una versión femenina pero como en el caso en que nos ocupa, no se muestran los pechos, que ya sabemos cómo se las gastan los miembros del gobierno conservador de Esperanza Aguirre), lo de las ventanas nos ha dado que pensar.

Es cierto que el propio cartel de Chelsea Girls recordaba a su vez a obras de autores como Magritte o al Armario Antropomórfico con Cajones (1936) de Salvador Dalí, un artista que tiene mucho que ver con Warhol, no tanto en el aspecto pictórico sino en su forma de tratar con los medios de comunicación y utilizarlos como amplificador para sus ocurrencias, sin embargo, Aldridge tuvo al menos la picardía de cambiar los cajones por ventanas.

Lo dicho, tómense su tiempo, descansen de la familia y a ver si encuentran las diferencias.